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Espacio

Confirmada la caída de la sonda soviética Kosmos 482

Su reentrada se ha producido en el océano Índico, cerca de Indonesia, según confirma la agencia espacial rusa.

A qué hora iniciará Kosmos 482 su reentrada descontrolada en la atmósfera este sábado. Alfredo Biurrun / ChatGPT.

El 10 de mayo, la nave de descenso Kosmos-482, una cápsula de aterrizaje Venera lanzada hace 53 años, experimentó una reentrada no controlada. Su destino era aterrizar en Venus, pero su lanzador nunca logró escapar de la gravedad terrestre.

De acuerdo con Miquel Sureda, ingeniero espacial de la ESA, la Agencia Espacial Rusa (Roscosmos), la reentrada de Kosmos 482 tuvo lugar esta mañana, a las 8:24, hora española, a 560 km al oeste de la isla de Andamán Media. Como era previsible, ha caído en el océano Índico, concretamente en el oeste de Yakarta.

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Si bien la historia Kosmos 482 es intrigante (una sonda de la era soviética, destinada a Venus, que nunca llegó a su destino y que cae descontrolada sobre la Tierra) le ha valido la atención mediática, en realidad se trata de solo una de las más de 1,2 millones de piezas de basura espacial en órbita terrestre, mayores de 1 centímetro, según un informe de la ESA.

Las colisiones orbitales y las reentradas incontroladas son cada vez más comunes, con “satélites o cuerpos de cohetes intactos… que ahora reentran en la atmósfera terrestre un promedio de más de tres veces al día”, según el informe de la ESA. Las piezas más grandes de basura espacial provienen de una variedad de naves espaciales, cohetes y propulsores lo suficientemente grandes como para sobrevivir a la reentrada y alcanzar la superficie.

“Estamos observando un aumento en las reentradas de objetos más grandes que pueden sobrevivir parcialmente y alcanzar la superficie – señala Derek Woods, uno de los responsables del informe -. Algunos de estos objetos más grandes son objetos obsoletos de la era de la carrera espacial, como la nave de descenso KOSMOS 428. Estos objetos se encontraban en órbitas muy excéntricas y ahora se están desintegrando de forma natural tras décadas en el espacio”.

A medida que aumenta cada año el número de nuevos satélites en la órbita terrestre, será más importante que nunca que las misiones cuenten con planes controlados de fin de vida útil para objetos grandes y que las agencias espaciales inviertan en tecnología de remoción de la basura espacial.