Espacio
Descubren en Marte las moléculas orgánicas sin precedentes y tienen 3700 millones de años
La misión Curiosity ha encontrado el ácido graso más largo jamás hallado en Marte, y eso tiene implicaciones relevantes para la búsqueda de vida extraterrestre
Marte es nuestro hermano rojo, un hermano que falleció hace mucho tiempo pero que, otrora, pudo ser una incubadora ideal para la vida. Ahora lo vemos árido y hostil, con vientos devastadores y temperaturas gélidas, pero hubo una época en que por su superficie corría el agua y, sobre ella, se extendía una atmósfera más amable. Sabemos que algo cambió el rumbo de este planeta, que perdió la atmósfera y que su interior se “apagó” pero, durante algún tiempo, la vida pudo haber prosperado en sus mares. Hace más de 3500 millones de años, cuando el sistema solar apenas tenía 1.000 millones es posible que Marte no tuviera nada que envidiarle a la Tierra, y un nuevo ha aportado una prueba sin precedentes.
Curiosity es un rover que lleva explorando la superficie marciana desde el 6 de agosto de 2012. La misión tiene como propósito analizar la composición química del suelo marciano y estudiar su atmósfera. De hecho, buena parte de sus descubrimientos más sonados han tenido que ver con la presencia de gas metano en la atmósfera marciana. Un gas que puede ser causa de procesos biológicos y, por lo tanto, indicar vida, pero que, para ser justos, también podría generarse a través de actividades totalmente inorgánicas. En este caso, el gran descubrimiento ha sido una molécula, pero no una cualquiera, una sin precedentes en la historia de la exploración marciana que, además, parece tener 3.700 millones de años de antigüedad, de cuando Marte era más habitable que ahora.
Más larga que nunca
Curiosity, tras mucho explorar el cráter Gale, ha dado con una roca de arcilla especialmente interesante. En ella, ha podido detectar la presencia de una molécula con características similares a los ácidos grasos que tenemos en la Tierra: una larga ristra de átomos de carbono uno detrás del otro. Los ácidos grasos, para hacernos una idea, están formados por átomos de carbono “en serie” unidos a átomos de hidrógeno (simplificándolo mucho). Y, entre sus características, se encuentran las de no disolverse en agua, por ejemplo.
En la Tierra, consideramos que un ácido graso es de cadena corta cuando enlaza 10 o menos carbonos y largo cuando supera los 18. El que Curiosity acaba de encontrar en marte tiene 12, y eso la convierte en la cadena más larga de carbonos jamás hallado en otro planeta. Y, si fuera un ácido graso, podría haber sido clave para la vida como lo es en la Tierra, donde su propiedad de ser insolubles en agua permite que formen membranas que separan a las células del medio. Sin ellos (concretamente sin los fosfolípidos), no podríamos imaginar la vida en nuestro planeta o, al menos, sería muy diferente.
3.700 millones de años
La baja temperatura la superficie marciana ha ayudado a preservar esta molécula orgánica durante miles de millones de años. Según los expertos, la falta de actividad geológica del planeta también ha contribuido a que la molécula sobreviva hasta nuestros tiempos. Un hallazgo que demuestra que existen “ventanas químicas” al pasado de Marte, si queremos imaginarlo así. Ventanas que podrían ayudarnos a determinar si alguna vez albergó vida.
El éxito de esta detección refuerza el papel crucial del rover Curiosity en la exploración de la química orgánica marciana y sienta las bases para futuras misiones diseñadas para profundizar en la búsqueda de signos de vida pasada. Entre ellas, la misión ExoMars 2028, liderada por la Agencia Espacial Europea (ESA), buscará biomarcadores con su taladro capaz de perforar hasta dos metros bajo la superficie, donde las moléculas orgánicas podrían haber quedado protegidas de la radiación y la oxidación.
A más largo plazo, la misión conjunta NASA-ESA Mars Sample Return, programada para la década de 2030, traerá a la Tierra muestras recolectadas por el rover Perseverance, permitiendo análisis de laboratorio con técnicas que ahora son imposibles de realizar en Marte. Estos estudios podrán confirmar la naturaleza y el origen de los compuestos detectados por Curiosity y otros exploradores.
Más allá de Marte, la exploración del Sistema Solar continuará con Dragonfly, el dron de la NASA que, a partir de 2034, analizará la química orgánica de Titán, un mundo rico en hidrocarburos. Estas misiones ampliarán nuestra comprensión sobre la evolución de moléculas complejas en entornos planetarios y sobre las condiciones que podrían haber favorecido la aparición de vida más allá de la Tierra.
QUE NO TE LA CUELEN:
- A pesar del entusiasmo que genera este hallazgo, es fundamental aclarar que, aunque las moléculas detectadas en Marte presentan cadenas largas de carbono, no se puede afirmar que sean ácidos grasos. Existen muchas moléculas con largas cadenas de carbono que no están relacionadas con la vida. Procesos abióticos, como la síntesis Fischer-Tropsch, pueden generar compuestos similares. Hasta que nuevas misiones analicen estas muestras con más detalle, cualquier interpretación biológica sigue siendo especulativa.
REFERENCIAS (MLA):
- "Long-chain alkanes preserved in a martian mudstone."Proceedings of the National Academy of Sciences, 24 Mar. 2025.