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Ciencia

Estos son los 5 logros científicos más esperados para este 2024

Supercomputadores, mosquitos para combatir virus, el pesaje de un fantasma subatómico y la vuelta a la Luna son solo algunas de las citas científicas que tendremos este año

Composición artística de una fotografía de la vía láctea junto con la primera imagen basada en neutrinos de ésta. (IceCube Collaboration/U.S. National Science Foundation (Lily Le & Shawn Johnson)/ESO (S. Brunier)(IceCube Collaboration/U.S. National Science Foundation and ESO)

Siempre es emocionante repasar los principales logros científicos del año que se va, peor hay algo que es, si cabe, más estimulante: anticiparse a los que nos depara el nuevo año. Porque tenemos por delante 12 meses de descubrimientos, anuncios, lanzamientos y eventos astronómicos. Muchos días cargados de noticias y 2024 promete ser un gran año . Humanos en la luna (o casi), mosquitos convertidos en armas biológicas, la posibilidad de “pesar” a la partícula fantasma, la supercomputadora más potente de Europa y, por supuesto, una miríada de anuncios relacionados con la ya ubicua inteligencia artificial . Y es cierto que podríamos esperar unos meses para conocerlas, pero pudiendo saciar nuestra impaciencia ahora mismo… ¿por qué no íbamos a fisgar el calendario?

Aunque, antes de enumerar los eventos más esperados, conviene que hagamos un recordatorio, porque a diferencia de los lanzamientos más comerciales del mundo tecnológico, la ciencia no se rige por calendarios tan estrictos, de hecho, ya les gustaría a los propios científicos que fuera así. Pero, por desgracia hay una infinidad de contratiempos que pueden surgir durante el desarrollo de una investigación o de un producto tecnológico tan puntero como los que comentaremos aquí. En el mundo aeroespacial los retrasos están a la hora del día. Tanto que bien podrían retrasarse parte de los siguientes hitos hasta 2025. No obstante, esto es lo que podría (muy probablemente) ocurrir durante los próximos 12 meses.

Volvemos a la Luna

Aquellas famosas misiones Apolo son cosa del pasado y, durante mucho tiempo, la gente se preguntó por qué no volvíamos a la Luna. Lo cierto es que nunca dejamos de visitarla, pero hace 51 años que ningún humano la pisa. Hemos enviado robots y gracias a ellos sabemos más que nunca sobre nuestro satélite. Sin embargo, la NASA ha decidido recuperar las historias épicas de antaño con su proyecto Artemis. De hecho, este 2023 ha tenido lugar su primera misión, en la que la agencia envió una nave con tripulación falsa para que orbitara la Luna.

En 2024 daremos un paso más en esta dirección, y la misión Artemis II enviará una nave, ahora sí, tripulada por personas reales. Concretamente Christina Hammock Koch, Reid Wiseman, Victor Glover y Jeremy Hansen. Si todo va según lo esperado, los astronautas podrán orbitar varias veces a la Luna, peor tendremos que esperar a 2025 (como pronto), para que un humano vuelva a poner el pie sobre el regolito lunar. Y, por supuesto, mientras ocurre esto, otras agencias espaciales intentan seguir los mismos pasos, por lo que no sería de extrañar que, en unos años, pisar la Luna haya perdido buena parte de su romanticismo.

Una nueva generación de la IA

La inteligencia artificial fue el tema científico/tecnológico más mediático de 2022, volvió a serlo en 2023 y, sin lugar a duda, volverá a serlo en el 2024. Podríamos decirlo a ciegas, incluso, viendo simplemente la acelerada tendencia que ha seguido estos últimos años. Sin embargo, tenemos datos mucho más precisos, comunicados en los que se anuncia para finales de 2024 la salida de nuevas versiones de las inteligencias artificiales más espectaculares. Por ejemplo, el conocido modelo de generación de lenguaje natural, GPT, está ultimando su quinta versión. Todavía no sabemos qué podrá ofrecernos que no nos proporcione ya GPT-4, pero promete impresionarnos tanto como sus versiones anteriores.

Por otro lado, una noticia menos doméstica, corresponde a AlphaFold, de la compañía DeepMind. Ya en 2022 nos llamó la atención su habilidad para predecir el plegamiento de las proteínas, esto es: la estructura tridimensional que adoptan en función de qué piezas las forma. Esta estructura es clave para comprender la función de las proteínas y, por lo tanto, para producir fármacos de todo tipo. Por eso es tan interesante tener programas capaces de desentrañar estas estructuras, y la nueva AlphaFold promete revolucionar la investigación.

Mosquitos cargados de bacterias

Los mosquitos son el animal que más personas mata cada año y buena parte y se debe a las enfermedades que transmiten. Precisamente por eso es tan importante controlar las poblaciones de mosquitos en lugares especialmente afectados por estas poblaciones. Por desgracia, la mayoría de las medidas que tomamos son insuficientes, y la solución podría estar en atacar directamente a la raíz, modificando a los propios mosquitos.

Durante mucho tiempo se ha coqueteado con la idea de alterar genéticamente a los mosquitos para que no puedan reproducirse, que no desarrollen piezas bucales para que mueran de hambre y otras ideas dignas de un villano de cómic. En cambio, este 2024 se comenzará a aplicar una versión menos “abominable” de esta guerra contra los mosquitos. La idea es empezar a infectar a los mosquitos de Brasil, Australia, Colombia, Indonesia y Vietnam con una bacteria llamada Wolbachia. Esta los hace resistentes a enfermedades como el zika o el dengue y, si ellos no se pueden infectar, tampoco podrán infectar a los humanos que piquen.

El peso de la partícula fantasma

La física cuántica es uno de los grandes logros de la ciencia, nos aporta un conocimiento sorprendentemente preciso sobre el mundo que nos rodea y, gracias a ella, podemos desarrollar tecnologías punteras y sumamente fiables. Sin embargo, los modelos actuales tienen algunos puntos débiles, cuestiones que no encajan del todo o que, simplemente, desconocemos. Por ejemplo: ¿qué es la materia oscura? o ¿cuánto pesan los neutrinos? Dos preguntas que podrían estar relacionadas y que, tal vez, respondamos en 2024.

La materia oscura parece ser algo que solo interacciona con la gravedad y que, por lo tanto, solo podemos deducir su presencia por cómo se mueven los elementos a su alrededor. Una propuesta (entre muchas) es que se trata de axiones, unas partículas que podría estar produciendo el interior del Sol, pero tan sutiles que todavía no hemos podido detectar. Pues bien, es posible que este 2024 el experimento BabyIAXO en el Electrosincrotrón alemán en Hamburgo logre detectarlos gracias a su imán de 10 metros de diámetro.

Por otro lado, es posible que también descubramos el peso de esas equivas partículas subatómicas llamadas neutrinos, que no parecen interactuar apenas con la materia, pero a los que le calculamos una masa máxima de 0,8 electronvoltios ya en 2022, gracias al experimento de neutrinos de tritio de Karlsruhe. Este 2024 terminarán de recoger datos y puede que logren acotar más la masa de sus tres generaciones.

La supercomputadora Júpiter

La supercomputación es el futuro, porque cuantos más datos manejamos, más capacidad de cómputo necesitamos para exprimir información relevante a partir de ellos. Sin ir más lejos, en 2023 España se hizo con uno de los tres ordenadores más potentes de Europa, el MareNostrum 5, pero en 2024 todos ellos podrían ser superados por Júpiter, la primera supercomputadora exascalar de Europa. El término exaescalar hace referencia a la cantidad de sumas y/o multiplicaciones que puede realizar en un segundo bajo determinadas condiciones y podemos simplificarlo diciendo que son una cantidad inimaginable para cualquiera de nuestros ordenadores de sobremesa, pero también para la mayoría de los supercomputadores modernos. Esto nos permitirá hacer simulaciones mucho más complejas y precisas de modelos climáticos, el efecto de determinados fármacos o incluso el comportamiento de la sociedad.

Por supuesto, esto es solo una pequeña pizca de lo que 2024 podría depararnos. Tal vez alguno de estos proyectos se retrase uno o dos años y, desde luego, podemos dar por descontado que surgirán muchos otros que, si bien ahora no tenemos en el radar, acabarán ganándose un hueco en el ranking del año que viene. ¿Quién sabe qué vacunas desarrollaremos? Puede que, incluso, algún matemático resuelva uno de los problemas del milenio. Posibilidades que, por ahora, son solo eso, pero que gracias a algunas mentes brillantes podrían ser realidad en menos de 365 días.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • En realidad, es difícil ponerles fecha a muchos logros científicos, porque es infrecuente que un gran proyecto pueda desarrollarse, por completo, en un solo año. Y ya no hablamos del tiempo que tarda desde que empieza a organizarse hasta que da sus últimos. Lo que sugerimos es que, por lo general, los resultados que ofrece durante los 12 meses que comprende un año, suelen ser solo parte de la historia. Cuando hablamos del logro compendiamos la información que el proyecto ha logrado revelar durante, tal vez, 3 o 4 años. Publicaciones que han visto la luz del sol a cuentagotas y que, en conjunto, no pueden adscribirse a ningún año concreto. Lo que hacemos, por lo tanto, es valorar lo mediáticos que han sido determinados proyectos un año concreto, un criterio algo más caprichoso, pero mucho más fácil de fechar.

REFERENCIAS (MLA):

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