Alimentos

Un estudio científico lo tiene claro: no todos los alimentos ultraprocesados son malos

Una nueva investigación pone en jaque la creencia generalizada sobre los alimentos ultraprocesados, al concluir que no todos son perjudiciales y que algunos, como los cereales enriquecidos, pueden incluso aportar beneficios nutricionales en una dieta equilibrada

Hamburguesa
Así es la polémica dieta "sana" que incluye ultraprocesados y que han creado científicos estadounidensesFreepik

El sistema Nova, uno de los métodos más extendidos para clasificar alimentos, se encuentra en el punto de mira de la comunidad científica. Su principal deficiencia, según argumentan diversos expertos, es que se centra de manera casi exclusiva en el grado de procesamiento industrial de un producto, dejando de lado un factor crucial: su valor nutricional. Esta perspectiva tan limitada puede llevar a los consumidores a rechazar alimentos que, a pesar de su manipulación, podrían formar parte de una dieta equilibrada, creando así una confusión nutricional generalizada.

De hecho, esta forma de catalogar los alimentos mete en el mismo saco productos radicalmente distintos. No es lo mismo un refresco cargado de azúcar o unos aperitivos de bolsa que ciertos panes integrales de molde, cereales de desayuno fortificados o productos lácteos. Estos últimos, aunque técnicamente ultraprocesados, a menudo actúan como un vehículo eficaz para nutrientes esenciales, por lo que la calidad nutricional del producto es un factor que no puede ser ignorado.

Asimismo, demonizar un alimento de forma aislada es una visión simplista que, tal y como han publicado en SciTechDaily, ignora que su impacto en la salud depende siempre del contexto general. La clave reside en analizar el patrón alimentario completo de una persona y su estilo de vida, en lugar de declarar una guerra indiscriminada contra una categoría entera de productos. Este tipo de revisiones críticas son esenciales en el avance del conocimiento, un campo donde incluso se debate si estábamos equivocados sobre cómo funciona la gravedad.

Más allá de la etiqueta de ultraprocesado

En este sentido, una reciente investigación procedente de la Universidad de Swinburne, en Australia, pone sobre la mesa la necesidad de cambiar el enfoque. El estudio subraya que la idea de que todos los alimentos industriales son perjudiciales es un error. La propuesta de los investigadores australianos es clara: es fundamental evaluar cada alimento individualmente por sus propiedades nutricionales, en lugar de aplicar una única etiqueta negativa basada solo en su proceso de fabricación. Este enfoque matizado es crucial en la ciencia moderna, que a menudo explora cuestiones complejas como si la inteligencia podría tener una parte genética, donde las respuestas no son blancas o negras.

Por otro lado, los autores del trabajo destacan factores prácticos que a menudo se pasan por alto en el debate. Para muchas familias, los alimentos procesados representan una fuente asequible de nutrientes esenciales en su día a día. Además, su mayor vida útil es una herramienta muy valiosa para reducir el desperdicio alimentario en los hogares, un problema de primer orden en las sociedades actuales.

Ante esta situación, los investigadores proponen el desarrollo de un nuevo sistema de clasificación que ofrezca una visión más holística y útil. Este marco alternativo no se limitaría a medir el grado de manipulación, sino que integraría también el perfil nutricional completo del alimento para ofrecer a los ciudadanos una guía mucho más precisa y menos dogmática a la hora de tomar decisiones informadas sobre su alimentación.