Dinosaurios

Hallada una “rata” gigante que cazaba dinosaurios hace 125 millones de años

El fósil, encontrado en la “Pompeya de los dinosaurios” muestra a dos especies que fallecieron y fueron sepultados en plena batalla

Ilustración que muestra a Repenomamus robustus atacando a Psittacosaurus lujiatunensis momentos antes de que un flujo de escombros volcánicos los sepultara a ambos, hace unos 125 millones de años.
Ilustración que muestra a Repenomamus robustus atacando a Psittacosaurus lujiatunensis momentos antes de que un flujo de escombros volcánicos los sepultara a ambos, hace unos 125 millones de años. Michael SkrepnickMichael Skrepnick

El Cretácico fue una época dominada por los dinosaurios. Estos titanes que podían medir decenas de metros desde la cabeza a la cola y pesar varias toneladas hacían temblar los suelos. También se enzarzaban en enormes batallas que han quedado reflejadas en varios de los fósiles que han llegado hasta nuestros días. Sin embargo, no solo había dinosaurios. Nuevas pruebas revelan algunos datos sobre los mamíferos con los que compartían el planeta. Generalmente se representa a los pequeños mamíferos como animales parecidos a las ardillas o hámsteres, que comían insectos, plantas y carroña. Pero nuevos descubrimientos fósiles muestran que el papel de los mamíferos no era tan secundario, algunos incluso cazaban y devoraban dinosaurios.

Huesos que cuentan historias

En 2012 fue desenterrada en China una escena perturbadora: huesos de distintos animales entrecruzados en posiciones extrañas. Tras un primer vistazo, parecía que un animal se había posado encima del otro y se habían abrazado para refugiarse de la erupción del volcán que ocurría a su alrededor hace unos 125 millones de años. Pero algo no cuadraba: estas dos especies, Repenomamus robustus y Psittacosaurus lujiatunensis eran dos viejas conocidas de los paleontólogos. En otras excavaciones habían hallado huesos de Psittacosaurus en el estómago de Repenomamus, por lo que la idea de que se “abrazaban” para consolarse fue rápidamente descartada.

Reconstrucción del fósil que muestra a Psittacosaurus (dinosaurio) siendo atacado por Repenomamus (mamífero), hace 125 millones de años.
Reconstrucción del fósil que muestra a Psittacosaurus (dinosaurio) siendo atacado por Repenomamus (mamífero), hace 125 millones de años. Michael SkrepnickMichael Skrepnick

El fósil se encuentra en el Museo de la Escuela Weihai Ziguang Shi Yan, en la provincia china de Shandong, y es uno de los más completos, por lo que se pueden analizar sus detalles a fondo. Como se puede observar por la posición de las cabezas, el Repenomamus parecía estar alimentándose del vientre del Psittacosaurus que acababa de cazar. En el fósil, el mamífero tiene la cabeza en el abdomen del dinosaurio, y con las mandíbulas está mordiendo una de sus costillas. Pero ¿cómo saben los paleontólogos que no se trataba de carroña? Es decir, el dinosaurio podría haber fallecido por causas naturales y Repenomamus únicamente estaría aprovechando esa oportunidad.

El fósil con todo lujo de detalles

Según un estudio publicado en Scientific Reports, la clave está en la posición de los miembros. Al examinar la pareja de fósiles, se puede observar que el dinosaurio está tumbado boca abajo, con las patas traseras plegadas. Encima de él, con una pata agarrando la mandíbula del animal y con la otra una de las patas traseras, el Repenomamus se apoya sobre su presa. Además, los cuerpos de los animales están muy entrelazados, lo que sugiere que el ataque se estaba produciendo en el momento en el que el volcán entró en erupción. Finalmente, la ausencia de marcas de dientes en otros huesos descartaría que fuese cazado por otro animal que luego abandonase el cuerpo.

Fósil que muestra los esqueletos enredados de Psittacosaurus (dinosaurio) y Repenomamus (mamífero), con secciones ampliadas que muestran al mamífero mordiendo las costillas del dinosaurio y agarrando a su presa. La barra de escala es igual a 10 cm.
Fósil que muestra los esqueletos enredados de Psittacosaurus (dinosaurio) y Repenomamus (mamífero), con secciones ampliadas que muestran al mamífero mordiendo las costillas del dinosaurio y agarrando a su presa. La barra de escala es igual a 10 cm. Gang HanGang Han

En la actualidad, otros mamíferos realizan ataques similares a sus presas, y podemos encontrar ejemplos de especies más pequeñas que atacan a un animal mayor. Los glotones, por ejemplo, tienen fama de atacar ovejas, de un peso muy superior. En la sabana africana, los perros salvajes y las hienas también atacan a otras presas mayores y las persiguen y acosan hasta que se desploman.

La Pompeya de los dinosaurios

Estos huesos han sido hallados en la provincia de Liaoning, en China, una zona famosa por la cantidad y la calidad de sus yacimientos. Entre estos yacimientos destacan los de Liujitun, donde se han encontrado dinosaurios, pequeños mamíferos, anfibios y reptiles. Actualmente existe cierta especulación sobre qué hace esta zona tan especial para la conservación de los restos, pero de momento todo apunta a que se trataba de una zona pantanosa con aludes de tierra y barro frecuentes. Estos corrimientos de tierra podrían haber enterrado y preservado los restos de los depredadores, carroñeros y otros animales que pasasen por allí durante un largo tiempo. Posteriormente, una o varias erupciones volcánicas cubrieron el terreno con piedra volcánica y sellaron los cuerpos de las inclemencias de la intemperie.

Estos fósiles tan completos nos ayudan a comprender los ecosistemas antiguos. Las relaciones entre los mamíferos y los dinosaurios siguen siendo bastante desconocidas, aunque estas nuevas pruebas rompen con la idea general que se tiene de ellos. En este fósil se muestra uno de los mamíferos más grandes de la época cazando dinosaurios más grandes que él, algo sorprendente que cambia la percepción que tenemos de los mamíferos de la época.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Durante la extinción del final del Cretácico la mayoría de animales que pesaban más de 25 kg desaparecieron. Entre las notorias excepciones encontramos algunas especies de cocodrilos y tortugas, cuyo lento metabolismo y su capacidad de aguantar largos periodos sin alimentarse jugaron a su favor

Referencias (MLA):