Exploración espacial
La historia del tomate perdido (y recuperado) en el espacio
En marzo de este año, en la Estación Espacial Internacional, desapareció un tomate de un experimento de cultivo. Tuvieron que pasar 8 meses para saber qué había ocurrido.
Estamos acostumbrados a objetos perdidos en el espacio, como herramientas y hasta guantes, pero nunca se había perdido un tomate. Extrañamente, para todo hay una primera vez: en marzo de este año y en el marco de un experimento para cultivar tomates en la Estación Espacial Internacional (ISS), cada astronauta recibió muestras de los tomates, pero el astronauta Frank Rubio extravió la suya. Y ahora, 8 meses después, alguien lo encontró.
"Nuestro buen amigo Frank Rubio, que ya regresó a casa, ha sido culpado durante bastante tiempo por comerse el tomate. Pero podemos exonerarlo. Encontramos el tomate", explicó la astronauta Jasmin Moghbeli durante un evento transmitido en directo por los 25 años de la ISS. Eso sí, no se dieron más detalles sobre dónde se encontró el tomate ni en qué condiciones se encontraba.
El incidente se convirtió en una broma interna. El tomate enano Red Robin, de 2,5 centímetros de ancho, fue parte de la cosecha final del experimento Veg-05 que el propio Rubio había cuidado. La primera noticia del fruto perdido comenzó a circular el 13 de septiembre, cuando Rubio dio una conferencia por su récord inesperado en órbita para un astronauta estadounidense: 371 días en órbita.
"Pasé tantas horas buscando esa cosa - bromeó Rubio durante la transmisión -. Estoy seguro de que el tomate desecado aparecerá en algún momento y me reivindicará, dentro de muchos años".
Para ser justos con Rubio, la ISS es más grande que una casa de seis habitaciones y, en microgravedad, los objetos pueden flotar fácilmente hacia rincones inesperados. El procedimiento de la NASA suele ser comprobar las entradas de ventilación, pero en una estación repleta de 25 años de cosas, es fácil perder la pista de elementos individuales.
A eso hay que sumarle que la búsqueda de tomates extraviados no es la prioridad de los astronautas en la ISS. De hecho a su regreso, Rubio lamentó que el tomate nunca fue descubierto a pesar de "de 18 a 20 horas de mi tiempo buscándolo – concluye Rubio -. La realidad del problema es la humedad allí arriba es como del 17%. Probablemente, esté seca hasta el punto de que no se puede saber qué era, y alguien simplemente tiró. Ojalá alguien lo encuentre algún día: una cosa pequeña y arrugada".
Pero Rubio ha sido exonerado de toda culpa. Lo que nos dejará para siempre con la duda es qué opina el tomate.
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