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Tecnología

Parece del futuro, y lo es: pronto surcará las dunas lunares

La conquista de la Luna se hará al volante de un 'Hummer' espacial. La NASA prepara un nuevo todoterreno autónomo con tecnología de General Motors, capaz de recorrer 30.000 kilómetros y soportar noches de 173 grados bajo cero

Parece del futuro, y lo es: pronto surcará las dunas lunares General Motors

Un vehículo capaz de desplazarse de lado, como un cangrejo, o de girar sobre su propio eje sin moverse un centímetro del sitio. No es ciencia ficción, sino una de las capacidades que definen a la nueva generación de exploradores lunares que la NASA planea desplegar en nuestro satélite. Esta asombrosa agilidad, heredada de la tecnología todoterreno de modelos como el Hummer eléctrico, es la carta de presentación de la propuesta de la empresa Lunar Outpost, que se ha asociado con el gigante automovilístico General Motors para este proyecto. Este enfoque se suma a otros conceptos innovadores que la agencia está considerando, como una esfera robótica diseñada para dominar la Luna, mostrando la diversidad de soluciones para la futura exploración.

Client Challenge

Además, su destreza no termina en la maniobrabilidad. Este Vehículo de Terreno Lunar (LTV) está diseñado para operar con una independencia casi total. Un complejo sistema de sensores, que incluye tecnología LiDAR y radar, le permitirá cartografiar el terreno en tiempo real y moverse de forma autónoma por la superficie lunar. En los momentos en que no haya astronautas a bordo, también podrá ser pilotado por control remoto directamente desde los centros de control en la Tierra, optimizando al máximo cada minuto de la misión.

Sin embargo, toda esta tecnología de vanguardia sería inútil sin una fuente de energía a la altura del desafío. El corazón del vehículo es una batería recargable diseñada para tener una vida útil de diez años, un salto abismal frente a las baterías desechables de las misiones Apolo. Esta nueva fuente de alimentación, según informa el medio Newatlas, permitirá al LTV recorrer hasta 30.000 kilómetros a lo largo de su servicio, garantizando una capacidad de exploración sin precedentes.

Un corazón eléctrico para el gélido paisaje lunar

Para lograr semejante proeza, General Motors ha adaptado su tecnología de baterías de iones de litio NCMA, llevándola al límite para soportar las gélidas temperaturas de la noche lunar, que se desploman hasta los -173 °C durante semanas. El sistema no solo cuenta con avanzados mecanismos de calefacción y aislamiento, sino que también es tolerante a fallos, lo que le permite seguir funcionando incluso si algunas de sus celdas se dañan.

De hecho, este diseño es uno de los competidores que aspiran a convertirse en el vehículo oficial de la NASA dentro del ambicioso programa Artemis. Concretamente, se utilizaría en la misión Artemis V, cuyo lanzamiento está previsto para el año 2030. La agencia espacial estadounidense se encuentra en la fase final de evaluación y se espera que anuncie el diseño ganador este mismo año, un paso crucial para definir el futuro de la presencia humana en la Luna.