Oceanografía
La plaga de erizos muertos que pone en jaque a los mares del mundo
Se detectó primero en Jordania, pero ya ha llegado al Mediterráneo primero y ahora al Caribe.
Todo comenzó a finales de 2022, cuando comenzaron a detectarse cientos de erizos muertos en el Golfo de Aqaba, en Jordania. Fue en ese momento cuando el zoólogo Omri Bronstein comenzó a rastrear el avance de esa misteriosa plaga, a 150 kilómetros del brote inicial, tomando muestras a lo largo de la península egipcia del Sinaí, pero a los pocos meses el brote alcanzó a su equipo y los superó mientras trabajaban. En cuestión de días, todas las crías de erizos de la zona estaban muertos.
La ola mortal, que pronto podría amenazar a estos invertebrados en todo el planeta, parece haber comenzado a medio mundo de distancia. A principios de 2022, los primeros informes de mortalidad masiva de erizos, en una especie llamada Diadema antillarum, provenían del Mar Caribe. Los científicos lo atribuyeron a un patógeno unicelular de una familia de organismos que nunca antes se había conocido que mataran a los erizos. Un estudio publicado en Current Biology, concluye que el mismo patógeno es el que está matando a los erizos en el Golfo de Aqaba, lo que sugiere que la enfermedad se está propagando por todo el mundo a una gran velocidad.
Las consecuencias de una mortandad generalizada de erizos para los ecosistemas marinos podrían ser nefastas, afirman los biólogos. Sin estos herbívoros clave, se produce un crecimiento excesivo de algas, lo que bloquea la luz solar y mata a los corales. Los erizos son imprescindibles para este equilibrio se mantenga. Y, para profundizar más el problema, hay otro patógeno involucrado. Se trata, de acuerdo con un estudio publicado en Science Advances, de un escuticociliado, un animal unicelular que ya había provocado enfermedades en tiburones, peces y crustáceos.
Pero el problema sigue extendiéndose. En julio de 2022, comenzaron a aparecer crías muertas frente a las costas de Grecia. En cuatro meses, la extinción se extendió a lo largo de 1.000 kilómetros de costa en el Mediterráneo oriental. Las muertes eran muy similares a las ocurridas en el Caribe concluyó un artículo en Royal Society Open Science: “La progresión de los síntomas parece ser rápida y conduce a la muerte en dos días”, señalan los autores.
En el Mediterráneo, el erizo afectado (Diadema setosum) es una especie invasora. Pero Bronstein advierte que el problema pronto podría trasladarse al Mar Rojo, donde D. setosum es nativo y un factor importante en los ecosistemas de arrecifes. Pero eso no es todo: unos meses atrás la epidemia habría llegado hasta la Isla Reunión, en el Océano Índico occidental.
La continua y rápida expansión hacia el Océano Índico occidental, afirma Bronstein, ha avivado los temores de que pronto pueda llegar a Australia y a la Gran Barrera de Coral, y lo que sucedió en el Caribe ofrece un adelanto del posible resultado. Privados de un herbívoro primario, los arrecifes sucumbieron al crecimiento excesivo de algas y nunca se recuperaron por completo.
Si ocurriera lo mismo en los ecosistemas en todo el mundo, el impacto tanto en los arrecifes como en las comunidades costeras que dependen de ellos para su sustento podrían ser enormes, especialmente teniendo en cuenta el estrés que muchos ecosistemas de arrecifes ya enfrentan debido a la sobrepesca y el blanqueamiento debido al aumento de la temperatura del mar.
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