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¿Quién ganaría un combate entre 1 gorila y "el poder de la amistad"? Este estudio lo responde

Un nuevo estudio ha descubierto que, a veces, la amistad puede ser perjudicial para la salud de los gorilas, en especial si son machos

Uno de los gorilas estudiados, Cantsbee, con su nieto Ubwuzu, de tres años.
Uno de los gorilas estudiados, Cantsbee, con su nieto Ubwuzu, de tres años.Dian Fossey Gorilla FundEurekalert

Hace años se viralizó una encuesta donde el 8% de los estadounidenses se creían capaces de vencer a un gorila en combate singular; sin armas, sin trampas, tan solo ellos con sus frágiles huesos de sapiens. Por suerte, parece que las masas de internet han aprendido la lección… a medias. El debate que está extendiéndose por las redes ya no es si un humano podría vencer a un gorila adulto. Hemos comprendido que no tenemos la menor oportunidad ante sus casi 200 kilos de músculo y sus colmillos de 20 centímetros. Pero… ¿y si lo enfrentáramos con varios humanos? Así hace la gran cuestión: ¿Quién ganaría un combate entre 1 gorila y 100 humanos? No respondas todavía, porque el siguiente párrafo riza el rizo.

Podríamos imaginar a una marabunta de humanos accediendo al gorila de cinco en cinco, limitados por el perímetro de la bestia. Podríamos imaginar estrategias realmente demenciales. Podríamos incluso colocar a los 100 sapiens en una suerte de castillo humano, concentrando 7 toneladas en una superficie relativamente pequeña con la que intentar aplastar al gorila. O… podríamos recurrir al verdadero poder de la amistad. Y la propuesta no nace del pésimo guion de una sitcom ochentera, sino de un artículo científico recién publicado en la revista PNAS. Tras la investigación se encuentran expertos de la Fundación de Gorilas Dian Fossey, la Universidad de Exeter y la Universidad de Zurich. Y, aunque no hablan del meme del gorila ni de con cuántos humanos puede lidiar un espalda plateada, han descubierto que las relaciones de amistad pueden afectar negativamente a la salud de estos grandes simios.

¿Y si nos hacemos amigos?

A estas alturas debería ser evidente que el meme del gorila no es más que una excusa para hablar de ciencia, pero, con un poco de suerte, a estas alturas eso ya no importa. Hace tiempo que conocemos la importancia que tienen nuestras redes de amistad para la salud. Quitando los predictores más evidentes, la cohesión y robustez de estas redes es una de las variables más determinantes para la salud, y no solo mental, sino también física. Por ejemplo, el famoso estudio de Framingham demostró que las personas con redes sociales sólidas tenían un 32% menos de riesgo de mortalidad a lo largo de 10años, y que la soledad se asociaba con un incremento del 29% en el riesgo de enfermedad cardiovascular (como son los infartos).

Del mismo modo, investigaciones posteriores han mostrado que contar con amigos íntimos mejora la función inmunitaria y reduce los niveles de cortisol (simplificándolo mucho: la hormona del estrés), mientras que el aislamiento social eleva la inflamación sistémica y acelera el envejecimiento celular. Estos hallazgos humanos resuenan, en parte, con los resultados en gorilas. A fin de cuentas, nuestro último antepasado común vivió hace solo 9 millones de años, convirtiéndoles en nuestros terceros parientes más cercanos tras los chimpancés y los bonobos (hace 6,5 millones de años). Así pues, tras analizar más de 164 gorilas de montaña salvajes durante más de 20 años, los investigadores pudieron concluir que las hembras con vínculos fuertes eran menos dadas a enfermar. Sin embargo… la sorpresa llega cuando analizamos la salud de los machos.

Ser amables hasta que enferme

Tomándonos como ejemplo, podríamos pensar que las amistades son universalmente saludables, ya seas sapiens, gorila o pingüino. Sin embargo, los machos de gorila que sostienen muchas alianzas sociales parecen enfermar más. Podríamos pensar que, al tener que defender a sus “amigos”, se podrían ver expuestos a más situaciones peligrosas, pero el origen del peligro puede ser más bioquímico que todo eso. De hecho, los gorilas macho con una red de “amistades” más robusta suelen lesionarse menos. La clave aquí podría estar en el estrés. Aunque logren proteger a los suyos sin exponerse a heridas o traumatismos relevantes, el estrés también hace mella y, cuantos más individuos estén bajo tu protección, más tiempo, esfuerzo y, por lo tanto, recursos, invertirás en ellos.

No hay un buen motivo para imaginarse frente a un gorila rodeado de otros 99 humanos. Eso es así, pero puestos a divagar y con esta nueva información en mente, tiene cierta gracia pensar que podríamos tener más posibilidades de vencerle haciéndonos sus amigos, estresándole y deprimiendo su sistema inmunitario que blandiendo nuestros puñitos contra su cráneo blindado con 2 centímetros de hueso en espesor. Las posibilidades siguen siendo nulas, por supuesto, pero marginalmente menos lamentables que en un cuerpo a cuerpo… y se es el verdadero poder de la amistad (supongo).

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Por muy emparentados que estemos, la vida de un gorila y la vida de un sapiens no son comparables (o no deberían de serlo). Los efectos positivos y negativos de estos vínculos no se deben a fuerzas mágicas universales ni a una hipostasia de la amistad en sí que pueda trascender a su contexto. Son consecuencia de la sociedad que las significa y, por lo tanto, es aventurado trasladar estas conclusiones a nuestra especie.

REFERENCIAS (MLA):

  • Morrison, Robin, et al. "Group Traits Moderate the Relationship Between Individual Social Traits and Fitness in Gorillas." Proceedings of the National Academy of Sciences, 5 May 2025, doi:10.1073/pnas.2421539122.