Curiosidades

Siestas de 4 segundos para seguir "currando": este pingüino lo ha conseguido

Un estudio demuestra los beneficios del sueño fragmentado en los animales

Ejemplar de pingüino barbijo
Ejemplar de pingüino barbijoWikipedia

Una siesta reparadora... de 4 segundos. Y a seguir trabajando con las pilas cargadas. El ideal del trabajador "stajanovista" (y de cualquier jefe) lo ha conseguido poner en práctica una especie de pingüinos llamada barbijo. Según un estudio científico llevado a cabo por el Centro de Investigación en Neurociencias de Lyon (Francia) y publicado por la revista Science, estos pingüinos se echan pequeñas siestas al día, más de mil, para poder cumplir con la principal misión en su vida: cuidar de sus crías.

Más allá de lo puramente anecdótico, el estudio tiene su importancia porque muestra que el llamado sueño fragmentado puede tener también sus aplicaciones prácticas.

“El sueño es un proceso acumulativo. Cuanto más se pierde, más se necesita para recuperarlo. Aquí mostramos que los pingüinos pueden dormir de una manera extremadamente fragmentada, lo que sugiere que pueden vivir (proteger los huevos, buscar comida, etcétera) incluso si su sueño no se consolida en una sola sesión. Esto demuestra el carácter adaptativo de este fenómeno”, explica al portal especializado en ciencia SINC uno de los coautores del estudio y miembro del equipo SLEEP, Paul Antoine Libourel.

Protegerse de los depredadores

La estrategia de estos pingüinos es muy eficaz para prevenir ataques de los depredadores y, seguramente, es común a otras especies para las que dormir puede ser un lujo de dramáticas consecuencias.

“Creemos que esta forma particular de dormir podría estar motivada por la presión de depredación de las skúas pardas antárticas sobre sus huevos y polluelos, pero potencialmente también por el ruido y las molestias de los congéneres de la colonia. Lo que desconocemos son los mecanismos que impulsan y sincronizan el cierre de los ojos y el sueño”, asegura Libourel a SINC.