Estado de alarma
Ribó pide al ministro Illa que permita asistir a los entierros a los familiares de primer grado
En la carta se habla de “consaguinidad”, lo que reduce la asistencia padres e hijos del finado
El alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha solicitado por carta al ministro de Sanidad, Salvador Illa, que se flexibilicen las restricciones de acceso a los entierros durante la crisis provocada por la Covid-19 para permitir “por razones estrictamente humanitarias” que las personas más vinculadas al fallecido, como “todos los familiares de primer grado”, puedan asistir al funeral en lugar de solo un máximo de tres, como se estipula en estos momentos. En todo caso, tal y como remarca el alcalde, siempre debería hacerse siguiendo las normas de seguridad. Asimismo, el primer edil ha anunciado hoy que desde el Ayuntamiento “homenajearemos a las personas fallecidas cuando todo esto pase y haremos posible que las familias puedan recordar a sus seres queridos como es debido”.
Por ello, Ribó solicita permitir la asistencia al acto de despedida, bien al acto de inhumación, bien al acto de cremación, a las personas más vinculadas al fallecido, como “los familiares de primer grado de consanguinidad, que así lo deseen”, todo ello “respetando siempre la normativa básica de la distancia y otros elementos”.
Tal y como está redactada la misiva -siempre según el comunicado del Ayuntamiento-, al puntualizar “primer grado de consanguinidad”, solo podrían participar en los actos funerarios los padres y los hijos del difunto. No así el cónyuge que es familiar de primer grado pero por afinidad, no por consanguinidad.
Ante las limitaciones decretadas por el Gobierno central sobre el número de miembros del núcleo familiar que pueden acceder al funeral de la persona fallecida durante la crisis provocada por el coronavirus, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha enviado hoy una carta al ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la que pide que se flexibilicen estas medidas. Para el primer edil, que se restrinja a un máximo de tres familiares o afines la asistencia a entierros o ceremonias fúnebres, “comporta un importante impacto emocional en las familias de las personas fallecidas, ya que en algunas ocasiones, lamentablemente ni tan solo pueden participar en la despedida algunos familiares de primer grado, independientemente de la adopción de las medidas sanitarias de protección al personal trabajador que intervenga y a los propios asistentes”.
El alcalde ha querido asimismo “lanzar un mensaje especialmente a aquellas familias que han perdido a un ser querido en unas circunstancias tan dolorosas como las actuales, en que las despedidas son demasiado frías y solitarias: homenajearemos a las personas fallecidas cuando todo esto pase, y haremos posible que las familias puedan recordar a sus seres queridos como es debido”. El primer edil ha apuntado que desde el Ayuntamiento de Valencia se posibilitará “que las diferentes confesiones religiosas puedan realizar sus actos, con objeto de despedir adecuadamente y con el criterio que consideren conveniente a las personas que han faltado”.
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