Desescalada
Vida social desigual en la Comunitat Valenciana: cumpleaños por fases
La división por Departamentos de Salud deja realidades distintas: celebraciones con amigos o soplar las velas confinada
Amalia esperaba cumplir los 30 a lo grande, pues la tradición manda una fiesta memorable por cada década que se estrena. El 14 de marzo ya intuyó que lo del desfase tendría otras connotaciones. Y aquí está, celebrando su llegada al mundo con su chico y sus dos gatos por caprichos del destino y dictamen del Ministerio de Sanidad que ha dejado a la mitad de la Comunitat Valenciana en la Fase 0.
Paulino cumple 54 en un Departamento de Salud que disfruta desde este lunes de ciertos privilegios de movilidad, así que ha soplado las velas en una terraza en compañía de amigos y familia, “los que marca la norma, porque no es cuestión de meterse en líos el primer día y porque la responsabilidad es de todos”, asegura antes de admitir que en el primer día de regreso a la vida social puede haber cometido errores fruto de los nervios o del desconocimiento.
Amalia y Paulino comparten fecha de cumpleaños y el gusto por sentir el sol y la brisa en el rostro, pero la decisión del Gobierno central impide que la primera celebre esta fecha con su familia. “A la hora de salir a pasear bajaré a que mi madre me vea la cara. A dos metros", aclara. “Menos mal que vivimos en el mismo municipio”, se consuela. Esta noche cenará con su pareja en casa -"¿cómo no?"- a la espera de que Valencia pase de fase y pueda, al menos, darse el capricho de socializar con restricciones.
Paulino ha tenido más suerte. Su comarca, dentro de la zona de Xàtiva-Ontinyent (con solo 325 casos positivos desde que comenzó la pandemia y un total de 39 muertes), es una de las diez que ha comenzado el regreso hacia la nueva normalidad. Pero nada es aún normal. Los clientes con los que ha compartido terraza el valenciano tenían solo un tema de discusión. “Todos estábamos hablando de lo mismo; de qué raro es volver a tomarnos una cerveza en el bar; de que si esto va para largo; de cómo será el verano; de cuándo podremos volver a comernos una paella con todo los amigos y la familia sin miedo...”.
La desescalada desigual que experimenta la Comunitat Valenciana deja realidades distintas y un enfado monumental en el Gobierno valenciano. Cuando el pasado viernes se supo que la mitad de la región seguiría confinada sin nuevas medidas de alivio, la consellera de Sanidad, Ana Barceló y el jefe del Consell, Ximo Puig, hicieron frente común para arremeter contra la decisión “injusta” del Ejecutivo de Pedro Sánchez. A la espera de saber si habrá, y cuándo, rectificación, los valencianos tratan de que no decaiga el “menifotisme” (“me la suda”) ante una realidad que, si no fuera por la crueldad que reflejan los datos, podría haber sido inventada por el ilustre García Berlanga.
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