Estado de alarma

El impacto del confinamiento: cambian las rutinas físicas y la calidad del sueño

El 76 por ciento dice haber mantenido sus hábitos nutricionales

La mayoría de los valencianos se desplaza en transporte privado o andando
La mayoría de los valencianos se desplaza en transporte privado o andandoManuel BruqueAgencia EFE

El confinamiento al que ha obligado la pandemia del coronavirus ha tenido un importante impacto en los hábitos de vida saludable de los españoles, y mientras el 76 por ciento dice que ha mantenido sus hábitos nutricionales, un 69 por ciento confiesa haber cambiado sus rutinas de ejercicio y actividad física y el 38 por ciento ha visto afectada su calidad del sueño.

Estos son algunos de los resultados preliminares de la investigación "Hábitos saludables y estilo de vida durante el confinamiento por la pandemia de la Covid-19", el primer estudio mundial, a través de encuestas virtuales hechas en España y Brasil, que pretende conocer mejor los cambios en los hábitos de vida sana y saludable que ha adoptado la ciudadanía durante la cuarentena.

La investigación en España está coordinada por Vicent Balanzá, profesor titular de Psiquiatría en la Universitat de València e investigador senior del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), y la codirigen los profesores Raquel de Boni, del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas-FIOCRUZ en Brasil, y Flavio Kapczinski, de la McMaster University en Canadá.

La investigación, que en España comenzó el 15 de abril y concluyó un mes después, contó en los primeros quince días con la participación de 1.973 personas, el 43 por ciento profesionales sanitarios o de trabajos esenciales, y la mayoría eran mujeres (71 por ciento), con una media de edad de 42 años y un 67 por ciento con estudios universitarios.

De los resultados preliminares de las encuestas contestadas durante los primeros quince días se desprende que el 69 por ciento de los españoles ha cambiado “moderada o completamente” sus rutinas de actividad física, un 76 por ciento ha mantenido sus hábitos nutricionales y dietéticos; y un 38 por ciento ha tenido “cambios sustanciales” en la calidad del sueño, que se ha visto afectada “por completo o de forma moderada”.

En una fase más inicial del estudio, con los resultados de las encuestas hechas en los diez primeros días, se observó que el 34 por ciento de los españoles había cambiado de forma completa o moderada sus estrategias para mejorar el estrés.

En España, el equipo de investigación LIFE-SAM (LIFE style y SAlud Mental) que dirige Balanzá, y en el que participan la estudiante del último curso de Medicina Beatriz Atienza y el también psiquiatra Jose Cervera, estudia el papel de los hábitos de vida saludable en los estados de salud y enfermedad de la ciudadanía.

El diseño de esta encuesta ha permitido recabar en tiempo real información clave sobre los autocuidados en salud de los ciudadanos durante el confinamieno, y sus resultados pueden ser "valiosos" para ayudar a diseñar intervenciones de promoción de la salud y prevención de enfermedades durante la postpandemia y futuras pandemias.

“La encuesta ha terminado pero seguiremos haciendo oleadas sucesivas de encuestas para observar cómo evolucionan los hábitos saludables en la desescalada”, ha indicado Balanzá, quien ha señalado que este conocimiento permitirá estar “mejor preparados ante futuras crisis sanitarias y para gestionar las consecuencias de la pandemia actual”.

Según explica, al iniciar esta investigación constataron que hasta ahora muy pocos estudios se habían centrado en preguntar a los ciudadanos cómo cuidan su salud durante una situación tan excepcional como es un confinamiento obligatorio, y los que había se centraban en aspectos parciales y no de una forma integral y amplia.

Este trabajo, además de evaluar los cambios en la nutrición, la calidad del sueño, la actividad física o el apoyo social percibido, incorpora otros como el abuso de alcohol y tabaco, la gestión del estrés o el tiempo que pasa dentro y fuera de casa.

"La investigación tiene una finalidad social, generar conocimiento científico para algo sobre lo que, aunque parezca increíble, apenas tenemos datos", ha destacado Vicent Balanzá.

Ha agregado que aunque lleva 25 años investigando, ha sido el confinamiento el momento en el que paradójicamente ha visto “más puertas abiertas, más solidaridad y más cercanía afectiva por parte de numerosas personas e instituciones que han apoyado esta investigación”.