La designación de Toni Cantó como coordinador general de Ciudadanos en la Comunitat Valenciana, aparte de merecida por el trabajo de los últimos años tanto en el Congreso como en Les Corts, me parece un acierto político por parte de la Dirección nacional de Inés Arrimadas.

Mi opinión sobre su actividad en eso de la Cosa Pública proviniendo del mundo del teatro ha ido cambiando positivamente gracias a sus aciertos y a su intuición, siempre con la ventaja de la facilidad para la comunicación gracias a su experiencia en la interpretación.

Si al inicio de su carrera en el partido naranja sobresalía en la exposición de los temas que llevaba aprendidos, poco a poco ha ampliado sus conocimientos y hoy puede vanagloriarse de referir acertadamente cualquier asunto, con la virtud de tocar los que más interesan a los ciudadanos.

Recuerdo sus atinadas intervenciones en el Congreso sobre el valenciano y la educación o la de esta misma semana haciendo una crítica acerada a la gestión del Consell y, a la vez, tendiendo la mano, ingenuamente eso sí, a Ximo Puig para la elaboración de los Presupuestos de la Generalitat.

Digo ingenuamente porque el Molt Honorable no tiene en su cabeza bajo ningún concepto cambiar de socios.

Lástima que milite en un partido cuyos horizontes emerge lleno de nubarrones. Sería una gran pérdida. Así es la vida.