Sucesos

La Guardia Civil investiga a un hombre de 76 años que llevaba desde 2017 colocando cebos envenenados

El septuagenario tenía en su garaje de Alcoy dos botes con el plaguicida que se usa para envenenar

Búsqueda de un cocodrilo en la confluencia de los ríos Duero y Pisuerga
El Seprona ha llevado a cabo la investigaciónPhotogenic/M.A SantosEuropa Press

La Guardia Civil investiga en la localidad alicantina de Alcoy a un hombre de 76 años por un presunto delito continuado contra la flora, fauna y animales domésticos por la supuesta colocación de cebos envenenados en una partida de ese término municipal que habrían causado la muerte a varios animales, domésticos y salvajes.

Los primeros hechos se remontan a 2017, cuando se produjo el envenenamiento de una perra cuando el animal paseaba por una partida del término municipal de Alcoy en compañía de su dueño.

Posteriormente, en noviembre de 2019, ocurrió “otro episodio similar”, con la aparición de cebos envenenados y la muerte de un gato, un zorro, dos ratones y una garduña.

Finalmente, en julio de este año aparecieron nuevamente cebos envenenados, que causaron la muerte de un jabalí, un gato y un zorro.

Tras una “ardua investigación” por parte de agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Ibi y la agente medioambiental adscrita a la comarca de l’Alcoià, se identificó y localizó al presunto autor de estos hechos.

Concretamente, se encontró en el garaje de un vecino de Alcoy dos botes con la sustancia usada supuestamente para envenenar los cebos: el Aldicarb, un plaguicida cuya tenencia y utilización se encuentran prohibidas, al ser considerado como un residuo peligroso y tóxico para la salud humana y para el medio ambiente. También se hallaron cuerdas supuestamente utilizadas para anudar los cebos.

Los agentes decidieron entonces instruir diligencias de investigación a este hombre, de 76 años, por la presunta comisión de un delito continuado relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, lo cual puede conllevar una pena de prisión de cuatro meses a dos años o multa de ocho a veinticuatro meses, así como la inhabilitación para el ejercicio del derecho a cazar o pescar de uno a tres años.

Por otra parte, también el Seprona de la Guardia Civil de Ibi, esta vez en colaboración con la Unidad Canina de Detección de Venenos de la Guardia Civil de Valencia, han localizado e intervenido en un inmueble de Alcoy una “importante cantidad” de productos fitosanitarios de uso prohibido, 2 jaulas-trampa para la captura de animales, 16 cepos de distintos tipos, 2 carabinas de aire comprimido y una pistola.

Las jaulas-trampa, como los cepos, son considerados, por la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad como “métodos masivos o no selectivos, y su uso para la captura de animales se encuentra prohibido”, según ha recordado la Guardia Civil. En cuanto a las armas intervenidas, carecían de documentación o licencia de armas necesaria.