Los profesores de la concertada reclaman permisos para cuidar de sus hijos confinados

Cuando se confirma un caso positivo de covid en un aula, los considerados contactos estrechos o toda la clase, si se trata de grupos burbujas, debe guardar cuarentena.

Las familias se encuentran con un gravísimo problema de conciliación porque, a no ser que su hijo dé positivo, no tiene derecho a baja laboral. En este punto entra la voluntad de la empresa, el tipo de trabajo y sobre todo, si es viable el teletrabajo.

Tras cinco meses de curso escolar y con una tercera ola que deja más de 6.000 contagios al día, los profesores de la escuela concertada se enfrentan al mismo problema que el resto de trabajadores, con el agravante de que si finalmente su hijo está contagiado, él podría haber ido a trabajar de manera presencial y, por tanto, provocar el confinamiento de su propia clase.

El FSIE, el sindicato mayoritario en la enseñanza concertada y uno de los más representativos en el campo de la enseñanza privada y atención a la diversidad funcional en la Comunitat, solicita en la Conselleria de Educación que se haga extensivo el permiso médico, educativo y asistencial del Decreto 7/2008 al personal de la concertada, cuando la persona a cargo deba permanecer confinada por contacto con un positivo.

Defienden que se trata de una «legítima reivindicación» que busca igualar derechos con sus homólogos de la pública en tiempos de pandemia. «Ambos están en primera fila y son un eslabón fundamental para sostener el sistema».

La opción del teletrabajo puede ser una solución en determinados casos, pero consideran que lo más justo sería que se diese un permiso retribuido a los afectados.

Insisten además en que solo si se da la baja laboral al docente se puede iniciar el mecanismo para activar la sustitución. Una cuestión fundamental, puesto que en las últimas semanas la incidencia ha subido tanto que los colegios tienen serias dificultades para hacer frente a este tipo de bajas no reconocidas.