Tribunales

Los predicadores acusados de causar pánico en el metro señalan a un bromista

Varios testigos dicen que un chico que no iba con los acusados gritó “vamos a morir”, y cundió el terror

El pánico provocó una estampida en el metro y varios viajeros resultaron heridos. Imagen de archivo
El pánico provocó una estampida en el metro y varios viajeros resultaron heridos. Imagen de archivoKIKE TABERNERKike Taberner

Siete predicadores cristianos evangelistas alemanes, a quienes juzga desde hoy la Audiencia de Valencia por provocar una estampida en un vagón del metro al lanzar proclamas religiosas con un megáfono, han señalado hoy como verdadero responsable de la estampida a un joven que gritó “¡Vamos a morir!” y luego “¡Es una broma!”

La escena ocurrió sobre las once de la noche del cuatro de agosto de 2018 en una céntrica estación de metro de Valencia. Los procesados accedieron al tren con una cruz roja de más de un metro, un carrito, mochilas y maletas. Uno de ellos vestía un chaleco con grafías árabes. El convoy estaba lleno de pasajeros.

Los procesados comenzaron a lanzar proclamas a través de un megáfono: “tenemos un mensaje para vosotros: este metro está lleno de pecado, de drogas, de fornicación...”. Aquellas palabras, según el fiscal, provocaron el pánico; según la defensa, fueron aprovechadas por un bromista, y fue eso lo que causó la estampida.

El Fiscal pide para cada uno de estos siete hombres, de entre 19 y 42 años, una pena de cuatro años de prisión por un delito de desórdenes públicos en concurso con un delito de lesiones.La defensa, la libre absolución.

La acción de los cristianos evangelizadores fue improvisada, y de hecho una parte de los acusados ha declarado hoy que no participó en ella. La decidieron tres de ellos, que quisieron aprovechar su trayecto de vuelta a casa para dar un mensaje, primero en alemán y luego traducido al español, a los jóvenes que llenaban el metro a esa hora.

”No escuché lo que decían en el megáfono, sino a la gente llorando, gritos… el metro paró y salió todo el mundo en estampida”, ha recordado una testigo hoy, que desde entonces sufre fobia al metro y que aquella noche padeció un esguince en un pie al intentar escapar de lo que, para ella, en aquellos momentos, era una trampa mortal.

Según relata el fiscal, los procesados eran conscientes de que su actuación podía tener estas consecuencias, pero los predicadores han defendido hoy su inocencia, han explicado que se limitaron a transmitir palabras de La Biblia, han asegurado que pararon en cuanto vieron que había pánico en parte del metro y han declarado que lo abandonaron cuando se lo pidieron los vigilantes de seguridad.

”Sentimos que detrás de nosotros sucedía algo y en ese momento paramos”, ha declarado uno de los predicadores, mientras que otro de sus compañeros, el que vestía el chaleco con letras árabes a la vista (con proclamas cristianas, no musulmanas) ha identificado en un vídeo que recoge los hechos al joven que, según ellos, provocó el pánico con su broma.

”Detrás había un joven que empezó a gritar, y fue en esa zona, donde estaba esa persona, donde se creó el pánico”, ha declarado este acusado. El joven en cuestión vestía camiseta blanca y bermudas.

”Cuando hablamos con los vigilantes de seguridad”, ha recordado otro de los acusados, “nos dijeron que todo había sido por un joven que incluso se había disculpado, diciendo que había sido una broma”.

Una testigo ha recordado cómo “estábamos a pocos metros de las personas que hablaban por el megáfono. Recuerdo que dijeron algo de pecado. Un chico dijo algo, algo de que vamos a morir, no era de los que estaban hablando, y la gente se asustó”, ha recordado otra joven que ha testificado hoy.

La Audiencia continuará el juicio mañana con nuevos testimonios.