Los dos policías y el guardia civil valencianos afectados por trombos habían pasado la covid

Los dos agentes de la Policía Nacional y el agente de la Guardia Civil que han sufrido trombosis en las últimas horas, habían padecido anteriormente la covid, por lo que el primer criterio médico es que dichas trombosis son una consecuencia de la enfermedad del coronavirus, y no de la inyección de la vacuna de AstraZeneca, según el sindicato policial Jupol.

De hecho, en algunas comunidades autónomas se receta anticoagulantes tras sufrir la covid, algo que en la Comunitat Valenciana no siempre se dispensa.

Fuentes del sindicato Jupol han explicado a La Razón que las vacunas de AstraZeneca que se les han administrado a los agentes no se corresponden con el lote que está en cuestión, lo que refrendaría más si cabe la teoría de que los accidentes vasculares sufridos por los policías y el guardia tuvieran más que ver con una consecuencia de la enfermedad, y no un efecto secundario de la vacuna.

De los tres afectados, tan solo uno de los policías permanece ingresado. Tanto el guardia civil, como el otro agente han sido ya dados de alta tras sufrir un trombo en el corazón y en una pierna, respectivamente. El agente acudió al hospital después de sentir un dolor intenso en una pierna, pero en una primera revisión no se le detectó ningún problema y fue dado de alta, si bien, al agudizarse el dolor, volvió al hospital y esta vez sí que le diagnosticaron una tromboembolismo pulmonar.

Por su parte, el agente de la benemérita sufrió una trombosis venosa que derivó en un infarto mientras practicaba ciclismo, por lo que tampoco se ha determinado todavía si el infarto fue fruto del esfuerzo o si pudo ser efecto de la enfermedad ya superada.

Por último, el agente de Policía que aún permanece ingresado, fue hallado en su domicilio sin conocimiento y aun no se ha emitido un diagnóstico sobre sus circunstancias.

Por su parte, la Conselleria de Sanidad ha informado de que ha notificado al Centro Nacional de Farmacovigilancia el registro de los tres casos de transtornos de coagulación en pacientes a los que se ha administrado la vacuna de AstraZeneca en la Comunitat Valenciana.

Según Sanidad, “se trata de tres hombres de 38, 41 y 50 años que se están actualmente estudiando y evaluando, pero ninguno de ellos recoge diagnósticos de trombosis cerebrales y no se han observado trombocitopenia. Por tanto, no estarían dentro de los casos de trombosis de senos venosos cerebrales que han despertado interés y más preocupan en el contexto de la alerta que está siendo evaluada en el Comité de Evaluación de Riesgos de Farmacovigilancia”.