Condenado a cuatro años de prisión por abusar de un menor de 13 años en Alicante

Un hombre de 64 años y nacionalidad argentina ha sido condenado a cuatro años de prisión por un delito de abuso sexual cometido sobre un menor, de 13 años, hermano de un niño autista al que el acusado cuidaba de manera voluntaria en ausencia de su madre.

La sentencia, dictada por un tribunal de la Sección Décima de la Audiencia, considera probado que el procesado aprovechó la relación de confianza que había establecido con el menor, al ocuparse de cuidar a su hermano, para realizarle tocamientos en los órganos sexuales al menos en dos ocasiones, después de conseguir que se sentase sobre él con el pretexto de enseñarle a conducir.

Esos abusos se produjeron en el verano de 2015, aunque el menor no llegó a relatar lo sucedido a su madre hasta 2019, después de que la Policía contactase con la familia al estar investigando al acusado por otros supuestos abusos sexuales.

De hecho, el tribunal acuerda absolver al procesado de un segundo delito de abusos sexuales que se le imputaba, por la relación que mantuvo con otro menor, de 17 años, pareja de un amigo suyo, que se encontraba interno en un piso de emancipación.

En este caso, la sentencia cree probado que el acusado entabló un vínculo con este segundo menor tras ofrecerse como adulto de contacto con los responsables de dicho piso para salir los fines de semana bajo su supervisión, “cuando su pareja no podía ocuparse de él por motivos de trabajo”.

En esta línea, el tribunal concreta que el acusado pasó fines de semana en compañía de dicho menor y que mantuvo relaciones sexuales con él en varias ocasiones a lo largo de 2019, en la vivienda que el acusado tenía alquilada en el barrio de Juan XXIII de Alicante.

La sentencia da por probados los abusos sufridos por el primer menor y rechaza la existencia del segundo delito al estimar que no se ha demostrado la falta de voluntad y de consentimiento en los contactos sexuales mantenidos entre el acusado y el joven, de 17 años, a quien la directora de la casa de acogida en la que residía consideró “una persona resuelta y desenvuelta de carácter”.

El fallo condena por el primer abuso sexual con cuatro años de privación de libertad y el pago de 3.000 euros en concepto de indemnización por los daños morales ocasionados.

El peligro de Instagram

Por otra parte, un hombre de 26 años se enfrenta a una petición de 6 años de prisión por un supuesto delito continuado de abuso sexual cometido sobre una menor, de 15 años, a la que conoció tras entablar contacto a través de la red social Instagram, en la que se permite compartir imágenes.

Los hechos que se enjuiciarán el próximo jueves en la Audiencia Provincial de Alicante llegan a juicio tuvieron lugar a lo largo de septiembre de 2018, meses después de que el procesado y la menor comenzasen a comunicarse manteniendo conversaciones relacionadas con el sexo.

A raíz de esos contactos, quedaron en verse de forma personal manteniendo entre “cinco o seis” encuentros en los que mantuvieron relaciones sexuales completas.

Esas relaciones fueron consentidas por la menor, según concreta el escrito de acusación de la Fiscalía, en el que solicita inicialmente para el procesado una pena de seis años de prisión.

Finalmente, fue la madre de la chica quien acudió a comisaría para presentar la denuncia tras encontrar una fotografía en el teléfono móvil de su hija en la que aparecía manteniendo relaciones sexuales con las manos atadas en el baño de un centro comercial de la ciudad de Alicante.

Además de esa imagen, la denunciante aportó a la policía mensajes intercambiados entre su hija y el procesado.

Durante la instrucción de la causa, se dictó un auto de medidas cautelares en el que se impuso al procesado la prohibición de aproximarse a la menor a menos de 500 metros, así como de comunicarse con ella a través de cualquier medio.