Covid

La covid agranda la brecha de género: más paro y menos empleo en las mujeres

El paro femenino ha subido en 268.000 personas frente a 194.000 de los hombres

Las mujeres sufren más paro y menor oferta de empleo
Las mujeres sufren más paro y menor oferta de empleoCarlos OrtegaAgencia EFE

La pandemia de coronavirus ha ampliado la brecha de género en España, ya que ha amplificado las desigualdades en materia laboral y social que se venían arrastrando: las mujeres tienes tasas de paro más elevadas y duraderas que los hombres, menores tasas de actividad y de empleo, y mayores dificultades de carrera profesional.

Así lo señala un informe elaborado por el profesor de la Universitat Jaume I Vicente Castelló Roselló para la cátedra Prospect Comunitat Valenciana 2030, al que ha tenido acceso EFE, que refleja el impacto negativo de la pandemia sobre el empleo femenino, que ha provocado a su vez un retroceso en recientes avances en materia de igualdad de género.

Las mujeres concentran el 60 por ciento del aumento del paro

El documento indica que, según los datos de la Encuesta de Población Activa de 2020 y el primer trimestre de 2021, las mujeres concentran el 60 por ciento del aumento del paro. Además, la subida del desempleo femenino (268.000 más) ha sido muy superior al masculino (194.000 más), y sitúa la tasa de paro en el 18,13 por ciento para las mujeres frente al 14 por ciento de los hombres.

Asimismo, destaca que se ha evidenciado que la naturaleza de esta crisis es distinta a la de las recesiones anteriores, en las que los sectores más afectados tenían una mayor presencia de los hombres, como la construcción o la industria.

En esta ocasión, expone, ha tenido una mayor incidencia negativa en el sector servicios, cuya actividad requiere un elevado nivel de interacción social. Se trata de un sector que tiene una mayor proporción de mujeres respecto a los hombres: en personal doméstico (un 87 por ciento), comercio al por menor (61 por ciento), hostelería (54 por ciento) y actividades administrativas y financieras (54 por ciento).

A todo ello habría que añadir, según Castelló, la situación de las mujeres trabajadoras del hogar, “las olvidadas de la crisis de la pandemia”: muchas de ellas, sin derechos, arriesgan su integridad y su trabajo por no perder el empleo, de forma que si su situación ya era complicada, en el contexto actual “empeora aún más, ya que normalmente no tienen derecho a cobrar prestaciones por desempleo”.

La desigualdad en el desempleo

Pero las desigualdades entre hombres y mujeres en el mercado laboral, sin embargo, no se refieren solamente al paro, sino más bien al empleo, ya que su participación en el mercado laboral es muy inferior a la de los hombres, indica el informe.

Así, la tasa de empleo de las mujeres (la proporción de mujeres que ocupan un puesto de trabajo) es inferior en más de 10 puntos porcentuales a la tasa de los hombres, de forma que, de cada diez mujeres en edad de trabajar, solo cuatro están empleadas.

En los contratos a tiempo parcial involuntario, las mujeres son mayoritarias (el 73 por ciento del total), lo cual repercute negativamente en el desarrollo de sus carreras profesionales, su formación, su derecho a una pensión y sus prestaciones por desempleo como en la brecha salarial, expone el documento.

La tasa de temporalidad es más elevada en las mujeres (25,8 por ciento) que en los hombres (21,9 por ciento), en un momento en el que la contratación temporal es la característica de los nuevos puestos de trabajo: ha dejado de ser una opción elegida libremente por los trabajadores para convertirse en “el modo de vida de cada vez más personas”.

Uno de los datos que, según el documento, mejor refleja las fluctuaciones del mercado laboral es el número de horas trabajadas, que muestra que el nivel de actividad ha retrocedido desde el primer trimestre de 2020 de forma muy acusada en las mujeres, con una pérdida del 9 por ciento de horas frente al 6,8por ciento de los hombres.

De este modo, sus ingresos se han reducido mucho más (15 por ciento) que el de los hombres (11 por ciento), según la Organización Internacional de Trabajo.

Propuestas para reducir las desigualdades

Con estos datos, el informe propone que, a corto plazo, se busque la recuperación de las tasas de actividad y de ocupación, mientras que a medio plazo se abogue por alcanzar la plena equiparación de mujeres y hombres en su participación en el trabajo remunerado, para que haya una igualdad de oportunidades real y efectiva en el mercado de trabajo y el empleo.

También apunta que para reducir estas desigualdades son necesarias reformas estructurales, como una “imprescindible” revisión completa de la estructura del sistema educativo, y considera “esenciales” las medidas de apoyo para la reactivación económica de las mujeres y reforzar las políticas activas de empleo.

Asimismo, afirma que es “fundamental” poder acceder fácilmente a dotaciones y servicios profesionales de cuidados a las personas (atención a la primera infancia y a las personas dependientes), y la corresponsabilidad en las cargas familiares y domésticas.

Para este profesor, la igualdad entre hombres y mujeres “es importante en términos de justicia y de equidad, pero también de eficacia y desarrollo económico, humano y social”, y es “esencial” para la construcción de un mundo “más inclusivo, justo y equitativo”.