Educación
Esta semana ha acabado el curso escolar más complicado de la historia reciente. La Conselleria de Educación ha destacado, semana a semana, los buenos resultados del protocolo sanitario que ha permitido que los colegios sean un espacio de contención de la covid y no de propagación. Todos los colectivos consultados insisten en el enorme esfuerzo que ha realizado la comunidad educativa. Sin embargo, detrás de esta afirmación hay un sinfín de matices que se recogen en este reportaje coral en el que hablan asociaciones y sindicatos.
El sindicato mayoritario en el sector de educación puntualiza que la Generalitat no adoptó medidas complementaria durante la tercera ola de la covid,a pesar de que así lo solicitaron. Apuntan además, que en términos de condiciones laborales, ha sido un curso durísimo. «El personal docente ha duplicado sus jornadas laborales para adaptarse a la situación y han asumido funciones nuevas para aplicar los planes de contingencia.
Critican que la Conselleria de Educación ha complicado su labor convocando oposiciones que han requerido la dedicación de más de la mitad de la plantilla de Secundaria, FP, EOI y Enseñamientos Artísticos.
También inciden en que no se han negociado los temas previstos para el próximo curso (concurso de traslados, arreglos escolares, comisiones de servicio...). Entre los asuntos no negociados destacan la actualización de los permisos, licencias y excedencias. Por contra, la Conselleria ha impuesto la supresión de los Servicios Pedagógicos Escolares (Spes) o la obligatoriedad de organizar 1ºESO por ámbitos.
Debido a la falta de negociación, se han convocado diferentes movilizaciones que tienen, entre otros objetivos, movilizar el personal interino.
Consideran que el resultado del curso ha sido afortunado, a pesar de que se han producido bastantes «despropósitos». Afirman que la Conselleria de Educación ha puesto en marcha una operación de maquillaje que ha surtido efecto a nivel informativo y que no ha sido peor por el enorme esfuerzo y dedicación de los docentes, que han acabado agotados tanto física como psicológicamente.
Insisten en que no ha habido una información detallada y transparente de manera individualizada para cada centro, como ha ocurrido en otras comunidades, que permitiese hacer una valoración y un seguimiento real de la situación en cada momento. Aseguran que se han dedicado escasos recursos al rastreo y que los criterios para determinar a los contactos estrechos han sido laxos.
Lamentan que la entrega de equipos purificadores se llevó a cabo tarde y que solo al final se optó por una compra centralizada para mascarillas para los profesores o geles hidroalcohólicos.
CSIF lamenta que no se hayan tomado todas las medidas posibles para reducir los contagios, tales como los filtros HEPA. Recuerdan que para garantizar la ventilación, el alumnado ha dado clase con las ventanas abiertas. Lamentan la falta de imposición de la metodología de ámbitos en primero de la ESO, un cambio importante en un curso difícil, han rechazado la jornada continua y han suprimido los SPES. «Queda mucho por hacer», insiste el portavoz de Educación, José Seco, «es necesario que la Conselleria informe del proceso de vacunación a docentes y alumnado y el mantenimiento de docentes de refuerzo o ratio para el próximo curso».
El sindicato mayoritario de los centros concertados valora positivamente el proceso de vacunación del sector y la dotación de recursos humanos y económicos por parte de la administración educativa para este curso y reclaman que se mantengan para el próximo curso. Insisten en que queda pendiente la negociación de las plantillas, el mantenimiento del 100 por ciento de las horas de las unidades de apoyo a la integración y la incorporación de la figura del orientador en pago delegado en las etapas de infantil y primaria.
El esfuerzo colectivo ha hecho que el curso no se haya interrumpido, pero «sin quitarle mérito a los profesores, a las familias y alumnado, hay que reconocer que ha bajado la calidad educativa», afirma el presidente de esta confederación de Ampas, Rubén Pacheco.
Esta ha sido la primera consecuencia de la semipresencialidad y aseguran que los docentes han estado «sobresaturados» porque tenían que impartir clase todos los días y supervisar, si se ponía, el trabajo que se hacía desde casa. «Ha provocado una pérdida de motivación en alumnos y profesores».
Reclama un análisis de los fallos cometidos para que el próximo curso no se produzcan los mismos errores. Además, recuerda que ha sido el segundo año en el que no ha sido posible impartir todo el currículum y el hecho de que vuelvan todos los alumnos a clase no acabará con el problema.
Solicita que se desdoblen las aulas o que se refuerce el profesorado a través de soluciones como la “codocencia” para evitar una generación de alumnos educada en desiguladad de condiciones. Insiste en que el pasado año se promocionó a muchos alumnos con la intención de que este curso recuperasen los contenidos atrasados, pero esto no ha sido posible. «Habría que valorar hasta qué punto esto ha sido positivo» y evitar que el sistema falle a los alumnos.
Desde la Federación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos de Valencia, consideran que la complejidad de este curso justificaba que se hubiesen aparcado las imposiciones normativas de marcado cariz ideológico y trabajar solo de manera conjunta, «como ha sido en algunos ámbitos».
Vicente Morro ha insistido en que la Lomloe es una «ley nefasta», que nace contra la concertada y contra la familias y de espaldas a la realidad y necesidades de nuestro sistema educativo.
Celebran que se haya incluido a la concertada en el Fòrum Educatiu, pero afirman que se les deja con poca capacidad real de intervención y decisión. En cambio, “se nos ha excluido en el programa PROA+”, una iniciativa del Gobierno central para dar apoyo especial al alumnado más perjudicado por la incidencia de la pandemia en las aulas. Esto ha vuelto a generar litigiosidad ante los tribunales en defensa de los derechos de los alumnos y familias.
Sobre la gestión de la pandemia afirman que si ha salido bien es porque las personas se lo han tomado en serio. “Se han puesto medios y todos hemos tenido interés. Las cosas han mejorado al unísono con el ritmo de vacunación que dio prioridad a los docentes”.
Sobre la ampliación de la aplicación de la ley de plurilingüismo: es una ley con la que nadie parece estar contento. “Se ha de respetar la voluntad de las familias en la elección de la lengua en la enseñanza, cuestión fundamental en muchos casos, especialmente en el de los alumnos con necesidades educativas especiales, sin imposiciones. Es una cuestión, como otras muchas en el ámbito educativo, que se han cerrado en falso por la ausencia de diálogo y seguirá generando problemas”.
La Federación de centros de Enseñanza de Valencia (Feceval) afirma que el balance del curso es positivo. Su directora-gerente, Mariola Hernández, solicita a la Conselleria de Educación que mantenga para el próximo curso las dotaciones económicas para garantizar los materiales que han permitido aplicar los planes de contingencia durante un curso escolar complicado.