Valencia

Arranca el concurso de ideas para rediseñar la plaza del Ayuntamiento de Valencia

El proyecto costará más de nueve millones de euros y se desarrollará durante el próximo mandato

El alcalde Ribó y la vicealcaldesa Gómez han presentado hoy la convocatoria del concurso de ideas
El alcalde Ribó y la vicealcaldesa Gómez han presentado hoy la convocatoria del concurso de ideasJOSE JORDANAjuntament de Valencia

El concurso de ideas para la remodelación y definitivo cambio de fisonomía de la plaza del Ayuntamiento de Valencia arrancará el próximo viernes cuando la Junta de Gobierno apruebe su convocatoria. A partir de ese momento, los estudios interesados en su realización tendrán treinta días para acreditar que son multidisciplinares, no solo especializados en arquitectura sino también en movilidad urbana, accesibilidad, etcétera. Una vez ratificados en su idoneidad por el Consistorio, tendrán sesenta días para presentar su proyecto, y un jurado elegirá entre tres y cinco propuestas, que y se verán recompensadas en el esfuerzo con algo más de 9.000 euros cada una.

El tribunal que seleccionará el proyecto final será multidisciplinario. Estará compuesto por el alcalde y la vicealcaldesa, que encabeza la Concejalía de Desarrollo Urbano, miembros del Colegio de Arquitectos y el Colegio de Ingenieros, y personal técnico de la Conselleria de Cultura y el Ayuntamiento. La idea ganadora recibirá 559.988 euros y se encargará de la redacción del proyecto básico, la ejecución y la dirección de la obra.

El espacio, de 12.000 metros cuadrados, será peatonal, renovará los puestos de flores, dispondrá de fuentes para beber, baños públicos, sombra, vegetación, zona para plantar la falla o disparar la mascletà, y no aumentará el número de terrazas. Queda abierta la decisión sobre el paso de la línea C1 de la EMT. Se espera que el proyecto esté redactado en un año y que las obras, con un presupuesto máximo de 8.639.400 euros, empiecen en septiembre de 2023. El alcalde, Joan Ribó, y la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, han presentado la iniciativa para hacer una reurbanización integral “inclusiva y accesible”.

El consenso se presupone

El Ayuntamiento no buscará en esta actuación emblemática el consenso de la oposición, incluso pese a ser un proceso que excederá en el tiempo del actual mandato municipal y que otras formaciones que puedan alcanzar el gobierno puedan uardar en un cajón. Al respecto, el alcalde ha expresado reiteradamente que no contemplan ese escenario “porque vamos ganar las elecciones nuevamente”.

Sandra Gómez, más cauta, ha explicado que el diseño de la plaza y la ejecución del proyecto será multidisciplinar y será un proyecto de ciudad, no de un partido político, por lo que todos deberían continuar un proyecto que quedará “preparado” al final de este mandato.

La apertura de la licitación del concurso para el diseño definitivo de la urbanización integral de la plaza del Ayuntamiento supone “la recuperación del espacio público para las personas”, dentro del contexto de la pandemia, la Capitalidad Mundial del Diseño y el acuerdo para ser una ciudad climáticamente neutra. Así lo ha indicado el alcalde, quien ha recordado que antes del cierre de la plaza al tráfico pasaban 10.000 coches al día y que, según el plan de movilidad urbana, los vehículos representan el 23 por ciento de los desplazamientos ciudadanos, mientras que ocupan el 60 por ciento del espacio público, lo cual “no es razonable”.

Después de avanzar en su urbanización con medidas de urbanismo táctico, “hemos podido ver cómo la gente disfruta de un lugar donde antes había coches, humo y ruido”, ha señalado el alcalde, y ahora la próxima comisión de gobierno municipal acordará la convocatoria del concurso para el diseño definitivo. El objetivo es, como ha destacado Joan Ribó, “disfrutar de grandes espacios donde pasear y disfrutar, de manera saludable y sostenible”.

Por su parte, la vicealcaldesa, Sandra Gómez, ha recalcado que antes de 2015 “el espacio de la plaza reservado al vehículo privado era del 57 por ciento. Hoy el 18 por ciento del total de la superficie es para el vehículo privado y los peatones disfrutamos del 83 por ciento”.

Se trata “de un cambio de paradigma muy importante, pero queremos dar un paso más allá y decidir cuál será la plaza del Ayuntamiento de la próxima generación”. En ese sentido, la titular de Desarrollo Urbano ha apuntado que el diseño definitivo debe respetar los criterios consensuados durante el proceso “Pensem la plaça”, en el que se recogieron más de 1.800 opiniones y participaron 33 entidades.

De esta manera, el mobiliario urbano debe ser accesible, se tienen que aumentar los espacios verdes y de sombra, integrar espacios flexibles para actividades festivas como las fallas o las mascletaes, renovar y reubicar los puestos de flores, no aumentar el número de terrazas e instalar fuentes para beber y baños públicos. Además, se tiene que reordenar la movilidad, teniendo en cuenta que hay que contemplar como ámbito de actuación los 100.000 metros cuadrados de Ciutat Vella. Según Gómez, “el criterio es que la plaza sea peatonal, pero también accesible”, por lo que “se tiene que estudiar las entradas, accesos y salidas en relación a todo el distrito”. Queda abierta la decisión sobre el paso de la línea C1 de la EMT y no se descarta la peatonalización integral de la zona.