Sucesos
La lucha de clanes en Torrent continúa: detienen a un “Marco” por encañonar a su nuera, una “Bocanegra”
El detenido ahora fue arrestado en 2016 por otro tiroteo que cerca estuvo de acabar en tragedia
El tiroteo que tuvo lugar el pasado 1 de noviembre en el cementerio de la localidad valenciana de Torrent y que acabó con dos personas fallecidas no ha hecho más que avivar el enfrentamiento histórico entre dos clanes que habitan en el municipio: los “Marco” y los “Bocanegra”.
En medio de la tensa calma que se respiraba en la localidad desde que el día de Todos los Santos el tiroteo que acabó en tragedia sembró el pánico en el municipio, ayer por la tarde cerca de los ocho de la tarde uno de los miembros del clan “Marco” fue detenido por encañonar a punta de pistola y amenazar de muerte a su propia nuera, del clan “Bocanegra”.
Los hechos provocaron una inmediata respuesta de la Policía Nacional y Local, que desplegó patrullas por la barriada del Xenillet y en otros puntos del municipio para evitar nuevos encontronazos. La detención se produjo en la confluencia de las calles Germaníes y Salvador, donde los vecinos han sido testigos del fortísimo despliegue policial.
Tal y como explica hoy Levante-EMV, el arrestado anoche es Miguel G. M., uno de los tres detenidos en 2016 por supuestamente efectuar los disparos que estuvieron a punto de provocar la muerte de un Bocanegra en una calle del Xenillet.
Los tres detenidos, entre ellos Miguel G. M. acabaron siendo absueltos por la Audiencia de València por, entre otras razones, la escasez de pruebas contundentes en su contra y porque las defensas introdujeron una duda razonable al exponer que no se podía determinar quién había efectuado los disparos, si un Marco —uno de los detenidos— o un Bocanegra.
El enfrentamiento de estas familias viene de lejos. En la primavera de 1993 en el barrio de Xenillet de Torrent, concretamente entre la calles del mismo nombre y Malvarrosa se produjo el que fue el primer tiroteo entre ambos clanes. Fuentes policiales consultadas por LA RAZÓN recuerdan cómo lograron controlar aquel episodio sin que hubiese víctimas mortales. «Era un sábado por la tarde y de los puñetazos pasaron a las armas de fuego».
La Policía Local de Torrent no solo tuvo que pedir refuerzo a la Policía Nacional, sino que acudieron hasta cuatro patrullas de la Guardia Civil para detener un tiroteo que milagrosamente acabó sin heridos de gravedad. Aquel día, la fortuna quiso que las balas no alcanzaran a nadie. Se intervino una pistola, pero ni los casquillos de balas ni los impactos se encontraron al día de siguiente. Todo había desaparecido. Aquel día el que fue reducido fue un miembro de los «Marco» al que también se le intervino el arma después de quedar enfrentado cara a cara encañonando a un agente de la policía local.
20 años más tarde se produjo otro tiroteo que acabó en un juicio sin culpables, pero la comunidad gitana tiene sus propias leyes y decidió desterrar a los «Marco» que abandonaron Torrent. Se les declaró culpables y ahora han sido las víctimas.
Al parecer, estos últimos acudieron al cementerio para honrar a sus muertos. Allí se encontraron las dos familias. Nada parece indicar que estuviese preparado aunque en ambos bandos había personas armadas.
«Van a continuar así», lamentan fuentes conocedora de la investigación. Han pasado tantas décadas de enfrentamientos que va pasando de generación en generación. De hecho, uno de los heridos en el cementerio, hijo del fallecido, tan solo tiene 20 años.
La Policía busca ahora al culpable del fallecimiento de dos personas para cerrar un nuevo capítulo de la historia negra de los «Bocanegra» y los «Marco».
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