El Gallinero

Gobierno y UE han de eliminar a la mafia

Las instituciones y la distribución están obligados a solucionar el problema del campo

El Gobierno, la Unión Europea, los mercados, las cadenas de distribución y demás implicados están obligados a solucionar el grave problema de los productores de naranjas. No puede ser que todas esas instituciones a las que pertenecemos y que deben defender los intereses de TODOS sus ciudadanos miren hacia otro lado beneficiando a los especuladores y las mafias que campan a sus anchas en este sector.

Es inaceptable que los cítricos de terceros países, especialmente Egipto y Sudáfrica, inunden nuestras plazas con el agravante de no haber pasado los controles que la UE exige a la fruta española. Como se sabe, la Comunidad valenciana es la más perjudicada en cuanto a la naranja. Como es inadmisible, igualmente, el abuso sufrido por el agricultor cuando le compran el género y el precio de venta al consumidor. La diferencia abismal constituye un escándalo.

La maniobra denunciada en las formas es dramática. El campo no solo recibe, cuando lo recibe, un precio irrisorio, sino que además ha de firmar al comprador un documento en el que afirma que esa cantidad cubre los gastos de producción. ¿Cómo llamar esta práctica? Tiene nombre.

Es una lástima que todo este escenario haya ido borrando el papel de las cooperativas, que han ido abandonando los hábitos para los que fueron creadas: defender a sus propietarios, a los agricultores.

No sorprende que la joven de Benifaió haya decidido regalar su cosecha antes que tirarla. Por más críticas que reciba, ella es inocente. Mejor regalar que echarla a la basura. Así es la vida.