Informe Cáritas

La brecha digital, otro obstáculo para la integración de las personas pobres

Más de la mitad de las familias en situación de exclusión tienen problemas para usar Internet, bien por la falta de datos o porque no tienen habilidades informáticas

Una mujer arrastra un carro con metales recogidos en los contenedores
Una mujer arrastra un carro con metales recogidos en los contenedoresJuan Carlos CárdenasAgencia EFE

Los medios telemáticos han servido en todo este tiempo de pandemia para combatir la soledad y para mantener, aunque sea virtualmente, el contacto con familiares y amigos. Sin embargo, no todos los hogares tienen acceso a Internet. Las personas con menos recursos han sufrido también esta discriminación.

Según los datos del informe de Foessa 2022 sobre Exclusión y Desarrollo Social en la Comunitat Valenciana de Cáritas, los datos sobre la digitalización en la Comunitat Valenciana no reflejan la realidad. Estos sostienen que el 53 por ciento compra por Internet y el 93 por ciento se ha conectado en los tres últimos meses.

Sin embargo, Cáritas matiza esta afirmación. «Los datos relativos al conjunto de la población no reflejan adecuadamente la exclusión del mundo digital, que se manifiesta en las situaciones de brecha digital y su impacto específico en el espacio social de la exclusión. Contar con conexión ilimitada a datos, un dispositivo con Internet y habilidades suficientes para manejarse en el entorno digital son tres elementos que pueden marcar la diferencia en la sociedad actual. La ausencia de alguno de ellos en el hogar implica caer en situación de brecha digital».

Su análisis permite concluir que, mientras que la brecha digital alcanza al 27 por ciento de la población en situación de integración y al 35 por ciento de la población valenciana- se incrementa hasta el 47,3 por ciento en el caso de las personas en situación de exclusión severa y al 62,3 por ciento en el caso de las personas en situación de exclusión severa.

El principal problema que encuentran estas personas no es la disponibilidad de un aparato, sino en una conexión ilimitada de datos de Internet y también en que en el hogar haya una persona con habilidades informáticas básicas.

Esta brecha condiciona el acceso a muchos aspectos básicos para su día a día, tales como la información a ayudas de las que pueden ser beneficiario y, obviamente también a su solicitud.

La cifras del informe Foessa confirman que la pandemia ha empeorado la situación de los más vulnerables.

En 2021, solo el 37 por ciento de la población se encontraba en una situación de integración plena, el 41,2 por ciento vive en situación precaria, el 9 por ciento en exclusión social y el 21,3 en exclusión social severa. La pobreza severa se ha incrementado.