¿Por qué los universitarios ahora sí quieren estudiar Matemáticas?

Este viernes se conocieron los datos de la preinscripción a los grados universitarios ofertados por las Universidades en la Comunitat Valenciana. La más alta ha sido el doble grado en Matemáticas y Física de la Universitat de València (UV). De ellos se puede concluir que existe una gran demanda de los grados en Matemáticas, que están ya al nivel de las áreas más clásicamente demandadas: (Bio)Medicina y biotecnología e Ingenierías aeronáuticas y tecnológicas, incluyendo la ciencia de datos.

Estas cifras no solamente reflejan una nota de corte muy alta en los grados relacionados con estas temáticas, sino que además existe una lista de espera muy amplia en todos los casos. Y esto no ocurre solamente con respecto a los grados, sino también a los posgrados. De hecho, el máster interuniversitario de investigación en matemáticas, InvestMat, impartido en colaboración entre la Universitat de Valéncia y la Universitat Politécnica de València, ha pasado en pocos años de ser un máster con relativamente poca demanda, y que a duras penas podía mantener su impartición, a llenar sus plazas antes de verano dejando fuera a quienes se gradúan en septiembre y a superar la oferta de plazas en más de un 30 por ciento. Este máster lo cursa alumnado graduado en distintas titulaciones científico-tecnológicas, al que acuden para completar su formación.

Es evidente que la formación en matemáticas es cada vez más demandada en el mercado laboral y en paralelo a la formación en nuevas tecnologías. Subyace la pregunta de qué aportan las matemáticas en el contexto de la revolución tecnológica digital en que nos encontramos actualmente.

Echando un poco la vista atrás en el tiempo, podemos ver que toda revolución tecnológica ha venido precedida de un avance significativo de las matemáticas y que estas dos disciplinas se alimentan la una a la otra: los nuevos desafíos tecnológicos plantean nuevos retos en las matemáticas y las nuevas soluciones matemáticas permiten el desarrollo de nuevos productos tecnológicos. Pero no debemos mirar esta situación desde el punto de vista práctico únicamente. Las matemáticas aportan algo más, un gran valor añadido: la capacidad de razonamiento complejo, abstracto y de comunicación en un lenguaje que es universal.

La revolución tecnológica implica una alta demanda de capacidad de adaptación y aprendizaje constante y, en la era del “big data”, de capacidad de extracción de información a partir de datos. Las matemáticas, y su versión más aplicada, la ciencia de datos, aportan en este sentido esa formación complementaria a conocimientos en tecnologías que permite trabajar en niveles superiores de abstracción y estar en constante aprendizaje y evolución.

Destaca también en los datos de preinscripción la gran demanda que tienen distintos dobles grados, la mayoría de ellos de Matemáticas, que suelen tener una oferta muy limitada de plazas. Esto indica que los estudiantes valoran altamente la diferenciación de su currículum de cara a su inserción en el mercado laboral.

Samuel Morillas es Catedrático de Matemática Aplicada de la UPV y subdirector de alumnado de la ETS de Ingeniería Informática