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El PSPV aguarda paciente a que Sanguino dimita como portavoz en Alicante y evita echar más leña al fuego

Ayer, Sanguino destituyó por carta a la concejal Amorós como miembro del Patronato de Vivienda

Sanguino, ala derecha, junto a Dolores Piñeiro, Pedro Sánchez y Ximo Puig
Sanguino, ala derecha, junto a Dolores Piñeiro, Pedro Sánchez y Ximo Puiglarazon

Calma tensa, que no chicha, en el PSPV. Desde la dirección del partido se ha optado por no añadir más leña al fuego en la dimisión anunciada pero no consumada de Francisco Sanguino, el todavía portavoz del PSPV en el Ayuntamiento de Alicante.

La carta enviada ayer al Patronato de Vivienda y en la que destituía del mismo a la concejal Lola Vílchez encrespó aún más los ánimos de la ejecutiva local, pero la dirección regional del PSPV prefiere “bajar el balón a tierra” y serenar la situación antes de entrar en un juego de “y tú, más”.

Las alternativas están claras y solo pasan por la dimisión de Sanguino de la portavocía del grupo socialista. Que ésta se concrete antes o después tiene importancia relativa y la exigencia de su inmediatez no haría sino desgastar más la imagen del partido. La permanencia de Sanguino en el consistorio es algo que solo a él compete ya que el acta de concejal es personal y nadie se la puede quitar. Podría ser expulsado, eso sí, de la disciplina socialista y verse forzado a recalar en el grupo mixto. Pero hasta el momento, la exigencia es que abandone la portavocía.

Como ya informó LA RAZÓN, Sanguino anunció la semana pasada la destitución de tres asesores del grupo municipal y también la pretensión de apartar a Trino Amorós de la portavocía adjunta del grupo, intención ésta en la que Sanguino patinó pues esas decisiones dependen del grupo municipal donde ahora mismo apenas le apoya su propia sombra.

Por si dichas destituciones no había generado bastante revuelo, Sanguino remitió una carta al cuartel general del PSOE en Ferraz advirtiendo de la existencia de una “grupo paralelo” al frente del cual ponía a Trino Amorós, y dirigido desde fuera por el histórico dirigente del socialismo alicantino, Ángel Franco. Sea paralelo o no, de los nueve concejales del PSPV en Alicante, siete están en contra del portavoz.

Además, Sanguino se ha declarado prófugo de consejos e indicaciones y hace ya tres días que no coge el móvil. De hecho, fuentes del PSPV han indicado que no les consta que el todavía portavoz del grupo municipal, se haya puesto en contacto con nadie de la dirección.

Así las cosas, el PSPV ha dado margen a la dimisión del Sanguino pues la evidencia demuestra que la guerra abierta en el PSPV alicantino solo la secunda él como verso suelto. Ya hace tiempo que en la dirección de los socialistas valencianos se barruntaba que su elección pudo no ser acertada.