Amamantando la vida

El calostro, estos son los motivos por los que se le considera la primera vacuna del bebé

Se le llama “oro líquido” por su especial composición nutricional y por sus factores bioactivos no nutritivos

Los beneficios del calostro están ampliamente demostrados
Los beneficios del calostro están ampliamente demostradosMaría Díez PérezMaría Díez Pérez

El calostro es la primera leche que se produce durante los dos o tres primeros días tras el parto. Se le llama «oro líquido», por su especial composición nutricional y los factores bioactivos no nutritivos, que lo convierten no solo en un nutriente, sino además en un excelente protector gracias a los glóbulos blancos que contiene que producen anticuerpos capaces de neutralizar agentes patógenos (virus y bacterias). Una protección inmunológica de la madre que se transmite a través del calostro al lactante defendiéndole no solo contra agentes externos a corto plazo, sino que activa una protección cuyo efecto se mantiene años después, por ello es considerado la primera vacuna que recibe el recién nacido.

El bebé al nacer tiene un sistema inmunitario inmaduro, por lo que está expuesto a gran cantidad de sustancias patógenas, que no suponen una gran amenaza para este mientras se encuentra en el útero de su madre, ya que, su deficiencia inmunitaria es solventada por el paso de anticuerpos o inmunoglobulinas de la madre hacia el bebé.

No obstante, después del parto es la leche materna la encargada de suministrar los factores protectores necesarios al recién nacido, siendo la leche materna la única leche que contiene anticuerpos específicos para proteger al lactante de enfermedades e infecciones de la infancia, porque ninguno de los anticuerpos de la leche materna está presentes en la leche de fórmula, por tanto, este tipo de leches, no aportan protección contra infecciones y otras enfermedades como en el caso de la leche humana.

Las primeras tomas de este alimento, es decir el calostro, ponen en funcionamiento el intestino del bebé, actuando como un laxante, facilitándole la pronta eliminación del meconio (primeras heces del recién nacido).

Esta propiedad laxante del calostro reduce el riesgo de ictericia, color amarillento de la piel del recién nacido, resultado de la acumulación de bilirrubina, una sustancia que produce el cuerpo al descomponerse los glóbulos rojos, células que son muy necesarias para oxigenar al bebé cuando se encuentra en el útero materno, pero que una vez nace, como ya es capaz de respirar por si solo, no necesita de tantos glóbulos rojos, por lo que estos deben de eliminarse, y es la bilirrubina el producto final de esta descomposición. Es fundamental destacar este importante papel que tiene el calostro en cuanto ayudar a eliminar la bilirrubina por las heces e impedir que está sea absorbida hacia el torrente sanguíneo, y en consecuencia los niveles de bilirrubina aumenten en sangre, pudiendo provocar graves complicaciones en el recién nacido.

Pero asimismo el calostro tiene múltiples propiedades más entre las que sobresalen, que es la mejor leche para prevenir y tratar las hipoglucemias (niveles de azúcar bajos) en el recién nacido. A pesar de que existen numerosos estudios que así lo ponen de manifiesto, para desgracia de los bebés que las sufren, siguen siendo tratados con suplemento de suplementos de leche de fórmula, obviándose que la leche humana corrige de forma más estable la hipoglucemia y supone “riesgo cero”, a la par que ofrecer un suplemento de leche de fórmula, implica poner una “zancadilla” a la lactancia, porque supone un gran obstáculo para instaurar un inicio exitoso de la misma.

Prácticamente todas las mujeres que han gestado a sus bebés segregan calostro. La secreción de calostro por increíble que parezca puede producirse durante el embarazo, debido a los cambios fisiológicos que se producen en las mamas durante la gestación. El calostro se produce alrededor de la semana catorce de gestación. Mientras que algunas madres pueden no notar ninguna secreción de leche hasta después del parto, otras, pueden observar cómo salen pequeñas cantidades de leche de sus pechos a partir del tercer trimestre de gestación, esto suele darse con más frecuencia, especialmente, durante la excitación sexual, al masajear la mama o incluso al oír llorar a un bebé.

Secreción que es normal, y no debe alarmar a las futuras madres porque no evidencia ningún problema. Muy al contrario, el obtener algo de calostro de forma manual y a partir de la semana 36 de gestación es una técnica segura que debería ser explicada a toda madre que desea amamantar, puesto que, contrariamente a algunas creencias o mitos, no aumenta el riesgo de parto prematuro u otros problemas derivados de la estimulación del pecho y la liberación de oxitocina, en cambio, puede resultar muy útil para aquellas madres que desean amamantar y las circunstancias impiden iniciar una lactancia materna eficaz durante los primeros días postparto.

A la vez es preciso mencionar, que disponemos de suficiente evidencia científica como para afirmar que ingerir otro tipo de leche distinta a la materna, supone un riesgo para la salud de la madre y la del lactante a corto, medio y largo plazo. Añadiendo que, la exposición temprana a la proteína de leche de vaca, aumenta el riesgo de obesidad, diabetes y alergias.

Beneficios para madre y bebé

Por lo tanto, la extracción prenatal de calostro proporciona grandes beneficios para madres y bebés, Además de aportar beneficios para la salud de ambos, el que una madre disponga de leche almacenada en el posparto para alimentar a su bebé, proporciona mayor tranquilidad a la madre, al mismo tiempo que, contribuye a preparar el cuerpo de la mujer para la lactancia, a la par que, aumenta la confianza y seguridad en la mujer en su capacidad para producir leche y amamantar.

Por lo que es fundamental que no solo dispongan de información de esta técnica los grupos de madres que en concreto por diversas razones no son capaces de amamantar a su bebé tras el parto, bien porque no disponen de la leche suficiente para cubrir las necesidades y exigencias del recién nacido o porque esté no puede llevar a cabo un amamantamiento o succión eficaz, recién nacidos de madres diabéticas, bebés con un peso igual o superior a cuatro kilos, bajo crecimiento intrauterino, etcétera.

Se trata de recién nacidos que pueden presentar un riesgo mayor de sufrir hipoglucemias, haciéndolos más propensos a recibir suplementos de leche de fórmula. Aunque como ya se ha comentado, no hay mejor forma de ayudar a elevar el azúcar en sangre en los bebés que sufren una hipoglucemia que las tomas frecuentes de calostro, evitando con ello el recurrir a la leche de fórmula.

No solo los recién nacidos propensos a las hipoglucemias son susceptibles de recibir suplementos de leche de fórmula, también lo son por ejemplo los bebés con retraso del crecimiento intrauterino o de crecimiento uterino retardado, es decir, un crecimiento deficiente del bebé mientras está en el útero de su madre durante el embarazo, siendo un desafío compensar estas perdidas en el periodo postnatal, la nutrición adecuada es crítica para evitar una pérdida de peso mayor de lo normal y optimizar un adecuado crecimiento y desarrollo de estos bebés.

Por lo que se hace recomendable iniciar su alimentación lo más pronto posible, ya que evitando ayunos prolongados se puede prevenir una mayor pérdida de peso es estos recién nacidos. Podemos asegurar con certeza que el disponer de suplementos de calostro es crucial para estos recién nacidos, evitando así que se les administre suplementos de leche fórmula. También una cesárea puede hacer que el parto sea más largo y difícil, la madre puede sentirse dolorida e incluso más frustrada por este cambio inesperado de planes, todo ello puede interferir en la liberación de oxitocina y esta hormona que ayuda a que la leche fluya fácilmente puede verse comprometida.

Estos tan solo son algunos ejemplos de los muchos casos en que la extracción prenatal de calostro evitaría la administración de suplementos de fórmulas artificiales. Por lo que, informar y formar a las madres gestantes sobre la extracción prenatal de calostro, debería ser una asignatura obligatoria dentro de las clases de preparación prenatal.

La próxima semana hablaremos sobre esta técnica.

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Cintia Borja es enfermera consultora lactancia certificada IBBLC