Les Corts piden evitar infraestructuras con efecto barrera sobre las playas

La Comisión especial de Les Corts para estudiar los riesgos de los temporales en la Comunitat Valenciana ha aprobado este viernes sus conclusiones, entre las que figura la necesidad de evitar infraestructuras con efecto barrera sobre las playas, como pueden ser espigones, escolleras o diques.

El dictamen aprobado ha sido el presentado por el PSPV, Compromís y Unides Podem, y ha salido adelante con los votos de estos tres grupos parlamentarios, y en contra de los grupos de la oposición (PP, Ciudadanos y Vox), que habían presentado textos alternativos que han sido rechazados.

El documento, que deberá ser ratificado por el pleno de Les Corts, lanza propuestas para evitar inundaciones; hacer frente a la pérdida de sedimentos y la regresión de las playas, y para actuar ante la problemática forestal provocada por los incendios o los temporales.

Regeneración de las playas

En el ámbito de las playas, se aboga por el mantenimiento de las zonas húmedas costeras y por la renaturalización de las playas urbanas, mientras que para las playas ubicadas fuera de los núcleos urbanos se propone “avanzar en la eliminación de la infraestructura dura”.

En concreto, se plantea la sustitución de los paseos de obra dura por pasarelas de madera, y evitar en la medida de lo posible infraestructuras, como espigones, escolleras o diques, que impiden el tránsito natural de los sedimentos.

“Es un hecho por todos reconocido que las infraestructuras portuarias en nuestras costas tienen su incidencia sobre las zonas al sur de estas instalaciones, por lo que se debe actuar de manera sistemática en cada una de estas zonas estudiando los efectos y programando las actuaciones de regeneración oportunas”, recoge el dictamen.

Asimismo, señala que varios de los expertos que han pasado por la comisión han propuesto que también se debe estudiar la retirada programada de determinadas zonas costeras urbanizadas, pues el coste de su defensa no garantiza su mantenimiento a medio o largo plazo.

En el caso de tener la necesidad de proteger viviendas o cualquier otra infraestructura de los embates de los temporales marítimos, se propone buscar alternativas a los muros o diques, que en muchas ocasiones no resisten la virulencia del oleaje.

Se apuesta por la regeneración de cordón dunar como una de las actuaciones de renaturalización principales, y por mantener todo el material vegetal que llega a la costa, ya sea por episodios de temporal o simplemente por procesos naturales, como la pérdida de hoja de especies de hoja caduca como la posidonia.

El documento afirma que las aportaciones reiteradas de arena que vuelve a ser erosionada en el siguiente temporal tienen un enorme coste económico y acaban dañando las praderas de posidonia, por lo que proponen explorar otras soluciones, como arrecifes artificiales a baja profundidad.

Evitar inundaciones

Para evitar las inundaciones, se considera de vital importancia el mantenimiento adecuado de los cauces de ríos y barrancos, así como respetar dentro de los cascos urbanos los cauces y las zonas con riesgo de inundación en su totalidad, revertiendo las ocupaciones y renaturalizando todos esos espacios.

También se advierte de que grandes infraestructuras como pueden ser los parques solares pueden ejercer una afección sobre las zonas colindantes, dificultando la filtración de las aguas de lluvia y aumentando la llegada de agua pluvial a las ramblas adyacentes.

Por tanto, señalan que se debe estudiar la afección que pueden tener las macroplantas que se pretenden poner en marcha en la Comunitat Valenciana.

Gestión forestal

Para hacer frente a los incendios forestales y evitar los efectos de los fuertes temporales, se propone insistir y destinar recursos para la gestión forestal sostenible, y la recuperación de cultivos tradicionales, así como zonas de pastoreo estratégicas, o realizar desbroces y clareos.

También se plantea extender la elaboración de protocolos municipales para actuaciones en fuertes temporales y nevadas, y se insta a que los plazos para evaluar los daños por desastres naturales sean “más flexibles”.