La apuesta por la fusión del chef ucraniano Vova Tashaev en Valencia

El chef ucraniano Vova Tashaev se instala en Valencia fusionando su cocina personal con la mediterránea. «Pasqual and Sheila» se encuentra en plena Plaza de la Reina desde el mes de enero.

Cuando el chef Vova Tashaev salió pitando de Kiev en coche con su mujer y su hijo de seis meses, dejando atrás la muerte, el miedo y la destrucción que comenzaban a provocar las bombas rusas, se despedía de lo que había sido su vida y que con tanto esfuerzo le había costado construir, una cadena de restaurantes con varios socios y su prestigio como cocinero para comenzar de cero ante un futuro incierto.

La gastronomía ucraniana vivía un momento prometedor que comenzaba a captar la atención de organizaciones gastronómicas como Michelín o los 50 Best. Ucrania era el granero de Europa y uno de los grandes viñedos al este del Danubio. Bullía con sus jóvenes chefs, con sus pujantes bodegas y con negocios innovadores que estaban captando la atención de la crítica, aunque en Ucrania los buenos cocineros como él gozaban de prestigio entre los profesionales pero no son populares entre la población como ocurre aquí y en otros países europeos. Esa ilusión se desvaneció súbitamente el 24 de febrero de 2022.

Su primer destino fue Berlín, a ocho horas en coche de su país, pero de Alemania dio el salto a Sry Lanka en donde llegó a abrir un restaurante que sigue funcionando y de allí a Tenerife y por fin, Valencia. «Iba en busca de un destino definitivo y cuando llegamos a Valencia tuve claro que esta ciudad era lo que estaba buscando. Quería seguir mi camino mirando hacia adelante y planificando el futuro de los míos sin mirar atrás».

Un deseo: público de Valencia

El pasado mes de enero, Vova, junto a dos socios, Dimitri «Big Boss», decorador y Anna, camarera, inauguraban Pasqual & Sheila, su espacio gastronómico en la plaza de La Reina, la zona más caliente del corazón turístico de la capital del Turia. «Buscaba garantizarnos la clientela y lo estamos consiguiendo con el turismo, pero nos falta lo que más echo de menos, atraer al público valenciano, lamenta el cocinero empresario», quien añade. «Ese es mi próximo objetivo».

«Valencia es una ciudad con mucho potencial y pienso crecer en esta ciudad porque aquí encuentro la materia prima y el producto que necesito».

Vova demuestra ser una persona muy pasional y emotiva y su carta es un reflejo de su personalidad, una fusión de sus experiencias gastronómicas pasadas con lo que más le ha gustado de la despensa valenciana. «Cuando llegamos no conocía nada de la cocina española, pero ya no puedo decir lo mismo».

En Pasqual &Sheila elaboran a diario sus propios panes de harina integral, de masa madre de lino y sin gluten; de ese mismo horno salen sus postres, los dulces, los cruasanes y los pasteles siguiendo la mejor tradición centro europea. Y un buen consejo es guardar sitio para los postres porque valen mucho la pena.

«No compramos caldos ni productos elaborados. Todo nos lo hacemos aquí dedicándole muchas horas en la cocina y el obrador». Es de justicia resaltar que la combinación de sabores de sus platos de cocina internacional y mediterránea con su toque personal, resultan sorprendentes y originales en un ambiente muy relajado y agradable que de ninguna manera te deja indiferente. Su experiencia como trotamundos salta a la vista y al paladar.

En su oferta de verano nos dejamos llevar y probamos platos como los «espaghetti aglio olio» con gambas; la ensalada de tomate valenciano; la burrata entera con tomates de temporada, albahaca, vinagre de la pasión, gazpacho de pimiento y aceite de oliva; la tostada de masa madre con tomate y jamón ibérico; el tartar de atún sobre tostadas de cruasán sobre yogur de limón y guacamole. En los postres, destacan el bombón de pistacho o las tartas. Como bebida nos colocaron en la mesa dos jarras, una de un tinto de verano muy particular y la otra de agua de Valencia en versión sui géneris.

Pasqual & Sheila se divide en dos ambientes. La planta baja y la terraza se dedica más a desayunos, cócteles y tardeos y la de arriba con espléndidas vistas a la bulliciosa plaza de la Reina y al arrogante Miguelete en donde se almuerza come y cena en un amplio y flexible horario diario.

A la pregunta de si piensa volver a Ucrania, reconoce que le duele mucho la situación de su país y está seguro de que regresará en algún momento, aunque por su vocación de viajero internacional sus negocios le seguirán llevando a distintas ciudades. Hoy por hoy y por mucho tiempo Valencia es su casa.

Hemos sabido y no por él directamente, que en sus establecimientos en Ucrania, algunos de ellos en Jarkov, convertidos en comedores sociales preparan miles de raciones para hospitales y que en 2022 montó con varios compañeros una plataforma para dar oportunidades laborales a trabajadoras ucranianas de la hostelería en otros países.