
Testimonio
«Distribuimos oxígeno sanitario. Hoy hemos logrado salir a repartir»
Desde el mismo miércoles, Guillermo acude a la nave a limpiar a las cinco de la mañana

Guillermo está pala en mano a la puerta de su empresa en el polígono industrial de Aldaia. Su nave linda con las vías del tren y con el túnel subterráneo que las atraviesa.El ambiente es de desolación. Las calles ya son practicables aunque siguen estando cubiertas de una fina capa de barro. Los bomberos achican agua en el túnel: «Ya no hay coches y no había ningún cadáver. Lo más grande que hemos de retirar ahora es un contenedor de vidrio que acabó allí abajo».
Todas las naves del polígono están abiertas y los trabajadores se afanan por limpiarlas. La de Guillermo parece lustrosa si se tiene en cuenta lo que ha pasado. «Venimos todos los días a las cinco de la mañana desde el día siguiente a la riada».
Lo más importante y de lo que se siente más orgulloso Guillermo es que hoy han podido salir a repartir. No en balde, su empresa distribuye oxígeno a aquellas personas que tienen problemas para respirar, con lo cual, es un servicio esencial.
Por suerte, hay más empresas dedicadas al mismo servicio, pero la de Guillermo ya vuelve a operar por el coraje de sus trabajadores.
Comenta, mientras se toman un respiro hablando con el periodista, que en la nave les entró mucha agua «pero teníamos unos cerrojos para evitar que nos rompan la puerta estrellando un coche, y eso ha hecho que la puerta resistiera y se minimizaron los daños».
De hecho, desde la calle se aprecia una furgoneta en buen estado y una carretilla elevadora «fenwick» en buenas condiciones. También las bombonas de oxígeno con las que trabajan, hay muchas y están limpias.
Mientras tanto, Guillermo coge la pala y sigue limpiando la empresa. «Hoy he de quitar toda ese agua», y señala un charco enorme en la calle junto a su puerta. Desde fuera parece misión imposible, sobre todo porque del resto de naves sale el agua embarrada que se acumula en su puerta y al limpiar por un sitio, se ensucia por otro. Paciencia, Guillermo.
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