
Fiestas
Emotiva gala del centenario de la Junta Mayor de la Semana Santa Marinera
La celebración se realizó en el edificio de las Reales Atarazanas

En las Reales Atarazanas, precioso monumento poco aprovechado y menos conocido que tenemos en la ciudad, la Semana Santa Marinera celebró el centenario de su Junta Mayor, coordinadora, a instancias de la Santa Faz, de las distintas celebraciones de nuestros poblados el Grao, Canyamelar y Cabanyal.
Fue una gala emotiva y merecida donde se rindió homenaje a los presidentes y secretarios de las distintas Juntas que la han gobernado, al tiempo que se tributaba cariñoso recuerdo a la peculiar Semana Santa que en Valencia es marinera desde que el centro de la ciudad abdicó de llevarla a las calles y plazas de la ciudad como manifestación de fe y expresión artística de religiosidad popular.
La Semana Santa Marinera manifestó ser una potencia extraordinaria en el calendario de las fiestas y tradiciones de la ciudad, bajo la batuta de su presidente Carlos Genís, se ofreció una imagen de fenómeno socio cultural religioso perfectamente organizado, fuerza identitaria de unas gentes que con sus vivencias nos interconectan con las viejas costumbres y modernas hermenéuticas antropológicas, revitalizadas, pero que son las mismas de sus orígenes.
Su Junta Mayor cumple 100 años, pero los precedentes históricos, sobre todo por los hallados por monseñor José Jaime Brosel referentes a las celebraciones populares de Semana Santa en la demarcación de la iglesia de Santa María del Mar, la del Grao, revolucionan toda la historiografía de la Semana Santa Marinera en cuanto sus orígenes y habrá que replantearla –y rehacerla- en cuanto al valor de su antigüedad, que la hace mucho más tesoro popular de las gentes de la Valencia del mar, ello sin olvidar lo más remoto que su fe y su adhesión carismática a lo religioso en los misterios de la Mort i Pasió la ancla en dos grandes Cristos, el del Grao y el del Salvador, curiosamente, en nuestras piadosas tradiciones, llegados hasta esta ciudad milagrosamente por mar. Lo que la hace mucho más que centenaria esta realidad religiosa.
Bellísima y justa celebración, perfecta gala conmemorativa, emotivo encuentro de unidad, demostración de fuerza popular y religiosa muy a tener en cuenta, por las gentes del Cabanyal, Canyamelar y Grao, pueblos marineros que sostienen sus tradiciones con vigor e ilusión, con ganas, como lo hicieron siempre, ahora con más mérito dados los vertiginosos cambios urbanísticos que se están experimentando en ellos.
Felicitar a todos su obra y su exaltación, que contó hasta con su propia retransmisión televisiva por you tube, muy bien hecha, con sus propios medios, que expandieron el acto, cosa que no hicieron las televisiones públicas, que no debieron considerar importante el fenómeno social de la Semana Santa Marinera y el acto que la recapitulaba en su último siglo pasado de historia.
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