Medio Ambiente

Estas son las seis playas más contaminadas de la Comunidad Valenciana

Ecologistas en Acción dictamina cada años los espacios con "bandera negra"

Imagen de la playa de El Saler, en Valencia
Imagen de la playa de El Saler, en ValenciaAgencia EFE

La organización Ecologistas en Acción ha otorgado un total de seis "banderas negras" a los casos más relevantes de contaminación y mala gestión del litoral valenciano, en Orihuela, Xàbia, València, Benicarló y Vinaròs, y para las administraciones central, autonómica y local en el caso de València, de un total de 48 repartidas por todas las costas españolas.

Así se desprende del informe Banderas Negras 2023 de Ecologistas en Acción, que este año también ha dado forma a un mapa interactivo en la página web de la organización ecologista, según han informado en un comunicado.

El informe otorga dos banderas negras por provincia y/o ciudad autónoma: una bandera por contaminación y otra por mala gestión ambiental del litoral.

Como en años anteriores, el informe de 2023 compila las situaciones de afección ambiental más graves pero, según la organización ecologista, "no todas; podrían ser muchas más".

En cuanto a las banderas negras de la Comunitat, en Alicante destaca Cala Mosca, de Orihuela, "el único tramo de costa sin ladrillo del municipio", una playa con una gran riqueza medioambiental, con una gran biodiversidad y en la que las aguas albergan una pradera de posidonia y una gran variedad de peces.

También en Alicante, las banderas negras han distinguido a la zona del Arenal de la playa de Xàbia, que "tiene un problema grave de vertidos: desgraciadamente, cada vez que se producen episodios de fuertes lluvias y temporales, la costa aparece llena de toallitas y otros restos".

En la provincia de Valencia, una bandera negra es para la playa de l'Arbre del Gos, del Parque Natural de l'Albufera, que estará en obras hasta el 2024, ya que "la van a rellenar con toneladas de arena, otra vez, y le van a hacer más espigón", todo ello "a pesar de estar dentro del Parque Natural de l'Albufera, y ser un espacio de la Red Natura 2000".

Desde Ecologistas en Acción han denunciado "la pésima gestión que se hace de la dinámica de retroceso de las playas", a la que se han referido como "tirita caníbal territorial" y la han criticado por "cortoplacista, ineficaz y que devora recursos del propio territorio".

Por eso, la bandera negra por contaminación en València, este año, es para los servicios de las administraciones local, autonómica y estatal encargadas del control de la contaminación de las aguas residuales depuradas en la capital, por un lado, y del control de la calidad de las aguas costeras, por otro lado, por la opacidad de estas administraciones.

En Castellón, la primera playa distinguida con una bandera negra es la playa del Surrach de Benicarló, que no es sometida a operaciones de limpieza estival por parte de las administraciones y "en la cual se acumulan, año tras año, enormes cantidades de residuos sólidos de diversa naturaleza".

También recibe una bandera negra la playa del Fortín de Vinaròs, una zona "regenerada con arenas de machaqueo que es sometida a nuevas labores de construcción y reparación de espigones desde 2018".

En cuanto a las principales problemáticas observadas y causantes de daño en las playas, destaca la turistificación y la urbanización del litoral.

De las 48 banderas otorgadas este año en toda España, 17 corresponden a la urbanización de la costa, 12 a vertidos, seis a contaminación química, lumínica o acústica, seis a afecciones a la biodiversidad, tres a la acumulación de residuos marinos, dos a dragados y ampliaciones portuarias sin justificación y otras dos a otros motivos.

En esta ocasión aparece por primera vez una problemática que hasta ahora no se había denunciado: la proliferación de playas caninas designadas sin hacer previamente una evaluación de impacto ambiental, lo cual ha generado en algún caso un impacto grave.

Según Ecologistas en Acción, "las aves perciben al perro como predador y este a ellas como presa; cuando permitimos que un perro persiga a las aves, aunque no las atrape, causamos en ellas un importante estrés, les impedimos o dificultamos la obtención de alimento, las privamos de descanso y las obligamos a invertir un elevado gasto energético en tener que huir".

La portavoz de Ecologistas en Acción, Ana Aldarias, ha explicado que este año se reiteran banderas negras a atentados ecológicos que "parecían en vías de solucionarse, pero cuya resolución está aletargada en el trámite administrativo o atrapada en el laberinto judicial, muy garantista con los infractores".

Sin embargo, también hay casos de mejoras "gracias a la movilización ciudadana y de las organizaciones ecologistas", según Aldarias, que ha concluido que "los atentados ecológicos se seguirán produciendo mientras prevalezca el crecimiento económico sobre cualquier otro criterio y el respeto ambiental brille por su ausencia".