La hegemonía electoral del PP se consolida en los Ayuntamientos valencianos

La jornada de ayer fue la de la consolidación de un triunfo. El PP arrasó en la mayoría de grandes ciudades de la Comunitat Valenciana en las elecciones autonómicas y municipales del pasado 28 de mayo, y ayer se escenificó dicha victoria durante la conformación de todos los Ayuntamientos de la región.

Aparte de dulce triunfo de la «popular» María José Catalá, que recupera la Alcaldía de Valencia para el PP, Luis Barcalá fue investido de nuevo como alcalde de Alicante con 14 ediles, solo a uno de la mayoría absoluta, lo cual le dará cierta tranquilidad durante la próxima legislatura.

Barcala aseguró durante su intervención que su «reto personal» es la aprobación de los Presupuestos de 2024 «en fecha», después de haber tenido que prorrogar los de 2023 al no contar con mayoría suficiente.

Con menos holgura contará el Gobierno de la popular Begoña Carrasco en Castellón, que fue nombrada ayer alcaldesa con los once votos de su partido, a tres ediles de la mayoría absoluta, tras no alcanzar ningún acuerdo de Gobierno con el resto de formaciones.

No obstante, Carrasco aseguró que asume la Alcaldía con «la mayor de las ilusiones» y la «máxima humildad» y también con firmeza y voluntad de diálogo y consenso, así como de escucha y reflexión.

Se comprometió a «abrir las puertas y las ventanas» del consistorio y a acabar con «el ordeno y mando» y con las imposiciones. Y también aseguró que defenderá la libertad y que «cada uno desarrolle su proyecto de vida como quiera».

Pérdidas para el PSPV

En las últimas elecciones, los socialistas valencianos han perdido importantes feudos históricos para su partido. Uno de ellos es la localidad valenciana de Torrent, donde, tras años de Gobiernos socialistas, la popular Amparo Folgado tomó ayer posesión como alcaldesa tras llegar a un pacto de gobierno con Vox y relevará al alcalde del PSPV Jesús Ros. Folgado se comprometió a ofrecer «trabajo, esfuerzo, responsabilidad, ilusión y servicio a la ciudad de Torrent».

Elche es otra de las grandes pérdidas para los de Ximo Puig. Allí, el popular Pablo Ruz tomó ayer posesión como alcalde tras llegar, también, a un acuerdo de Gobierno con Vox.

Y en Morella (Castellón), localidad natal del secretario general de los socialistas y presidente de la Generalitat en funciones, de la que además fue alcalde, se produce seguramente el cambio de siglas más simbólico, ya que tras años de Alcaldía socialista, ayer fue nombrado alcalde Berbané Sangüesa, del partido Independents per Morell, con el apoyo del PP.

Otro dato curioso de la jornada de formación de los Ayuntamientos. La Comunitat Valenciana cuenta ya con la primera localidad gobernada por Vox. Se trata de Náquera, donde ayer fue nombrado alcalde Iván Expósito, que gobernará la próxima legislatura con el apoyo de Vox.