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Urbanismo

El jardín del solar de Jesuitas de Valencia será realidad treinta años después

Llevará el nombre de Trini Simó y serán 8.330 metros de auténtica huerta valenciana

La alcaldesa visitó ayer el solar de los jesuitas donde se creará el jardín Trini Simó La Razón

El Ayuntamiento ha comenzado las obras del futuro Jardín Trini Simó, un espacio verde ajardinado de 8.330 metros cuadrados situado sobre el antiguo solar de los Jesuitas y que recreará el paisaje de la huerta de Valencia, con campos, acequias y caminos. Se trata de una actuación financiada con fondos Next Generation de la Unión Europea y con un presupuesto de más de tres millones y medio de euros (3.519.100,33 euros). El diseño del nuevo jardín es fruto de un concurso de ideas, que ganó un equipo multidisciplinario integrado por especialistas en arquitectura, botánica, arqueología, arboricultura e ingeniería industrial y liderato por el arquitecto Carmel Gradolí, una de las personas, que junto a Trini Simó, encabezó las movilizaciones contra el proyecto de construir en este mismo lugar el lujoso hotel Cristal Palace, una propuesta del PP de la entonces alcaldesa, Rita Barberá, que tras muchas vicisitudes, quedó descartada no sin ser antes campo de batalla política durante décadas.

La alcaldesa, María José Catalá, explicó que es «un jardín esperado durante más de 30 años por los vecinos de Valencia y la verdad es que nos ha hecho muy felices poder iniciar este jardín maravilloso para la ciudad. En dos años, el actual equipo de gobierno ha podido aprobar el proyecto, licitarlo y adjudicarlo y empezar las obras».

El jardín será una realidad durante las próximas Fallas, y quizá por ello, el Ayuntamiento ha decidido que esté «vallado» con una celosía que podrá cerrar el parque «para un mínimo control», señaló la alcaldesa, ante el temor de que la zona se pueda convertir en un refugio del botellón.

María José Catalá añadió que el espacio «estará dedicado a los cítricos, a la agricultura tradicional valenciana y la técnica empleada, los materiales empleados, están muy cuidados, son muy tranquilos, con una técnica muy tradicional, intentando recuperar el suelo hidráulico y el suelo de Nolla que encontramos para poder reutilizarlo e intentando evocar las antiguas tapias, las celosías valencianas y la vegetación y la arquitectura de las típicas alquerías valencianas».

El nuevo espacio verde, en la esquina que conforman la Gran Vía de Fernando el Católico con el paseo de la Petxina, en el barrio del Botànic, se configura como un nuevo jardín hortofrutícola inspirado en la producción alimentaria valenciana. Reproduce también los cajeros de acequias para el riego de los campos, los caminos bordeados por plantas donde crece su propia diversidad, los porches de parra para la sombra y los muros con tapial de cal. Está previsto, además, el uso de baldosa fabricada con biomasa de manufactura local.

El conjunto facilitará la accesibilidad, fomentará la biodiversidad, complementará los huertos didácticos del Jardín Botánico y dispondrá de espacios para el descanso y la reunión. Finalmente, el nuevo jardín estará conectado con el Jardín de las Hespérides mediante una elevación que unirá los dos espacios después de que el jardín de las Hespérides se diseñara «de espaldas» a lo que tenía que ser un macro hotel y que afortunadamente, no vio nunca la luz.

Catalá aseguró que «el proyecto incorpora también dos zonas centrales que desarrollará la Universitat de València y, por lo tanto, habrá mucha conexión entre el Jardín Botánico, el Jardín de las Hespérides y el Jardín Trini Simó. La verdad es que el proyecto es un buen proyecto, estamos contentos y permitirá un pulmón verde maravilloso para la ciudad».