Investidura Pérez Llorca

Lee el discurso íntegro de Pérez Llorca, candidato a presidente de la Generalitat

Consta en total de 34 páginas que ha pronunciado en torno a una hora y media

El síndic del grupo popular en las Corts Valencianes y secretario general del PP de la Comunitat Valenciana, Juanfran Pérez Llorca, durante su debate de investidura como nuevo president de la Generalitat, en Les Corts Valencianes, a 27 de noviembre de 2025, en Valencia, Comunidad Valenciana (España). El candidato del PP a relevar a Carlos Mazón al frente de la Generalitat y único aspirante, Juanfran Pérez Llorca, se somete hoy al debate de investidura en Les Corts, una sesión a la que asistir...
Debate de investidura de Pérez Llorca como presidente de la Generalitat valencianaJorge GilEuropa Press

Muchas gracias, Presidenta, Señoras y señores diputados, Señorías, Buenos días a todos.

Creo que es importante que las valencianas y los valencianos conozcan, de entrada, el propósito, los principios y los valores que inspiran a quien hoy presenta en esta cámara su candidatura para ser su President, el de todas las valencianas y los valencianos. Porque ese es el objetivo de este Pleno: saber qué mayoría apoya el que representa mi candidatura a la Presidencia de la Generalitat.

Empezaré, por tanto, por mi propósito que no es otro que continuar con el cambio que empezó en 2023. Un cambio que ha permitido poner en marcha un proyecto político que debe continuar mirando al futuro.

Ahí mirará el Consell que espero poder presidir si obtengo la confianza de estas Cortes: hacia el futuro. Ahí miraremos, con humildad, con trabajo, con serenidad y con la convicción de que la Comunitat Valenciana merece toda la estabilidad que le podamos garantizar.

En esta sesión plenaria reclamo el apoyo de esta cámara porque en democracia parlamentaria no se puede gobernar de espaldas al parlamento.

Hoy, la situación de la Comunitat Valenciana nos reclama que antepongamos los intereses de esta tierra y las necesidades de los ciudadanos sobre cualquiera de nuestras circunstancias políticas. Y que sea en estas Cortes donde todos demostremos cuales son nuestras propuestas y cuáles son los intereses que defendemos.

Vengo a esta sesión sin ningún acuerdo cerrado con ninguna formación política, pero con la determinación de terminar esta sesión con el pacto que propongo, el pacto de las Cortes.

El pacto que asegura la gobernabilidad de nuestras instituciones y la estabilidad de una legislatura que se apoya sobre una mayoría parlamentaria real, que ha funcionado y que quiere seguir al servicio de esta tierra.

Señorías, Formo parte de un proyecto político de mujeres y hombres que han hecho realidad propuestas para mejorar la calidad de vida de los valencianos: Es una realidad que hace dos años, un paciente de prioridad 1 —un paciente que no puede esperar— tardaba 61 días en ser operado. Hoy espera 27 días.

Señorías, hemos reducido a la mitad la lista de espera para pacientes que necesitan una operación. En solo dos años. No estoy hablando de cifras: estoy hablando de una operación que se hace antes, de una vida que continua, y de una familia que descansa.

Es una realidad que la salud mental se trata, como se demandaba desde hacía años, como una prioridad real, invirtiendo 724 millones de euros durante esta legislatura.

Es una realidad la Ley de Libertad Educativa, y hoy, por fin, las familias pueden elegir sin tutelas ideológicas. Por fin, la escuela es de todos.

Es una realidad -por primera vez en la historia de la Comunitat Valenciana- la educación universal y gratuita de los 0 a los tres años.

Es igualdad. Son oportunidades. Es dignidad.

Es una realidad que hemos incorporado cerca de 1.500 nuevos docentes, y hemos llegado a la cifra histórica de 83.592 maestros. Y quiero aprovechar hoy en el Dia del maestro para felicitarlos y donarles las gracias por la tarea que hacen. Más manos, más atención, más y mejor formación.

Es una realidad que la cifra de solicitudes atendidas en la Dependencia ha aumentado un 29% en esta legislatura, y que la lista de espera ha bajado más de un 28%.

Son una realidad las ocho nuevas residencias de mayores, 1.160 plazas adicionales.

Y en una semana tan llena de significado como esta, en la que defendemos la lucha contra todo tipo de violencia contra las mujeres, me van a permitir que celebre el avance que supone, por un lado, la inminente presentación de la Estrategia para la Lucha contra la Trata de Mujeres y Niñas con fines de Explotación Sexual en la Comunitat Valenciana; y, por otro lado, el Plan de Prevención del Uso de la Pornografía entre Adolescentes que empezó hace unos meses. Son una realidad también, señorías, las 4.400 viviendas públicas en marcha del PLAN VIVE.

Señorías, es una realidad que hoy en la Comunitat Valenciana los hijos no pagan ya ningún impuesto por la muerte de sus padres.

Es una realidad, señorías, que hoy en la Comunitat Valenciana hacer deporte, ir al dentista, o simplemente comprarte otras gafas desgrava en la declaración de la renta.

Y todo esto, señorías, se ha hecho para las rentas medianas y bajas de nuestra tierra. Y quiero hablar ahora no de una realidad sino de una teoría, aquella que defendía que si se bajaban los impuestos se hundían los ingresos.

¿Qué dice la realidad? Todo lo contrario. La Agencia Tributaria Valenciana recaudó 2.541 millones en 2024, un 7,8% más.

Hablamos ahora de una realidad, hablamos de un compromiso, hablamos de aquello que es fundamental para el futuro de esta tierra: el agua.

El agua que garantizan los trasvases del Xúquer-Vinalopó y del Tajo-Segura, a los que no renunciaremos, como no renunciaremos a un Pacto Nacional del Agua, que continúa siendo necesario. No vamos a renunciar a esa reivindicación. Nos avala la historia y la tradición, la eficiencia y el esfuerzo que hemos hecho, que hacemos y que seguiremos haciendo.

Y la realidad de este compromiso es que hemos invertido 69,4 millones de euros en infraestructuras hidráulicas.

Y hablando de realidad, no quiero concluir este breve balance sin recordar que tenemos cerca de un 9% menos de desempleados desde que empezó la presente Legislatura.

Porque también es una realidad que nunca habíamos tenido tanta gente trabajando en la Comunitat Valenciana, gracias a una tendencia de crecimiento sostenida que nos acerca a los 2,5 millones de personas con un puesto de trabajo.

Es la realidad de un cambio.

Este, señorías es el propósito de este candidato: seguir haciendo realidad ese cambio que merecía nuestra tierra.

Y quiero remarcar una cosa importante: muchas de estas medidas no habrían sido posibles sin el pacto conseguido en 2023. Un acuerdo que permitió articular mayorías estables, superar bloqueos y situar en la agenda reformas que estaban años pendientes de encararse. Fue un pacto exigente, sí, pero también responsable, que contó con la colaboración decisiva de VOX para impulsar cambios que hoy benefician al conjunto de la Comunitat Valenciana.

Señorías, hablaba de propósito al principio de mi intervención y creo que ha quedado claro. Y hablaba de principios y valores.

Por experiencia personal, pero sobre todo por convicción política y democrática creo que la colaboración y el apoyo entre administraciones debe respetarse y cuidarse por parte de todos, y que eso se hace con diálogo, porque las instituciones no hablan por ellas mismas, pero las personas que las ocupan, sí.

Señorías, yo vengo aquí a esta cámara siendo alcalde de mi pueblo: Finestrat, y siempre he dicho que no hay cargo más noble que ser alcalde. Porque ser alcalde no es mandar: es estar. Es tener los pies siempre en el suelo. Es mirar a la gente cara a cara y escuchar sus problemas. Todos sus problemas. Sin mirar de qué administración es la competencia. Es hacer que la administración sea real y cercana.

Eso es gobernar: lo cotidiano, lo que importa y que no suele salir en los periódicos. No concibo una administración que trate mejor a quien le aplaude que a quien le critica. Un President no representa a los que le votan. Representa a todos. A los que le apoyan, a los que le llevan la contraria y a los que no le conocen. Así es como yo he entendido siempre la política desde mi Ayuntamiento. Esa es la dignidad del cargo. Y esa es la responsabilidad que yo quiero asumir. Estoy aquí para ofrecer esa vía. Una vía tranquila, firme y trabajadora.

Y por eso hoy, dar este paso no es inevitablemente una renuncia. Renuncio al privilegio de ser Alcalde. Y a cambio asumo una responsabilidad mayor: ponerme al servicio de una tierra donde hay millones de personas que no saben quién soy, que no me han visto caminar por su calle, y que quizá pronuncien mi nombre por primera vez dentro de unos días.

Mi intención es sencilla: que esos ciudadanos vean en mí el mismo compromiso que vieron mis vecinos. Que entiendan que si acepto este camino es para cuidar lo cotidiano, asegurar que lo esencial funciona. Un gobierno serio empieza por lo mismo que un ayuntamiento: garantizar que la gente viva bien, sin ruido, sin caos y sin promesas huecas.

Señorías, Si esta cámara me otorga el apoyo necesario para ser investido, mis primeras palabras como President serán para pedir perdón en nombre de la Generalitat Valenciana a los familiares de les 229 víctimas mortales.

Perdón a todas las personas y familias que aún padecen las consecuencias de las riadas del 29 de octubre. A aquellos que lo perdieron todo y a aquellos que perdieron demasiado. Palabras que deberían hacer suyas también estas Cortes, donde ha sobrado barullo e insultos.

Si finalmente soy elegido President, pediré perdón en nombre de la Generalitat Valenciana, y exigiré lo mismo al Gobierno de España por todas las vías posibles. Un gobierno, quiero insistir, que no ha reconocido errores, ni ha dado explicaciones, ni ha asumido ninguna responsabilidad, como sí ha hecho la administración valenciana.

Señorías, la barrancada no preguntó a nadie por su voto antes de arrasar. La naturaleza no entiende de izquierdas ni de derechas. Y por eso, la respuesta tampoco puede entenderlo. La única política válida en ese terreno es la política que pone por delante a las personas.

Es por ello importante que hoy aquí expliquemos la labor que ha hecho la Generalitat en la reconstrucción. En total se han movilizado 2.500 millones de euros de recursos propios, a pulmón, sin ayuda y sin más opción por parte del Gobierno central que su permiso para endeudarnos más.

Quiero recordarles señorías algunos ejemplos claros de lo que ha supuesto la reconstrucción:

  • Total ayudas primera necesidad, 230 millones de euros movilizados.
  • Total ayuda vehículos, 311 millones de euros movilizados.
  • Total ayudas autónomos, 185 millones.
  • Total ayudas agricultores y ganaderos: cerca de 38 millones.
  • Total ayudas ERTES, casi 11 millones;
  • Ayudas a nuestro tejido empresarial por valor de 127 millones.
  • Total ayudas alquiler, 6 millones;
  • Total ayudas nueva vivienda, 30 millones.
  • Abrir los 57 centros de Salud afectados
  • Reubicar a todos los alumnos de los centros educativos afectados;
  • Despejar 767 caminos y viales obstruidos;
  • Retirar más de 800.000 toneladas de residuos;
  • Retirar más de 110.000 vehículos;
  • Reabrir las 18 carreteras autonómicas;
  • Asumir la reparación de otras 60 municipales;
  • Iniciar la reparación de 2.755 kilómetros de pistas forestales;
  • Reponer en su totalidad la red de Metrovalencia; centro de mando doble. ´
  • Reparar 150 kilómetros de colectores y 123 depuradoras.
Creo que, a la vista de estos datos, que sólo son un resumen, es de justicia reconocer la labor del actual Consell.

Señorías: los datos de impacto, acciones y previsiones demuestran que estamos ante una cuestión de Estado en la que el Estado no puede fallar. Las obras para tener mejor protección, los sistemas para mejorar la prevención, el modelo de gestión de las emergencias, todo tiene que garantizarnos estar más preparados.

Se ha hecho mucho, pero soy consciente de que queda mucho por hacer. No bajaremos la intensidad. Es mi compromiso. Pero necesitamos más implicación, más compromiso y más coordinación para ser más rápidos y más eficaces.

Vuelvo a reiterarlo: necesitamos que se constituya la Comisión Mixta entre Generalitat y Gobierno para tener más coordinación, para ser más rápidos y más eficaces. No merecemos más indiferencia. No nos la merecemos.

Señoras y señores diputados, yo no vengo a prometer milagros ni a levantar banderas que enfrenten. Vengo a ofrecer una manera distinta de hacer las cosas con un rumbo claro que fue el que eligieron los valencianos cuando en mayo de 2023 entendieron que era necesario un cambio. Y es aquí, señorías, donde este acuerdo que ofrezco al conjunto de esta cámara, a los 99 diputados, debe tener en cuenta los siguientes pilares fundamentales.

En primer lugar, señorías, quiero referirme a nuestro campo. El campo valenciano está al límite; es una realidad que no se puede negar desde un análisis mínimamente riguroso, razonable o que no esté condicionado por prejuicios sectarios. El empeoramiento de las condiciones de trabajo es un hecho incontestable; la subida incesante de los gastos; la competencia desleal y la falta de agua amenazan la supervivencia de un sector que vertebra nuestra identidad, provee nuestra dieta mediterránea y nos proyecta en el mundo.

¿Podemos decir que estamos haciendo todo el que se puede hacer? ¿De verdad podemos afirmar tal cosa mientras labradores, ganaderos y pescadores no pueden competir porque Europa no ha sabido aplicar las “clausulas espejo”? Reclamar su aplicación efectiva es de justicia: si nuestros labradores cumplen las normas más exigentes de Europa, aquellos que quieran vender en nuestro mercado también tienen que cumplir exactamente lo mismo.

Nuestros agricultores no piden privilegios, lo que están exigiendo es igualdad. Las mismas reglas para todos. Porque sin “cláusulas espejo” hay competencia desleal, nuestro campo se hunde y España pierde capacidad para defender lo que es suyo, lo que es nuestro.

¿De verdad podemos decir que nuestros agricultores, ganaderos y pescadores tienen a su disposición los instrumentos que los hacen sentir protegidos, cuidados y valorados? Yo, como ellos, digo que actualmente NO.

El Pacto Verde Europeo, tal y como está planteado, impulsado por las élites europeas de despacho, es la mayor amenaza a la que se enfrentan nuestros agricultores. Su desarrollo ha fracasado para nuestro territorio. Ha puesto más cargas que soluciones. Ha creado más burocracia que oportunidades. Y ha colocado a nuestros labradores en un callejón sin salida. Nos han hecho creer que para salvar el planeta tenemos que arruinar inevitablemente a los que han dedicado su vida a cuidar del medio rural, a sembrar nuestros campos y alimentar a nuestros ganados.

La voz del sector es unánime en la defensa de unas condiciones que favorezcan la viabilidad y la rentabilidad de las explotaciones agrarias. Nos jugamos el futuro de un sector que hoy lucha para sobrevivir. Desde Bruselas piden más exigencias, imponen más controles, condenan en nuestro campo a cargar con más costes… y mientras tanto dejan entrar productos de países terceros que no cumplen ni de lejos ni los mismos estándares, ni las mismas exigencias ni los mismos controles.

Esto no es ecologismo. Esto no es justicia climática. Esto es, simplemente, incompetencia y desequilibrio.

Por eso, el Consell que aspiro a presidir si cuento con el apoyo de esta Cámara hará tres cosas.

Primera: exigiremos en Europa un marco realista, mediterráneo y productivo. No queremos privilegios; queremos rigor e igualdad real de condiciones. Queremos que aquello que se nos exige aquí también sea exigido a los que vuelen entrar en nuestros mercados. Queremos una política de aranceles que sea justa. Hemos dicho siempre en las Instituciones Europeas que se impusieron unos objetivos inasumibles y de lo que se trata es de aplicar el sentido común. Es necesario flexibilizar las metas, sobre todo si, en rigor, son imposibles de cumplir de forma plena y efectiva.

Señorías, vamos a defender nuestro sector primario frente a las imposiciones de Bruselas y frente a una impostura ecologista que las élites europeas han convertido en dogma. Y lo vamos a exigir a un Gobierno de Sánchez más pendiente de abrir la puerta a las naranjas de países terceros que de proteger, impulsar y poner en valor la calidad excepcional de las naranjas valencianas.

Segunda: como ya se comprometió en los presupuestos de 2025 aprobados con VOX, eliminar, mantener eliminadas o reformar todas aquellas cargas y tasas autonómicas derivadas del Pacto Verde que no aportan nada y solo condenan al sector. Del mismo modo, exigiremos una política firme contra los aranceles que injustamente discriminen nuestros productos.

Tercera: hacer del campo valenciano un sector estratégico de verdad, con crédito, con apoyo técnico y de innovación, apostando por el IVIA y por una presencia política sólida a Madrid y en Bruselas. Lo que estamos pidiendo es rigor y sentido común, que es la misma cosa que pedimos —sin prejuicios, ni complejos— para nuestro futuro energético, un debate que tenemos que afrontar de manera fundamentada y no con desinformaciones.

Las valencianas y los valencianos deben saber de qué estamos hablando; disponer de la energía nuclear para garantizar un equilibrio en el proceso de descarbonización es fundamental.

Todos recordamos -y todos sufrimos- el resultado de fiarlo todo a una única fuente energética. Yo no quiero un apagón en mi tierra. Yo no quiero una Comunitat que dependa energéticamente de ningún territorio, ni de decisiones arbitrarias que alguien toma a miles de kilómetros de aquí.

Entre defender la continuidad de una infraestructura como la central de Cofrentes, que nos garantiza el 45% de la energía que necesitamos, o depender de Rusia para cubrir el cierre de la central, este candidato lo tiene muy claro.

Miren, Suecia va a potenciar la energía nuclear; Reino Unido va a cuadriplicarla; Alemania está reconsiderando su política, podríamos hablar de Italia, de Francia... ¿Dónde queremos estar, señorías? Yo lo tengo claro y, por eso, quiero ratificar la defensa de la continuidad de Cofrentes, un compromiso que será el del Consell que aspiro a presidir, porque nos jugamos la competitividad de nuestra industria, pero, también, el precio de la luz que pagan las familias valencianas.

Cofrentes no se cierra.

Señorías, no hace falta que yo venga aquí a recordar lo que todos hemos visto con nuestros ojos. Hemos vivido inundaciones, daños irreparables, casas arrasadas…

Todos sabemos que la Comunitat Valenciana necesita obras hidráulicas de gran calado: encauzamientos, presas, desvíos naturales de caudal, laminación de avenidas, parques inundables… No hablo de ocurrencias, hablo de ingeniería básica. Hablo de prevenir.

¿Qué nos lo ha impedido? ¿Qué ha frenado proyectos que estaban en la mesa desde hace años? No podemos seguir ignorándolo: hay regulaciones europeas y españolas de corte ideológico que impiden estas obras esenciales, que las han frenado. Y un ejemplo claro es la Llei de l’Horta.

Señorías, hemos de recuperar esa capacidad de priorizar obras hidráulicas sin que el Gobierno de España nos las bloqueen por criterios ideológicos. Hemos de limpiar nuestros barrancos, desviar cauces naturales para hacerlos más seguros. En definitiva: hemos de protegernos y proteger a las personas.

En esa línea algunas de las obras de encauzamiento, reparación y actuación de barrancos que hemos hecho a pesar de no ser de nuestra competencia y que hemos hecho solo por el abandono del Gobierno de España, han sido:

  • Reparación de la Cuenca del Barranco de San Vicente en Alborache
  • Muro de protección y talud en Godelleta
  • Reconstrucción de los márgenes del barranco en Alcàsser y Picassent
  • Rellenos y reparación de las barreras de contención en Catarroja
  • Reconstrucción de los márgenes del Rio Magro en Algemesí
  • Limpieza y reparación del Barranco en Alginet
  • Restitución del Cauce en Sot de Chera
  • Protección del talud en Requena y Utiel
En definitiva, señorías más de 25 millones de euros en infraestructuras hidráulicas que ya hemos acometido. Pero señorías no podemos quedarnos ahí, debemos ir más lejos, debemos poner encima de la mesa una serie de obras hídricas que hay que realizar de manera obligatoria.

Por eso, garantizaremos que en el presupuesto de la Generalitat Valenciana se incluyan las partidas necesarias para:

  • Seguir la reparación de la presa de Buseo.
  • Diseñar tanques de tormenta subterráneos con capacidad suficiente para almacenar el volumen de agua previsto en eventos extremos.
  • Planificar y ejecutar la construcción de parques inundables en áreas bajas, con el fin de retener y reconducir las aguas pluviales y las procedentes de desbordamientos de los ríos.
Pero señorías esto no lo podemos hacer solos, tenemos que exigir al Gobierno de España que realice las obras de su competencia, que se deje de intereses partidistas y anteponga la vida de los ciudadanos y para ello reclamaremos:
  • Obras de laminación y mejora del drenaje de los barrancos del Pozalet y de la Saleta;
  • Acondicionamiento del barranco de la Saleta;
  • Obras de encauzamiento y drenaje en la cuenca del Poyo;
  • Aumento de la capacidad de drenaje transversal de la A3 en varios puntos como en su cruce con el AVE o el barranco del Poyo;
  • Encauzamiento de los tramos más peligrosos del río Turia;
  • Ampliación de la capacidad de desagüe del cauce del río Turia. Reducción del riesgo de inundación de la ciudad de Valencia y de l’Horta Sud mediante la ampliación de la capacidad de desagüe del nuevo lecho del Turia;
  • Presa de Villamarxant;
  • Presa de Cheste;
  • Reparación urgente de la Presa de Forata.
Yo quiero agradecer a VOX que ha estado trabajando, en todo momento, con la responsabilidad de seguir impulsando la reconstrucción de la Comunidad Valenciana. Hasta la fecha, ambas formaciones políticas hemos demostrado la altura de miras necesaria para trabajar juntos por la reconstrucción, especialmente ante la falta de respuesta adecuada por parte del Gobierno de España y que obliga al Gobierno de Pedro Sánchez a asumir sus responsabilidades políticas que no han querido afrontar hasta la fecha. No podemos seguir así.

Y anuncio que impulsaremos en Les Corts la aprobación de una iniciativa para instar al Gobierno de España a dotar y ejecutar, de una vez por todas, las obras hidráulicas pendientes en la Comunitat Valenciana, actuaciones clave para nuestra seguridad hídrica y nuestro desarrollo. Y, además, trasladaremos esta exigencia al Congreso de los Diputados y a las instituciones europeas para que la agenda del agua de la Comunitat sea atendida con la prioridad que merece.

Y si el Gobierno de Sánchez sigue sin dar respuesta, promoveremos las acciones legales necesarias para denunciar su inacción, por negligencia y por haber dejado sin la protección debida a los ciudadanos.

Señorías y señores diputados, En este pacto que aspiramos a construir a lo largo de esta sesión de investidura, también quiero hablar de inmigración. Decir que la inmigración es un reto complejo al cual se enfrentan barrios y localidades no es condenar a todos los inmigrantes. Hablar claro sobre los efectos que tiene una inmigración masiva y mal gestionada no puede depender de la comunidad autónoma en la cual se hable.

Defender la convivencia, la seguridad y la preservación de nuestra identidad no es ser racista, ni alarmista. Es ejercer la responsabilidad que se espera de cualquier servidor público.

No se trata de señalar a nadie, sino de constatar que, con una financiación ya insuficiente, nuestros servicios públicos funcionan al límite. Cualquier llegada desordenada de población sin planificación, ni recursos adecuados, solo aumenta la presión sobre unos sistemas que necesitan refuerzo, coordinación y responsabilidad.

En la misma línea que esta Comunidad viene reivindicando por su deuda histórica en materia sanitaria, derivada de la atención a más de un millón de desplazados en el último año. Los servicios públicos necesitan financiación real, no simples promesas Ya está bien de esta hipocresía.

Señorías, quiero decir unas palabras muy claras: “No podemos decir aquí que venga todo el mundo, no puede ser; regularlo y acoger e integrar. Europa es un imán, la gente quiere venir a Europa, lo que debemos hacer es ser capaces de regular esto.” ¿Saben, señorías, quién pronunció estas palabras? Salvador Illa, el presidente de la Generalitat de Cataluña.

Señorías, no se sostiene que el mismo discurso sea racista en la Comunidad Valenciana e integrador en Cataluña dependiendo de quien lo pronuncie. Lo he dicho antes. Basta ya de tanta hipocresía. No podemos mirar hacia otro lado cuando llegan personas que pretenden mantener prácticas que chocan frontalmente con nuestros valores de igualdad, libertad, dignidad de la mujer y respecto a la ley. En suma, esto no va de ideologías, va de proteger un marco de convivencia que compartimos como sociedad.

Soy plenamente consciente que VOX, incluso antes de su salida del Consell en 2024, advirtió que era necesario abordar este debate con seriedad, y el tiempo ha demostrado que había motivos para hacerlo, para reivindicar una gestión más responsable de la política migratoria.

Por eso, aunque en el Gobierno de Sánchez no le guste escucharlo, es imprescindible afrontar este reto sin frivolidades y mantendremos —con serenidad y sin ruido— las líneas que buscan garantizar la seguridad, la convivencia y un control real de la inmigración irregular que alimentan las mafias.

Cero ayudas públicas para aquellas organizaciones que incentivan o facilitan la inmigración irregular. Y, además, garantías y controles eficaces —incluidas las pruebas de determinación de edad cuando sea necesario— para asegurar que la atención a menores no acompañados se haga con rigor, transparencia y protección real a quien de verdad lo necesita.

Necesitamos ordenar la inmigración desde el sentido común, el acuerdo y el consenso. Las mafias de traficantes de personas se están aprovechando de una política que ha terminado por confundir la generosidad con la permisividad. Y no son lo mismo.

Miren, señorías, es cierto que aquí hay trabajo y oportunidades. Y que eso atrae a personas que buscan un futuro mejor. Todo eso lo tenemos. Pero también tenemos valores culturales, normas sociales, y convicciones democráticas. Valores, normas y convicciones que explican precisamente nuestra prosperidad y nuestro atractivo.

Valores, normas y convicciones por los que tenemos que velar y que tienen que ser respetadas y asumidas por quien quieran venir en procedimientos legales, ordenados, humanos y ajustados a las necesidades reales de ocupación y capacidad de absorción y de nuestra región.

Los países de nuestro entorno —todos, sin excepción— están poniendo en marcha diferentes iniciativas que intentan regular y poner orden a unos flujos migratorios que, si no se gestionan adecuadamente, pueden generar tensiones sociales graves.

Es decir, todo lo contrario de lo que está haciendo el Gobierno de España. Mi Consell continuará exigiendo una política migratoria seria y con cordura; una política que, dentro de la Unión Europea, exija desarrollar por completo la labor de FRONTEX para luchar contra las mafias y potenciar el trabajo en los países de origen para facilitar la inmigración circular.

Y, sin duda, es necesario que el Gobierno central acabe de una vez, de desplegar el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (el SIVE) en las costas de la Comunitat Valenciana tal como pasa en Canarias, Andalucía y Ceuta.

Quiero recordar que la Generalitat lo viene reclamando desde septiembre de 2023, sin que haya habido ninguna respuesta por parte del Ministerio del Interior, a pesar de que faltan efectivos especializados y centros de mando y control. Corremos el riesgo de perder fondos europeos específicos en esta materia por falta de compromiso estatal.

Señorías, ninguna persona decente puede pensar que un menor estará en mejor situación que estando con su familia. Por ese motivo continuaremos oponiéndonos al Real Decreto 2/2025, como ha hecho la Generalitat recurriéndolo ante el Tribunal Constitucional por invasión de competencias, y también ante el Tribunal Supremo para frenar un reparto de menores migrantes no acompañados en nuestra Comunidad.

Una norma que es un monumento a la irresponsabilidad y al tacticismo del Gobierno de Sánchez, que defiende un modelo desordenado, ineficaz y económicamente inviable, que tensiona a las administraciones autonómicas y desborda los recursos públicos.

Llevamos meses advirtiendo de la saturación de los centros de menores; por eso, como el Consell ya se comprometió con VOX en abril de este año, nos oponemos y nos continuaremos oponiendo a un reparto que utiliza a los menores como mercancía y que deja fuera del reparto a sus socios separatistas de Cataluña y el País Vasco.

Una decisión impuesta, sin dotarla de recursos y sin ninguna planificación. Esto no es solidaridad, es un chantaje que utiliza a menores para hacer política.

Nuestro modelo es otro muy diferente. Por eso ya estamos trabajando — y lo continuaremos haciendo— en fórmulas legales para que los menores no acompañados que han llegado a nuestra Comunidad vuelven con sus padres y familias. Una apuesta que se combina con la coordinación en los países de origen para darles una oportunidad de futuro.

Ofrecemos solidaridad, pero reclamamos seriedad; compartimos responsabilidad, pero exigimos políticas basadas en la legalidad y en la seguridad.

Esto no es un debate ideológico, sino un debate de responsabilidad: afrontar de frente un reto que ya es una realidad y que afecta a muchos vecinos en barrios y localidades. Es un debate de convivencia. Es un debate de cómo protegemos, al mismo tiempo, la dignidad de quien llega y la seguridad de quien vive aquí.

No tenemos que tener miedo a conocer los datos reales de delincuencia, ni el origen de quienes cometen delitos. Señorías, esto ya se ha anunciado por parte de la Policía Autonómica del País Vasco y también lo harán los Mossos d'Esquadra en Cataluña. ¿Por qué allí la izquierda calla y no acusa a nadie de racismo?

La transparencia es esencial: solo con la información completa podemos adoptar medidas proporcionadas, mejorar la prevención y ofrecer respuestas serias y eficaces a los problemas que preocupan la ciudadanía.

No se puede defender a un Gobierno de España que reparte los menores no acompañados como penalizaciones en las regiones que considera hostiles, y libra de ellos a las que están sometidas al independentismo y a los cómplices de Pedro Sánchez. Porque esto, como ya he dicho antes, no va de izquierdas o derechas, va de sentido común.

Señoras y señores diputados, Otro de los pilares fundamentales es la estrategia fiscal que defendemos, que parte de una idea muy sencilla: cuando a las familias les va bien, a la Comunitat le va bien. Y, para que a las familias les vaya bien, lo primero es dejar de asfixiarlas con una presión fiscal récord, que ha convertido a España en uno de los países donde más ha crecido la recaudación, a costa del bolsillo de la gente.

Nuestra propuesta parte de lo contrario: menos impuestos para vivir mejor, para incentivar el consumo, la actividad económica y la creación de empleo. Una estrategia fiscal moderna, equilibrada y alineada con lo que funciona en las economías más dinámicas.

Creemos en un marco fiscal que favorezca a autónomos, pymes y emprendedores, con cuotas ajustadas a ingresos reales, deducciones ágiles y una política que premie el esfuerzo en lugar de penalizarlo. La Comunitat Valenciana necesita un tejido productivo fuerte, no un sistema que trate al autónomo como un sospechoso permanente.

Por último, nuestra estrategia fiscal se complementa con una lucha seria contra el gasto político innecesario. Bajar impuestos no es gastar más, es gastar mejor. Es reducir duplicidades, eliminar estructuras ideológicas y priorizar lo que importa: sanidad, educación y políticas sociales.

En definitiva, proponemos una Comunitat donde el esfuerzo tenga recompensa, donde las familias vivan mejor y donde la fiscalidad esté al servicio de la gente, no del Gobierno.

Señorías, permítanme hablar claro. Cuando hablamos de financiación autonómica, no hablamos de ideología. Hablamos de si esta tierra puede pagar su sanidad, su educación, su dependencia y sus servicios públicos con la misma dignidad que el resto de las comunidades. Hablamos de si un valenciano tiene, o no, los mismos recursos públicos por habitante que cualquier otro ciudadano de España. Eso es lo que está en juego.

Durante años, demasiados años, la Comunitat Valenciana ha estado a la cola de la financiación por habitante. No somos los que menos aportamos, ni somos los más pobres, pero somos de los que menos recibimos. ¿Y eso qué significa? Significa que mantenemos las mismas competencias que el resto, pero con menos recursos para ejercerlas. Y cuando no llegan los ingresos, no desaparecen los gastos: se pagan con deuda. Esa es la realidad que arrastramos desde hace décadas. Una realidad injusta.

Necesitamos una reforma del sistema de financiación autonómica que garantice que ninguna comunidad quede por debajo de la media cuando hace el mismo esfuerzo fiscal y tiene necesidades similares. Este modelo, aprobado en 2009, está caducado, agotado, desajustado a la realidad demográfica y económica de hoy.

Justicia significa dar a la Comunitat Valenciana lo que le corresponde por población, por crecimiento, por servicios que presta y por carga real sobre sus cuentas públicas.

Y mientras esa reforma no llega, porque sabemos que no depende solo de nosotros y que requiere consenso estatal, necesitamos una solución transitoria: un fondo de nivelación que compense, cada año, la diferencia entre la financiación que recibimos y la que nos correspondería si estuviéramos en la media.

Algunos preguntarán quién gana si el sistema se reforma. Yo les diré quién no pierde: no perdemos los que defendemos la igualdad.

Si se negocia desde la división, otros territorios pactan bilateralmente y nosotros nos quedamos esperando turno. Cuando vamos juntos, somos mucho más fuertes.

En este contexto, señorías, quiero solicitar expresamente al actual Partido Socialista, que abandonó la Mesa por un Finançament Just, que regrese al consenso y al acuerdo, donde ellos han estado sentados conmigo y yo junto a ellos.

Ustedes que han sido capaces de aplaudir acuerdos de esta comunidad con otras regiones pidiendo un Fondo de Nivelación transitorio, vuelvan a la posición sensata que un día defendieron.

Los más de 5,4 millones de personas que viven en la Comunitat Valenciana no pueden pagar las consecuencias de un injusto y arbitrario reparto de los recursos del conjunto de España. El Gobierno de Pedro Sánchez debe cumplir con esta tierra y debe impulsar la reforma de la financiación, que nos corresponde, pero aquí también debemos adoptar medidas que impulsen nuestro futuro y que garanticen el porvenir de las generaciones futuras, y el bienestar y la calidad de vida de todos.

Señorías, debemos reducir la presión hospitalaria en las urgencias de los hospitales, y por eso si cuento con la confianza de la cámara una de las decisiones que vamos a adoptar es la creación de puntos de atención sanitara urgente permanente-24horas en municipios de más de 50.000 habitantes. Esto es reducir de forma drástica en las urgencias de los hospitales. Esto es mejorar la calidad asistencial.

Por eso señorías, si me conceden su confianza les garantizo que mi primera medida irá encaminada a todos esos jóvenes que quieren crecer, que quieren progresar y que quieren una vida mejor. A todos esos jóvenes a los que siempre les dicen que son parte del futuro, y se les olvida en las propuestas del presente; a los que se les pide que inicien un proyecto de vida cuando no tienen la sostenibilidad económica para hacerlo. ´

Hoy quiero anunciar que el Consell que aspiro a presidir garantizará la gratuidad del primer curso de universidad, con efectos inmediatos, para todos aquellos jóvenes que aprueben todas las asignaturas.

Así es señorías, cultura del esfuerzo. De estudiar duro. De trabajar y esforzarse, pero con recompensa. Para todos los estudiantes del sistema universitario valenciano. Porque el esfuerzo se premia, Señorías. Porque el desarrollo del talento no debe depender del código postal, del salario de tus padres o de cuántas horas extra pueda hacer tu familia. Y para las familias significa saber que su hijo o su hija puede dar el primer paso en la universidad sin que la factura les rompa el mes. Esto es hacer políticas que mejoren la vida de las familias señorías y no palabras vacías.

Señorías, quiero rescatar aquí una propuesta que hizo el Consell en el pasado Debate de política General y que me comprometo a aplicar con efecto inmediato si esta cámara me otorga su confianza.

Señorías, la música no se solo música en la Comunidad Valenciana. Es identidad. Es tradición. Es orgullo. Son las bandas que llenan de vida cada pueblo, cada barrio, cada fiesta. Son las escuelas, los conservatorios, las sociedades musicales… Y por eso, por primera vez, la Generalitat dice alto y claro: vamos a apoyar a la música valenciana con hechos, no con palabras.

Aprobaremos de manera inmediata nuevas deducciones fiscales específicas al IRPF autonómico para fomentar la práctica de la música.

¿Qué significará esto en el día a día de la gente y de las familias? Significa que cuando una niña o un niño quiera aprender a tocar un instrumento, sus padres no tendrán que renunciar por el coste. Significa que renovar una trompeta, comprar unas partituras o empezar en una escuela de música ya no será un lujo, sino una opción en la mano de cualquier casa. Significa que las tasas de conservatorios dejarán de ser una barrera para seguir formándose. Significa que los músicos en activo, los que ensayan cada día, los que estudian por la noche después de trabajar, podrán deducirse cursos, talleres y formación avanzada. Significa que las más de 550 sociedades musicales de nuestra Comunidad, y que son uno de los corazones culturales de nuestros pueblos, verán reconocido su papel: las cuotas de los socios serán deducibles por primera vez. Esto, señorías, es apostar por nuestras señas de identidad. Apostar por aquello que somos y para todos.

Señorías, como he dicho anteriormente debemos hacer una política fiscal que llegue a todos, que permita que los ciudadanos vivan mejor y lleguen a final de mes. Centrándonos en las rentas medias y bajas que son las que más necesitan un alivio fiscal. Por eso, siguiendo la línea del Consell del Cambio de 2023 que revolucionó la política fiscal en nuestra tierra les quiero hacer dos anuncios. En primer lugar, señorías, si me otorgan la confianza para ser President, ampliaremos un 50% todas las deducciones autonómicas aprobadas en 2023 para el IRPF en la Comunitat Valenciana. Sí señorías, sí. Ir al dentista, comprarse unas gafas, hacer deporte, salud mental, enfermedades raras, alzhéimer. Aumentamos sus límites en un 50% para esas rentas medias y bajas.

Y señorías no solo eso, adicionalmente las haremos extensivas a más de dos millones de contribuyentes para que las rentas medias también puedan aplicarse estas deducciones en la renta. Si señorías, la progresividad fiscal es esto.

Yo soy alcalde de un municipio de algo más de 10.000 habitantes… ¿Saben ustedes la de papeleo innecesario que los vecinos tienen que hacer para sus trámites? ¿Saben ustedes la de burocracia excesiva que se exige?

Pues bien, señorías, gracias al gobierno del cambio esta cámara aprobó la primera Ley de Simplificación Administrativa de la historia de la Generalitat Valenciana y hoy aquí delante de ustedes, si me dan su confianza, adquiero el compromiso de traer la segunda en el plazo máximo de 30 días para su aprobación por esta Cámara.

Así es señorías, una segunda ley que simplifique la vida de las personas. Que elimine las trabas administrativas y que luche contra la brecha digital. Que ponga a los ciudadanos y las personas en el centro. Porque todos conocemos la escena: familias haciendo colas para entregar papeles que ya entregaron; autónomos que pierden horas de trabajo para hacer un trámite; empresas que quieren invertir, pero se pasan meses esperando un informe; Ayuntamientos bloqueados por procedimientos eternos, que se lo digan a los Ayuntamientos afectados por la DANA; personas que solo quieren una ayuda, un permiso o una autorización… y se encuentran con un muro.

Pues bien, señorías, con esta ley:

  • Acortaremos plazos.
  • Quitaremos trámites inútiles.
  • Eliminaremos formularios repetidos.
  • Reduciremos burocracia que no sirve para nada. Y haremos que la Administración sea más rápida, más simple, más útil y cercana.
Dicho claramente: menos papeles, menos problemas y menos tiempo perdido. Y más vida, más trabajo y más oportunidades.

En materia de agricultura señorías les anuncio que vamos a destinar el dinero que se gastaba en el Consell de l’Horta directamente para los agricultores. Más de 2 millones de euros, para que el dinero llegue realmente a los que viven y trabajan la huerta. Eso es, señorías, menos dinero de la agricultura para despachos y más para el agricultor.

Les anuncio también señorías, una convocatoria de más de 50 millones de euros para agricultores y ganaderos para modernizar sus instalaciones.

Por eso también vamos a impulsar una estrategia de apoyo a la ganadería extensiva, y una de las primeras medidas será la eliminación del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales para la compra de animales para ganadería extensiva.

Y además les anuncio que para nuestros pescadores vamos a llevar a cabo una serie de inversiones en las lonjas para mejorar las condiciones de trabajo y la venta de las capturas.

Esta es señorías la política útil que sirve a los ciudadanos señorías, esta es.

Señoras y señores diputados, antes de finalizar me gustaría hacerles una reflexión. Me gustaría que juntos podamos caminar para hacer avanzar a la Comunidad Valenciana.

Avanzar: en derechos sociales, avanzar en justicia social, una fiscalidad más progresiva y eficaz.

Avanzar en una sociedad donde la vivienda sea de verdad un derecho. Avanzar en una tierra arrasada por una riada que se está reconstruyendo y que tiene que mirar al futuro con los cimientos sólidos para recobrar la calidad de vida de aquellos que lo perdieron todo.

Avanzar en una Comunitat Valenciana donde cada día miles de autónomos levanten la persiana sin el peso de la burocracia. O donde los familiares de una persona con dependencia no esperen eternamente.

Avanzar en una tierra donde las riadas minimicen su impacto, con infraestructuras hídricas que reduzcan riesgos y que permitan evitar otra catástrofe. Alejados de ideologías y poniendo las personas en el centro.

Avanzar en una tierra de acogida, pero hacerlo con rigor, con responsabilidad y sin estridencias. Ya está bien de discursos buenistas. Seamos realistas y regulemos la inmigración.

Avanzar en una tierra donde no nos impongan desde un despacho muy lejano aranceles innecesarios. Tenemos la mejor huerta, mar y ganadería de Europa. Aprovechémosla. Cuidémosla.

Tenemos que avanzar en una tierra donde estudiar no sea un privilegio si no un derecho. Donde los padres puedan llevar a los hijos a la guardería sin importar sus ingresos, sin tener que elegir entre estudiar o comer. Donde nuestros jóvenes sepan que si se esfuerzan sacarán adelante un brillante futuro sabiendo que la Generalitat está de su lado.

Señoras y señores diputados, a lo largo de esta intervención he presentado propuestas e iniciativas que considero que son las adecuadas para el tiempo que vivimos. Espero el debate y las críticas, pero también aportaciones y mejoras por parte de todos los grupos de esta Cámara desde la serenidad y la sensatez.

La ciudadanía cada vez entiende menos que el debate público sea un foro de crispación permanente o un campo de batalla por el relato. Esa ciudadanía necesita soluciones y decisiones tomadas desde el máximo consenso posible porque, además de la Recuperación de las zonas afectadas por las riadas –lo cual ya es un reto formidable– no son pocos ni pequeños los otros desafíos a los que nos enfrentamos y que afectan a los 5,4 millones de habitantes de las tres provincias de la Comunitat Valenciana.

Acabo diciendo lo mismo que siempre he dicho en mi pueblo cuando me he presentado a una elección: “Juntos avanzamos”. Muchas gracias.