
Gastronomía
Montroy (Valencia) recupera tras la dana su Feria de la Miel
Miles de personas acuden a Fivamel, un espectáculo gastronómico que es un motor turístico para la localidad

Montroy lleva 29 años celebrando su ya poderosa Feria de la Miel cada mes de noviembre con el nombre Fivamel. Serían 30 las ediciones si la dana del pasado año no hubiese dejado un reguero de dolor, sufrimiento y estragos también en la dulce localidad valenciana de la Ribera Alta, una de las localidades más golpeadas por las lluvias torrenciales. De ahí que el certamen de este año haya querido convertirse en un símbolo de resiliencia y esperanza.
Esta edición de la feria más dulzona se acaba de celebrar el pasado fin de semana en las principales calles y plazas de la localidad, con una afluencia de varios miles de visitantes llegados sobre todo de otros pueblos de la comarca y también de más lejos. Fivamel, organizada por el Ajuntament de Montroi, se ha ido consolidando con los años como una oferta festiva y lúdica muy golosa y entretenida, que incluye el Concurso Nacional de Mieles de naranjo, romero y milflores. Los apicultores presentes conservan para este certamen sus mejores cosechas, con el fin de someterlas a la apreciación de un jurado que delibera sobre las que, en su opinión, reciben el tratamiento de ser las mejores mieles valencianas.
El apicultor de Carlet Pepe Briz volvió a revalidar su palmarés por la alta calidad de sus mieles artesanales y monoflorales, al conseguir el primer premio en la modalidad de azahar y el segundo en la modalidad de romero, mientras que Santiago Pallarés y Salvador Díez se llevaban los primeros premios en milflores y romero, respectivamente.

El público asistente durante el fin de semana ha podido disfrutar y comprar mieles de toda clase, turrones, licores y otros productos que anteceden a la Navidad. Además, se han desplegado más de 40 expositores en donde también se vendían otros tipos de productos gastronómicos y artesanales, incluyendo miel, polen, propóleos, jalea real y cera de abeja, aplicados a la alimentación, la salud natural, la cosmética y la decoración. No hay duda de que esta feria se confirma como el mayor escaparate de mieles de la Comunidad Valenciana.
Según los propios organizadores, solo en la comarca de la Ribera Alta hay registradas varios cientos de apicultores y empresas comercializadoras y en Montroy o Montroi se encuentra el Museo Valenciano de la Miel.
La Feria se ha convertido en un acontecimiento lúdico y gastronómico que constituye un motor turístico, un dinamizador social y un escaparate de primera mano para dar a conocer también los problemas del sector apícola. Durante los días de la Feria, empresarios, envasadores, apicultores y agentes sociales han hecho públicas sus inquietudes, las circunstancias de una economía globalizada que repercute negativamente en el sector más indefenso y la necesidad de mantener y conservar la promoción de las mieles autóctonas valencianas.
Manuel Blanco, alcalde de Montroy, celebró el éxito de la feria y destacó la calidad del producto ofertado en Fivamel. Según declaraciones del primer edil, en Montroy "se puede degustar y comprar la mejor miel del mundo". El alcalde puso en valor la continuidad del certamen, que busca realzar el trabajo de los apicultores y la labor de las abejas en la polinización y emplazó a los visitantes a “acompañarnos en 2026 en la celebración del 30 aniversario de Fivamel”.
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