Fiestas

La patrona de Valencia, con la dana

La ciudad vive este fin de semana la festividad de la Mare de Déu, donde el traslado, la Missa d’infants y la Descoberta protagonizan unos actos que no se olvidan de los afectados por la dana

Miles de personas durante el tradicional traslado de la imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados, a 11 de mayo de 2025, en Valencia, Comunidad Valenciana (España). Con motivo de la festividad de la Mare de Déu dels Desamparats, patrona de Valencia y de la Comunidad Valenciana, celebra el Traslado de la imagen peregrina de la Mare de Déu desde la Basílica hasta la Catedral. Además, Valencia acoge numerosos actos de carácter religioso y festivo, como la Misa de Descoberta, la Missa d'I...
Traslado de la imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados en ValenciaEuropa Press

Sin duda la festividad con la que Valencia honra a su patrona, la Mare de Déu del Desamparats, está cargada de emociones. En los actos celebrados este segundo domingo de mayo hubo una mezcla de sentimientos que se respiró por cada uno de los rincones por los que transcurrió esta fiesta.

La plaza de la Virgen de Valencia fue el epicentro de las celebraciones en las que se tuvo un recuerdo emotivo a los voluntarios que participaron en las labores de limpieza y recuperación tras la dana, así como en los afectados.

El tapiz floral expuesto en el exterior de la Basílica se transformó en un mensaje de agradecimiento a las personas que prestaron su ayuda: «Gracias voluntarios».

La misa congregó a miles de devotos en el interior y el exterior del templo en una jornada soleada. Muchos de ellos hicieron además el tradicional peregrinaje llegados desde municipios del área metropolitana de Valencia o incluso de otras localidades de la provincia.

Desde la parte de L’ Horta Sud, muchos de ellos afectados por la riada, llegaban peregrinos decididos a dar las gracias a la Virgen simplemente por haber salvado su vida, pese haber estado, literalmente «con el agua al cuello». Otros, no obstante, llegaban para buscar consuelo y pedir por los que ya no están.

La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha deseado a los valencianos que disfruten de este día que es «muy luminoso» para ellos y de «mucha ilusión» y en el que «da gusto ver cómo se abre la luz con mucha gente entrando a Valencia en pie desde otras poblaciones».

Dentro de lo especial de la jornada, señaló la alcaldesa, esta es «mucho más emotiva» debido a la presencia de vecinos de los pueblos afectados por la dana y «con ese tapiz floral que ha hecho una alusión directa a la gratitud que sentimos todos los valencianos hacia los voluntarios».

La Missa d’ Infants ha contado con un nutrido número de responsables políticos. Desde el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, acompañado por prácticamente todo su Consell, hasta la delegada del Gobierno, el equipo de Gobierno local, concejales, alcaldes de otros municipios o diputados, asistieron a la Eucaristía. Tras la Missa d’Infants, se celebró el traslado de la Mare de Déu de su capilla a la Seu por la calle Micalet con entrada por la Porta dels Ferros.

La participación fue tan multitudinaria que agentes de la Policía Local tuvieron que acompañar a los servicios sanitarios al interior de la Catedral para abrirles paso para atender a tres personas que habían sufrido lipotimias.

A las 14.00 horas se celebró una mascletá en la plaza del Ayuntamiento a cargo de la pirotecnia Coeters Dragón (Alicante) y por la tarde la Procesión General.

Los orígenes del Traslado

El año 1911 fue el del nacimiento del tumultuoso Traslado de la Virgen. El 18 de marzo, el periodista y diputado republicano Félix Azzati, en una refriega durante un debate en el Congreso de Diputados con los parlamentarios de derecha Peris Mencheta, Feliu y Alcover, menospreció a la Virgen y sus seguidores afirmando que la Virgen de los Desamparados «no tenía la mayoría de Valencia».

El debate se desarrolló en medio de un clima de gran tensión verbal, siendo llamados los intervinientes al orden en repetidas ocasiones por el presidente del Congreso.

Cuando la noticia del enfrentamiento dialéctico en Cortes llegó a Valencia, los católicos comenzaron a inquietarse y reaccionaron ante ello, agitándose más aún los ánimos ya de sobra exaltados, porque el Ayuntamiento republicano se había negado a pagar la confección del tapiz de flor. No lo costearía hasta 1917.

El segundo domingo de mayo, nada más asomar la imagen de la Virgen por la puerta de la Real Capilla, un inmenso gentío se lanzó sobre las andas, apartó a los seminaristas y la clerecía que portaba el anda de la imagen y la llevó a hombros a la catedral de manera tumultuosa, costumbre que ha permanecido inalterable hasta nuestros días. Hasta entonces, se hacía una procesión pequeña.