Invasión
Una plaga insólita: 700 gallinas toman las calles de esta localidad costera
El fenómeno comenzó hace una década con apenas 40 ejemplares abandonados en un parque
Desde 2014, Torrevieja –en la provincia de Alicante– está lidiando con una presencia inusual: una colonia urbana de gallinas, gallos y polluelos que ya ronda los 700 ejemplares. Todo comenzó cuando unas 40 aves fueron abandonadas en el parque de Las Naciones. Gracias a los vecinos que las alimentaron y al entorno favorable, la población se ha ido expandiendo gradualmente, abarcando espacios como el parque La Estación, la plaza Islas Canarias, Villa Amalia y el barrio de San Roque.
Aunque el Ayuntamiento sostiene que se trata de un fenómeno curioso y no de una “invasión” peligrosa, la realidad ha generado inquietud entre los torrevejenses. Se reportan problemas de seguridad vial —en especial en carreteras como la N-332—, por el riesgo de atropellos, así como molestias relacionadas con el ruido y la suciedad que generan estas aves en espacios públicos.
En febrero de 2025, el consistorio lanzó una licitación para contratar la retirada de las gallinas mediante captura en vivo y traslado a santuarios, conforme a la Ley de Protección Animal, que prohíbe su sacrificio. El presupuesto destinado fue de unos 26 000 euros lo que supone aproximadamente unos 28–37 euros por ave. La empresa adjudicataria, Ecoplanín Xestión e Información Ambiental SL, finalmente renunció al encargo al descubrir tarde que debía también encontrar un santuario adecuado para las aves, responsabilidad para la que no se sentía capacitada.
El Ayuntamiento ahora está obligado a recurrir a la segunda mejor valorada del concurso. El objetivo es poder comenzar las labores de captura durante septiembre, aunque todavía no hay nuevos plazos confirmados.
Mientras tanto, las opiniones ciudadanas están divididas. Hay quienes critican la presencia de estas aves por el desorden urbano que generan. Pero también hay quienes las ven con simpatía. Una parte de la población las considera una atracción pintoresca, incluso comparándolas con los famosos monos de Gibraltar, mientras que otros vecinos las defienden por su papel ecológico, como comedores naturales de plagas de insectos