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Fallas 2025

La "Plantà" especial de los artistas falleros de la dana

El taller de Paco y David en Catarroja se salvó "milagrosamente", pero han tenido que acabar treinta monumentos en un mes y medio menos que estuvieron que estar parados por la riada

Los artistas falleros Paco Cuadros y David Zahonero en su taller de Catarroja David Soler Crespo

Cuando Paco Cuadros y su marido David Zahonero pararon en un semáforo, se vieron una ola que les venía de frente. «Recuerdo que le dije: ¿qué hacemos, salimos? No me quiero mojar», recuerda el primero. Era la tarde del 29 de octubre y por entonces no sabían lo que se les venía. Estaban yendo de su taller de artistas falleros en Catarroja a su casa en Albal, pero la riada les cogió en Sedaví. Pudieron subir a casa de una señora cuando el agua les iba por el cuello y desde allí, se asomaron al balcón para ver el agua pasar. «De repente le digo: David, ¿esos no son nuestros cocineros de Ratatouille? Mira, y la rata», dice Paco. ahora, entre risas. Por sus ojos pasaba la falla Nou Sedaví, destrozada e inservible.

Era el primer monumento que habían acabado de las Fallas 2025: la comisión Nou Sedaví ofreció a guardar sus monumentos en su casal, una nave de casi 500 metros, y a los artistas les venía bien para generar hueco para las 33 fallas que producen este año entre grandes e infantiles.

La entregaron menos de una semana antes de la dana. «La nave rompió por detrás, y salió todo: neveras, sillas, el monumento infantil entero y el grande excepto la pieza central, que se ha quedado sin brazos ni piernas», explica a este diario Nuria Díaz, presidenta de la falla Nou Sedaví. La comisión no se podían permitir otra falla y Paco y David tampoco tenían tiempo para empezar de cero, pero no se quedarán sin plantà.

Tras el ofrecimiento de una fallera mayor infantil a ceder su ninot indultado, a la junta se le ocurrió hacer un llamamiento solidario para conseguir más: «queríamos tener falla». La respuesta les abrumó: «Hemos recibido unos 60 ninots, algunos más grandes y otros más pequeños», dice la presidenta, agradecida.

Aún así, aseguran que no se plantearon cancelar las fiestas. «Si tu contratas una falla y el día 15 el artista te dice que no la tiene lista pues te joroba, pero haces la fiesta igual», afirma. Este año sacarán adelante el curso fallero «con lo justo para poder funcionar», pero quieren celebrar la vida. «Hay ganas de cambiar el chip porque nos está pasando factura a todos, se ha pasado muy mal con la dana y la gente quiere juntarse y disfrutar.

Un trabajo a contrarreloj

Paco y David tardaron dos semanas en poder entrar a su taller en el polígono industrial de Catarroja. Se esperaban lo peor: «Íbamos pensando: ¿cómo le dices a una comisión que no tiene falla?», explica. «Si es en junio tienes tiempo de reacción, pero en enero es la exposición de ninots y no teníamos tiempo», explica. Llegaron a pensar en devolver el dinero a las fallas y cerrar el taller para siempre tras más de 20 años juntos, pero cuando entraron, vieron que solo había entrado medio metro de agua.

Algunas figuras estaban dañadas, pero ninguna falla era inservible. «La única nave de la calle que no entró casi nada fue esta. Nos ha tocado la lotería», ríe ahora Paco, tranquilo ante los días más ajetreados del año. Una vez dentro les tocaba lo más difícil: limpiar, pedir material y llegar a tiempo. En total estuvieron un mes y medio parado, pero entre los diez que forman el equipo han podido llegar, aunque algunas figuras no se podrán montar. Otros ninots dañados los han dejado como símbolo de un evento imborrable, pero han preferido no hacer figuras sobre la dana.

El mayor aprendizaje para ellos es saber con quién volver a trabajar y con quién no. «El 90% de las fallas nos preguntaron primero si estábamos bien nosotros», asegura Paco, agradecido por la humanidad generalizada. Ahora, no fueron todos. La dana también sacó la cara mala de muchas personas. «Una comisión llamó y lo primero fue: ¿oye la falla está bien?» asegura el artista, que contestó: «Perdona, pregúntame cómo estoy yo, porque si quieres me llevas flores a la tumba y desde allí te hago la falla», critica. David tuvo que contener la rabia cuando les llegaron a decir desde una falla «que no les importaba que hubiera tocado la dana» y que les iban a descontar «las tres figuras que no llegan», asegura.

Ahora, esperan las ayudas públicas tras haber recibido siete mil euros de la Fundación Hortensia Herrero. «Las ayudas públicas llegarán, pero tenemos fecha de entrega y a final de marzo cerramos ejercicio. ¿Si me llegan después, para qué me sirve?», finaliza.