La polémica de la Tomatina de 2023: pedían hasta 900 euros por un reportaje gráfico

La tomatina de Buñol es un acontecimiento de relevancia internacional, por lo que suscita el interés de los medios de comunicación. La Unió de Periodistes Valencians emitió un comunicado al final de la semana pasada denunciando que el Ayuntamiento de Buñol, a través de una empresa externa, exigía entre 700 y 900 euros para acceder a los espacios reservados para los fotoperiodistas acreditados.

La organización mayoritaria de los periodistas explicó que con el argumento de la falta de espacio, se ha optado por un criterio económico en la hora de dar acceso a las instalaciones municipales.

En cuenta de establecer turnos de acceso o fijar unos criterios transparentes de acreditación, se ha optado para reducir las acreditaciones disponibles para mercantilizar un derecho básico, reconocido por la Constitución como derecho fundamental, como es el derecho a la información. Después de cuestionar esta práctica, la Unión de Periodistas ha recibido la siguiente respuesta de la empresa concesionaria: "Si no tienen dinero que se dedican a otra cosa" o "poner a alguien a controlar quién sube o baja es demasiado trabajo".

La alcaldesa de Buñol, Virginia Sanz, ha asegurado que "si por algún malentendido" se ha cobrado a algún medio de comunicación por cubrir la fiesta de la Tomatina, la empresa organizadora devolverá el dinero.

Destacó además que lo que no va a hacer el Consistorio es, como ha ocurrido en el pasado, "pagar por balcones privados" para que las cámaras cubran desde ellos la Tomatina, pero ha insistido en que no se va a cobrar a los medios de comunicación por retransmitir esta fiesta internacional desde el Ayuntamiento.

El centro de Buñol acoge este miércoles una nueva edición de su fiesta más mediática e imitada en el mundo, la batalla de tomates a lo largo de la calle principal del pueblo con la participación de miles de personas que acceden al recorrido, al que, desde hace diez años, se accede solamente con entrada.

Vulneración de derechos

La Unión de Periodistes Valencians denunció que se estaba produciendo una vulneración de los derechos fundamentales, y "exigió que los fotoperiodistas, cámaras, periodistas y fotógrafos profesionales puedan acceder en un espacio de trabajo en condiciones donde poder desarrollar su trabajo antes, durando y después del acontecimiento".