Reabre el lunes con más de mil libros la biblioteca afectada de la pedanía valenciana de La Torre

La biblioteca municipal de la pedanía valenciana de La Torre, que quedó anegada de agua y barro en las inundaciones por la dana del pasado 29 de octubre, reabrirá el próximo lunes, tras haber sido reformada completamente y haberse adquirido una nueva colección bibliográfica.

Cerca de 200.000 euros se han invertido para reparar los desperfectos y reponer los equipos informáticos y los 5.000 libros con que contaba antes de la inundación la biblioteca municipal de La Torre "Joan Churat i Saurí", que quedó inutilizable por los daños de la riada y desde el 9 de junio retoma su actividad en su horario habitual.

El concejal de Cultura, José Luis Moreno, ha explicado este jueves que la biblioteca reabrirá inicialmente con 1.013 libros, de los que 400 fueron adquiridos en diciembre de 2024 con un contrato menor adjudicado por 5.720 euros y el resto proceden de otras bibliotecas municipales de la ciudad, si bien antes de que acabe el año volverá a tener 5.000 ejemplares.

El Servicio de Acción Cultural ha destinado más de 120.000 euros a la reposición de los fondos bibliográficos y la renovación del material informático de la biblioteca municipal de La Torre, que se suman a los 70.000 euros asignados a Servicios Centrales Técnicos para la reparación de las instalaciones y el suministro de mobiliario.

Mientras se llevaban a cabo las tareas de restauración de la biblioteca, desde el 14 de abril el Ayuntamiento de Valencia habilitó en La Torre un punto de lectura temporal en la segunda planta de la Alcaldía de la pedanía, con un fondo inicial de más de 400 títulos entre novelas para adultos, cómics y una selección de literatura infantil y juvenil y servicio de préstamos de libros.

El pasado 29 de octubre, el agua alcanzó un metro de altura en la biblioteca, lo que causó daños graves en el mobiliario, los enseres, los equipos informáticos y los fondos bibliográficos, de forma que dos tercios de la colección sufrieron daños irreparables y el resto estuvo expuesto a niveles de humedad extrema durante al menos una semana, lo que aumentó el riesgo de contaminación por moho y microorganismos.

Ante el nivel de daño sufrido por la colección bibliográfica y el riesgo significativo que supone la contaminación por moho y microorganismos, se recomendó descartar los 5.000 ejemplares afectados, cuya recuperación no era viable debido a que los procesos para intentar recuperar los libros serían costosos y no asegurarían un resultado exitoso, según fuentes municipales.

Por esta razón, el Servicio de Acción Cultural procedió a eliminar todos los materiales afectados por las inundaciones, incluso los libros a los que no les llegó el agua y que fue igualmente necesario retirar para evitar riesgos de salubridad.