Medio Ambiente
Valencia pide poder aplicar otro tratamiento contra la cochinilla de los árboles
El Ayuntamiento descarta talar las melias del Ensanche afectadas por la plaga y abatirá solo las que estén en «regresión»
El Ayuntamiento de Valencia va a pedir autorización para poder utilizar aunque sea de forma excepcional, una materia activa que sí que sea eficaz para el tratamiento de la plaga de cochinilla que sufren más de siete mil árboles, ubicados sobre todo en el Ensanche de Valencia, pero también en otros barrios, dado que el único compuesto autorizado hasta la fecha, el «Acetamiprid» se ha demostrado poco eficaz como se comprueba al apreciar el grado de infestación que tienen algunos ejemplares de melias.
Desde el Ayuntamiento de Valencia se reconoce que los ejemplares de «Melia azedarach» están afectados actualmente por una plaga llamada «cochinilla parda» (Pulvinaria psiddi Maskell). y que desde el año 2021, se ha producido un incremento de esta plaga, que ha provocado la infestación los ejemplares. Esta cochinilla segrega una melaza que provoca suciedad en las aceras y en los vehículos aparcados en la vía pública. Una porquería pegajosa que además ensucia bajos comerciales o las viviendas de los vecinos de la zona al extenderla con sus pisadas.
En cualquier caso, desde el Servicio de Parques y Jardines hacen hincapié en que no se ha contemplado el abatimiento de los ejemplares de esta especie, tal y como denunció esta semana la oposición municipal. «El objetivo es y siempre ha sido combatir la plaga. Lógicamente, al ser una plaga de nueva introducción, es necesario su estudio hasta poder lograr su control», señalan.
Y admiten que «sí que se pueden realizar abatimientos puntuales de aquellos ejemplares que se encuentren en regresión y que puedan suponer un riesgo de caída a la vía pública, pero como se realiza con cualquier ejemplar arbóreo, independientemente de su especie para garantizar la seguridad de los ciudadanos».
El significado técnico de la palabra «regresión» hace alusión a los ejemplares arbóreos que se encuentran en el ciclo final de la vida del árbol, el cual se caracteriza por la falta de vigor del ejemplar, por el desprendimiento de ramas, porque el árbol va agotando las reservas, por la reducción del tamaño de copa, decoloración de hojas, y otros síntomas. Por lo que cuando entran en este ciclo hay que proceder a su abatimiento y su renovación para evitar el peligro de caída que supondría además un riesgo para la ciudadanía.
En sustitución de los árboles abatidos por esta causa se plantarán ejemplares arbóreos de otras especies, que no sean Melia azedarach, para evitar que sufran el ataque de esta plaga en concreto.
Siguiendo las indicaciones del Departamento de Ecosistemas Agroforestales de la Escuela Técnica Superior Agronómica y del Medio Natural de la Universidad Politécnica de Valencia, organismo con el que el Servicio de Parques y Jardines tiene un convenio de asesoramiento para el control de las plagas y enfermedades que afectan a los ejemplares arbóreos de la ciudad de Valencia, se han llevado a cabo durante 2024 dos tratamientos de endoterapia (inyección al tronco). El primer pinchazo se realizó durante los meses de marzo y abril y el segundo pinchazo durante los meses de junio y julio. Ambos tratamientos se practicaron a los 7.500 ejemplares de esta especie que hay en la ciudad de Valencia. Además durante el mes de septiembre se ha realizado la aplicación de jabón potásico para la limpieza de las copas de los árboles.
Los productos fitosanitarios autorizados por el Ministerio de Presidencia deben cumplir ciertos requisitos específicos por el que se establece el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios.
En concreto, para el control de esta plaga se está utilizando el único producto autorizado en el presente año 2024, el Acetamiprid, que hasta ahora no ha mostrado un control efectivo de la plaga, por lo que desde la Universidad Politécnica de Valencia junto con los técnicos del Servicio de Parques y Jardines, una vez recopilados los datos que demuestran que el producto activo autorizado no es efectivo para el control de esta plaga, se va a solicitar una autorización especial a la autoridad competente para que permita, aunque sea de modo excepcional, el uso de otra materia activa que sí que sea efectiva en el control de esta plaga de los árboles.
Desde el Ayuntamiento recuerdan que esta cochinilla presenta tres generaciones, la primera entre febrero/marzo, la segunda en junio y la tercera en agosto/septiembre, pudiendo variar en algún mes dependiendo de las condiciones meteorológicas, por lo que a partir del mes de octubre dejarán de causar molestias.