Valencia teme que topar los alquileres genere más apartamentos turísticos

El Ayuntamiento de Valencia ha estudiado la aplicación de todos los mecanismos de que dispone la nueva Ley de la Vivienda y especialmente el de la declaración de las zonas denominadas «tensionadas», es decir, aquellas en las que los precios del alquiler se han disparado y en la mayoría de los casos, son inasumibles para una renta media.

El área de Urbanismo duda de las bondades de este mecanismo o más bien de su aplicación práctica ya que teme que la instauración de unos topes a los precios del alquiler genere una oferta aún mayor de viviendas turísticas o de alquileres a corto plazo o de temporada no reglados, lo que acabe incrementando de facto aún más el precio de los alquileres. Otro de los peligros a los que se enfrenta la aplicación de estos límites en las zonas denominadas tensionadas es la proliferación de alquileres en «negro» o de rentas que solo se declaran en parte.

El Ayuntamiento de Valencia aún no ha cerrado las puertas de lo que hasta ahora es un estudio y está tratando de definir si en algún barrio o zona concreta de la ciudad la declaración de zona tensionada podría tener una utilidad, aunque la proliferación de los denominados apartamentos turísticos por toda la urbe está entorpeciendo la posibilidad de su aplicación.

Mientras tanto, desde el Ayuntamiento de Valencia se están intensificando las inspecciones en los apartamentos turísticos ilegales que son los que incrementan exponencialmente el precio de los alquileres y se ha optado por la construcción de vivienda pública hasta donde llegan las posibilidades del Consistorio.

Hecha la Ley....

La proliferación de los denominados alquileres de temporada es ya una realidad que han constatados algunos portales de internet dedicados precisamente al alquiler de viviendas.

Así, tal y como señala Idealista, los alquileres de temporada siguen aumentando su relevancia en el mercado inmobiliario en detrimento de los arrendamientos permanentes, como consecuencia de las sucesivas políticas que están empujando este fenómeno. En el último trimestre de 2023 el peso de este tipo de alquileres llegó hasta el 11 por ciento del mercado, con un incremento interanual de la oferta del 58 por ciento interanual, mientras que la oferta de alquileres permanentes se redujo un 15 por ciento en el mismo periodo.

En Valencia, el 15 por ciento de las viviendas que se ofrecen lo hacen para el alquiler de temporada, mientras que en San Sebastián llega al 32 por ciento, y en Barcelona lo hacen el 30 por ciento del total. Les siguen Cádiz (22 por ciento), Valencia (15 por ciento), Málaga (14 por ciento) y Madrid (13 por ciento).

Se duplica

Entre los grandes mercados el mayor incremento de la oferta de temporada se ha dado en Málaga, que cuenta con un 123 por ciento más que hace un trimestre, seguido por Valencia (99 por ciento), Alicante (85 por ciento), Sevilla (83 por ciento), Palma (70 por ciento) y Bilbao (62 por ciento).

Para Francisco Iñareta, portavoz de idealista, «los datos de cierre de año ponen de manifiesto como legislar de espaldas a los propietarios puede acabar destruyendo el mercado. Las medidas adoptadas en materia de alquiler han trasladado la oferta del alquiler permanente al alquiler de temporada, una formula perfectamente legal pero que viene a dificultar aún más el acceso a la vivienda de las personas y las familias más desfavorecidas. Esta situación debería hacer reflexionar al gobierno sobre la idoneidad de sus medidas y servir de acicate para buscar un aumento de la oferta utilizando el diálogo con el sector en vez de políticas punitivas y coercitivas».

El informe de Idealista viene a sustentar las tesis del Ayuntamiento de Valencia.