Arquitectura

Así es el edificio más estrecho de España: solo 107 centímetros de ancho

Cuando se construyó a finales del siglo XIX, funcionaba como una vivienda familiar vertical

Así es el edificio más estrecho de España: solo 107 centímetros de ancho
Así es el edificio más estrecho de España: solo 107 centímetros de anchoSombreros Albero

En el casco histórico de Valencia, junto a la popular plaza Redonda, se levanta una de las mayores singularidades arquitectónicas de España y, de hecho, de toda Europa. En el número 6 de la plaza Lope de Vega se encuentra 'La Estrecha', un edificio cuya fachada mide únicamente 107 centímetros de ancho, lo que equivale al ancho de una sola puerta.

Durante décadas, este inmueble fue considerado el edificio más estrecho de Europa, hasta que fue superado por Dom Kereta (Casa Keret), una singular microvivienda construida en Varsovia en 2012 por el arquitecto Jakub Szczęsny.

Su historia es tan particular como su tamaño. Cuando se construyó a finales del siglo XIX, funcionaba como una vivienda familiar vertical: cinco plantas distribuidas en un espacio de apenas un metro de ancho. Cada nivel albergaba una habitación diferente, mientras que la planta baja se utilizaba como pequeño comercio.

La singular edificación perdió su estructura interior original en la década de 1980, cuando se integró al inmueble contiguo para ampliar la funcionalidad del espacio. Desde entonces, solo su icónica fachada mantiene la apariencia inicial, pintada en tonos rosados que contrastan con los edificios vecinos.

A lo largo de los años, el bajo del edificio ha tenido múltiples usos: joyería, quiosco, tienda de regalos y, más recientemente, bar. En 2020, este último negocio cerró por la pandemia, dejando nuevamente vacía la planta baja.

En noviembre de 2023, el edificio reabrió sus puertas con una nueva vida: convertirse en una boutique de Sombreros Albero, una de las firmas valencianas más emblemáticas, con más de dos siglos de tradición.

Una parada obligada en Valencia

La Estrecha se ha convertido en una parada turística imprescindible para quienes visitan Valencia. Su reducida fachada, flanqueada por balcones en miniatura y rematada por un toldo discreto, ha sido fotografiada por miles de visitantes intrigados ante el reto de imaginar cómo podía vivirse en apenas 1,07 metros de ancho.