
Tradiciones
La disputa política que originó el tumultuoso Traslado de la Mare de Déu dels Desamparats en Valencia
Cada segundo domingo de mayo los valencianos honran a su patrona

El año 1911 fue el del nacimiento del tumultuoso Traslado de la Virgen. El 18 de marzo, el periodista y diputado republicano Félix Azzati en una refriega durante un debate en el Congreso de Diputados con los parlamentarios de derecha Peris Mencheta, Feliu y Alcover, menospreció a la Virgen y sus seguidores afirmando que la Virgen de los Desamparados no tenía la mayoría de Valencia.
En la sesión del Congreso de los Diputados de 17 de marzo se trató sobre Orden Público a propósito de distintos altercados habidos entre republicanos y carlistas en Valencia. Se quejaban los diputados de derechas que en las procesiones las imágenes salían con custodia de la Guardia Civil, porque no se fiaban de los republicanos de izquierdas, quienes atacaban este tipo de manifestaciones.
Azzati negó, sin venir a cuento, que la Virgen de los Desamparados no tenía "la mayoría hipotética de los valencianos… los Cristos y las imágenes pasaron de moda". "Si cree que la Virgen de los Desamparados continúa siendo la Patrona de la mayoría de los valencianos está en un error, error del que voy a sacarle con ejemplos de la siguiente elocuencia… la Virgen de los Desamparados no tiene votos… no es verdad que la Virgen de los Desamparados tenga la mayoría de Valencia, porque en el terreno político de las luchas electorales en donde siempre se ha manifestado la potencia de los partidos, la Liga Católica tiene 5.000 votos y los republicanos librepensadores tenemos 22.000". El debate se desarrolló en medio de un clima de gran tensión verbal, siendo llamados los intervinientes al orden en repetidas ocasiones por el presidente del Congreso.
Cuando la noticia del enfrentamiento dialéctico en Cortes en el que la Virgen salió de por medio llegó a Valencia los católicos comenzaron a inquietarse y reaccionaron ante ello, agitándose más aún los ánimos ya de sobra exaltados, porque el Ayuntamiento republicano, además, patrocinador tradicional de la fiesta de la Virgen, se había negado a pagar la confección del tapiz de flor. No lo costearía hasta 1917.
El segundo domingo de mayo, nada más asomar la imagen de la Virgen por la puerta de la Real Capilla, un inmenso gentío se lanzó sobre las andas, apartó a los seminaristas y la clerecía que portaba el anda de la imagen y la llevó a hombros a la catedral de manera tumultuosa, costumbre que ha permanecido inalterable hasta nuestros días.
Hasta entonces, el Traslado de la venerada imagen desde su Real Capilla hasta la Catedral para la Misa de Pontifical en el día de su fiesta popular externa había sido una procesión pequeña, tranquila, serena y breve, casi de trámite, que contaba con poca asistencia, casi exclusivamente la del clero de ambos templos y poco más. En adelante sería una masiva y populosa manifestación de amor a la Virgen, que convierte el Traslado en uno de los actos que más atrae y asombro causa. Es el momento en que el share de las televisiones locales y regionales que lo retransmiten se dispara y encabezan las cifras de mayor audiencia de todos los programas del año.
Si embargo esto la izquierda no lo cuenta, lo calla, lo silencia, lo tachan con "typex" de su cacareada memoria democrática, no les interesa que se sepa. Intentaron burlarse de la Virgen y le hicieron un favor y despertaron más los ánimos y sentimientos de los valencianos por su Patrona.
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