Fallas

El verdadero origen de la Ofrenda de Flores a la Virgen en Fallas

El 17 de marzo de 1945, la JCF convocó por primera vez a las comisiones al acto más multitudinario de las fiestas

La primera fallera mayor que hizo la ofrenda, Amparo Garrigues
El verdadero origen de la Ofrenda de Flores a la Virgen en FallasValentín Pla

El verdadero origen de la historia de la Ofrenda de Flores en Fallas hay que situarlos a la Virgen hay que situarlo en la propuesta hecha al Ayuntamiento de Valencia por los artistas profesores José Bellver Delmás y Vicente Benedito Baró, los mismos a quienes pocos días después de haber finalizado la pasada Guerra Civil, espontáneamente, decidieron rendir homenaje floral a la imagen histórica de la Virgen de los Desamparados, sacada de su escondite en el Ayuntamiento de Valencia.

Ambos solían ser los artífices de los arreglos florales de la fuente de la plaza de la Virgen, cuando era circular y estaba situada en el centro de ella, a los que recurría el Ayuntamiento en las solemnidades festivas de la Virgen y de Corpus. Los dos sugirieron al concejal Clemente Cerdá Gómez, presidente de Junta Central Fallera, que para las fiestas de Falla se incorporara en el programa oficial una ofrenda floral a la Virgen, como ellos habían hecho como acto de desagravio a la Patrona de Valencia.

Imagen del montaje del cadafal de la Virgen
Imagen del montaje del cadafal de la Virgen La Razón

Clemente Cerdá –fue quien se enfrentó al arzobispo Olaechea que quería que las Fallas se trasladasen a finales de abril para no coincidir con Cuaresma o Semana Santa- desempeñaba a la vez el cargo de Delegado Provincial de Sindicatos, todo un cargo en los inicios de la etapa de Franco, a pesar de lo cual quiso someter la idea al mundo de las Fallas, pues las conocía bien y sabía que no se podía llegar a ningún éxito sin contar con la opinión o aquiescencia de ellas. Se reunió con una veintena de las más importantes comisiones de entonces, a las que pareció bien la idea.

El sábado 17 de marzo de 1945, Junta Central Fallera publicó en los medios informativos la convocatoria a la Ofrenda de Flores de la Virgen invitando a las comisiones falleras que quisieran asistir a que se reunieran en las inmediaciones del puente de Aragón cada una de ellas con su Fallera Mayor, portando un ramo de flores, acompañada por su Corte de Honor y banda de música correspondiente.

Retablo de la Virgen en la ofrenda de los años 70
Retablo de la Virgen en la ofrenda de los años 70La Razón

El itinerario fue Glorieta, calle de la Paz, plaza de Zaragoza, calle Micalet y plaza de la Virgen. El desfile comenzó a las ocho de la tarde y lo presidió la Fallera Mayor de Valencia, María Amparo Garrigues Santonja, a la que acompañaban las Reinas de las Fiestas de Castellón y Alicante, junto al Alcalde de Valencia, Juan Antonio Gómez Trénor Fos, Conde de Trénor. Iban en el cortejo autoridades diversas, artistas del Círculo de Bellas Artes y artistas falleros, entre ellos Regio Más, Carmelo Roda, Corte y Modesto González.

Entraron todos por la puerta al pie de la Real Capilla de la Virgen, la del arco, y depositaron los ramos de flores encima de la mesa del altar mayor y en el suelo. En total fueron treinta las comisiones que asistieron. Tras el canto de la Salve Regina, el capellán mayor, Pascual LLopis agradeció en nombre de la Virgen aquel acto sería el inicio de una larga colección de homenajes a la Virgen de los Desamparados por parte del mundo fallero.

Este es el inicio real de la Ofrenda de Flores a la Virgen en Fallas. Los pasos oficiales iniciales los documentó afortunadamente el P. Emilio María Aparicio Olmos, el mejor capellán mayor que ha tenido la Virgen, su Cofradía y su Basílica. Se ha fabulado mucho, se han apuntado muchos a ser los promotores e iniciadores de la Ofrenda, pero surgió así.

No obstante, entre los precedentes históricos,si acudimos a las fuentes periodísticas de la época, puede que influyera en la idea original, hay que hacer constar como muy posible la llegada del barco fallero de Argentina en los días previos a esta jornada, cuando un grupo de valencianas residentes en aquel país bajaron del barco ataviadas con el traje típico regional valenciano y a pie desde el propio puerto hasta la Real Capilla desfilaron por la ciudad con ramos de flores que depositaron a los pies de la Virgen.

Junta Central Fallera no dejaría de organizar en lo sucesivo la Ofrenda de Flores. En 1967, al crecer tanto las comisiones participantes, se acordó hacerla en dos etapas, dos días, 17 y 18, separando las Comisiones Mayores e Infantiles. En 1968, se repitió la experiencia de hacerla en dos partes. En 1970, la Ofrenda que ya se hacía, desde 1949, colocando los ramos de flores en un cadafal situado en el exterior de la Basílica contó con un retablo de la imagen de la Virgen de los Desamparados hecho por José Gimeno de Manises, con ocasión de celebrarse el 25 aniversario de la Ofrenda de Flores. Recuerdo que la noticia abrió los informativos de Radio Popular de Valencia en los días vísperas de la fiesta.

En 1974, la Ofrenda de flores en Fallas se organizó en dos cortejos, uno se dirigía a depositar las flores en el entarimado de la fachada y el otro a la fuente, que aún estaba en el centro. En 1980, las comisiones participantes en la Ofrenda eran 308 y las personas participantes 70.000. En 1987, Junta Central Fallera encargó al artista fallero José Azpeitia, un busto de la imagen de la Virgen de los Desamparados con el Niño Jesús, sobre un entramado de madera donde depositar los ramos de flores.

Este año, la imagen de la Virgen, hecha cadafal, de la Ofrenda de Flores, ha sido repristinada por los jóvenes artistas José Luis Ceballos y Paco Sanabria, quienes han perfilado las cejas, los labios y las pestañas de la Virgen, poniéndole nuevos pendientes, además de reponer los materiales perdidos o estropeados, lo que hará que la figura luzca más brillante y esplendorosa, más natural. Han hecho un gran trabajo restaurador com grandes profesionales que son. Además, están especializados en iconografía de la Virgen de los Desamparados y su historia, lo que hace que acierten plenamente en sus intervenciones