Especiales

Salud

“China se equivocaba, las embarazadas se infectan de coronavirus como cualquier otro adulto”

La doctora Anna Suy de Vall d’Hebron, centro de referencia para embarazos y partos con coronavirus en Cataluña, y una gestante enferma relatan la vida en la planta de mujeres con Covid-19

Los informes que llegaban de China no tenía razón, las embarazadas también se infectan de la covid-19 y pueden desarrollan todos los espectros de la enfermedad, igual que cualquier otro adulto. No son inmunes. Hay mujeres que sólo tienen síntomas leves y otras que sufren una neumonía bilateral que las lleva a ingresar a unidad de cuidados intensivos para darles soporte vital. Tampoco es verdad, como decían los primeros informes que llegaron de China, que sólo corren riesgo las embarazadas que están en el tercer trimestre. “Aquí tenemos ingresadas mujeres embarazadas de todos los trimestres, graves y muy graves. Lo que sí puedo decir es que todas han salido adelante”, explica Anna Suy, jefe de obstetricía del Hospital Vall d’Hebron.

“Aqui” es la planta de pacientes embarazadas con Covid-19 del Hospital Vall d’ Hebron, el lugar de referencia para las gestantes que dan positivo y tienen que ingresar. El departamento de Salud decidió atender en un solo centro a las futuras mamás con coronavirus para mejorar su atención, disminuir riesgos y ahorrar material especial. “Aún no conocemos la enfermedad, se han hecho algunos informes en China y un par con un número insuficiente de pacientes fuera, nosotros estamos recogiendo datos y haremos un seguimiento a las mamás y a los bebés para poder sacar conclusiones, pero lo que hemos visto hasta ahora es que tenemos mujeres embarazadas afectadas de todos los trimestres, desde muy leves a muy graves”, cuenta. En el primer trimestre hay riesgo de aborto y a partir de las 20 semanas de parto prematuro, bien porque la mamá esté mal y si la mamá está mal el bebé también lo está o porque la propia enfermedad acelera el parto. La buena noticia es que “por ahora, no tenemos constancia de alteraciones en el feto”. Esto es lo que más preocupa a las futuras mamás.

Es la pregunta que más angustiaba a Carolina cuando le confirmaron el positivo de coronavirus. Carolina y su marido se confinaron en casa el pasado viernes 13 de marzo, cuando Quim Torra cerró los colegios. Pero el domingo su esposo empezó a encontrarse mal. Dolor de cabeza, fiebre, tos y una opresión en el pecho que le dificultaba la respiración. “Lo aislamos en una habitación siguiendo las instrucciones del médico de cabecera”, explica Carolina. Pero días después, ella empezó a encontrarse mal. “Al principio, estaba convencida de que era una gripe. Hacía una semana que no salía de casa ni tenía contacto con mi esposo. Pero cada vez me sentía más cansada y me ahogaba al caminar”, cuenta.

Carolina está de 25 semanas y espera una niña que se llamará Francis. Tiene un hermano de 18 años. En casa, todos esperan su llegada con una ilusión tremenda.

“Tenía neumonía, mucho dolor de barriga y fiebre”

El miércoles 25 de marzo, uno de los días más horribles que el personal sanitario recuerda de esta crisis en Cataluña, el estado de salud de Carolina empeoró y empezó un recorrido por centros sanitarios que acabó en el Vall d’Hebron. Primero informó a su ginecólogo, el ginecólogo la envió al ambulatorio de Sant Cugat, de allí la enviaron a la Mútua de Terrassa y al día siguiente al Vall d’Hebron. “Cuando llegué me faltaba aire”, recuerda todavía con angustia. “Me aislaron, me hicieron el test y di positivo”, cuenta. “Tenía neumonía en un pulmón y mucha fiebre. No pintaba bien. También tenía mucho dolor en la panza y colapsé. Por la medicación”, supone. Pero lo único que le preocupaba es que el bebé estuviera bien. “Me dieron mucha medicación, paracetamol, azitromicina, hidroxicloriquina ...”, relata, “y mejoré, pero a mi sólo me preocupaba que no le pasara nada al bebé”. Como el resto de enfermos de Covid-19, todo esto lo vivió “sola”, sin su marido u otra cara conocida. Sola entre comillas, porque “las enfermeras son un amor y me cuidaron con tanto cariño que sólo tengo palabras de agradecimiento”.

La doctora dice que el bebé está bien. Carolina la cree. “Le hicieron muchísimas analíticas, pero la prueba que me tranquiliza más es que se mueve mucho, me da muchas patadas”, explica.

Carolina ha vuelto a su casa esta semana. Todavía toma tratamiento. El equipo médico la llama cada día y tiene visita una vez por semana. El coronavirus ha cambiado su plan de parto. Tendrá el bebé en el Vall d’Hebron para monitorizarlo y comprobar que, como se ha visto hasta ahora, la enfermedad que ha pasado su madre no le ha afectado.

Hasta la fecha, los bebés que han nacido de una madre con coronavirus en el Hospital Vall d’Hebron tampoco se han contagiado en el canal de parto, continua explicando la doctora Suy. “Pero tenemos pocos casos todavía para sacar conclusiones”, dice. Lo que sí puede decir es que las madres con coronavirus pueden tener un parto vaginal. Que si la madre no requiere ingresar en la UCI, puede estar en la misma habitación que el bebé respetando las medidas de seguridad. La cuna está a metro y medio de distancia y a la hora de dar el pecho, la madre se limpia bien el pezón, las manos y utiliza mascarilla. En el hospital han tenido casos de bebés contagiados y ellos sí que son población de mucho riesgo porque aún tienen el sistema inmune poco maduro.

Altas a las 12 horas del parto

El coronavirus lo ha alterado todo. En el Vall d’Hebron hay dos circuitos en las urgencias de obstetricía. Uno para madres sanas y otro para madres con coronavirus. Las primeras tienen el alta a las 12 horas de haber dado a luz, si el parto es vaginal, y si es cesárea, a las 24 horas. Las madres con coronavirus que están bien de salud tienen el alta entre las 36 y 48 horas, cuando se tienen los resultados de la prueba de la criatura.

A las mujeres con síntomas que aún no están de parto y llegan a urgencias, se les hacen las pruebas pertinentes. Si están bien, se las envía a casa y se les hace un seguimiento. Se las llama cada día por teléfono y tienen visita una vez por semana. Las que ingresan son porque desarrollan una neumonía o por riesgo de parto prematuro. “Las primeras son mayoría”, matiza la doctora Suy.

“En el hospital no faltan camas”, asegura, pero en tiempos de epidemia, “todo el mundo está mejor en casa”. “En la planta de ingresadas por Covid-19, se vive un ambiente tranquilo. No es una planta de mujeres histéricas. Se sienten mimadas y están tranquilas porque les damos toda la información que piden”, constata. Las futuras madres que están en casa viven con más angustia la epidemia. “El mejor consejo que les puedo dar es que se cuiden, que extremen las medidas para evitar el contagio y se queden en casa”, dice la doctora. El SARS-Cov-2 es un enemigo todavía desconocido.

Un estudio en Sat Joan de Déu

El doctor Eduardo Gratacós, del Hospital Sant Joan de Déu, que acaba de anunciar que arranca un estudio para saber cómo se presenta el coronavirus en el embarazo, matiza que a diferencia de la gripe, que afecta con más virulencia a la mujer embarazada, el covid-19 afecta igual a la gestante que al resto de la población. Lo que sí han percibido es que el coronavirus puede alterar las analíticas y dar la idea de que la gestante tiene hipertensión y riesgo de preeclamsia. “Probablemente es una falsa percepción, que puede descartarse con análisis más exhaustivos”, explica el doctor Gratacós