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Moda

Así nacieron las revistas de moda

El Museo del Traje reúne en «Extra Moda» a más de un centenar de objetos de lo que ha sido el arte del vestir a lo largo de cinco siglos, desde el XVI hasta el XX

Un ejemplar de «La pensadora gaditana».
Un ejemplar de «La pensadora gaditana».larazon

«¡Extra Moda!» pretende demostrar la importancia de la prensa en el desarrollo de la moda. Es una inmersión en su historia a través de más de 100 objetos, incluidos 32 conjuntos de indumentaria, 20 publicaciones y 28 figurines

Organizada por el Museo del Traje y Acción Cultural Española, «¡Extra, Moda! El nacimiento de la prensa de moda en España» expone de manera conjunta publicaciones y revistas de moda, figurines y patrones, trajes, accesorios y complementos de vestir junto a otros objetos con el propósito de generar una reflexión en el visitante sobre el que ha sido su principal medio de difusión. Es más, como mantienen los organizadores de la muestra, se trata de reflejar que, desde que surgió, la ha impulsado de una manera decisiva.

La exposición, que se podrá visitar desde hoy y hasta el de 1 marzo próximo, está estructurada en cinco grandes capítulos. El de «Siglo XVI: del lápiz al tipo, la moda en dos dimensiones» resalta una época considerada como la edad de oro de la edición de «libros de trajes», uno de los antecedentes de los figurines de moda. En esa centuria se publicaron en Europa más de una decena de colecciones e ilustraciones de conjuntos de indumentaria de distintas regiones y países, entre los que destacan dibujos de Alberto Durero. «Siglo XVII: la corte de Luis XIV y el nacimiento de las primeras revistas de moda» argumenta la gran pasión por la moda y de la buena apariencia del rey francés, quien impulsó las industrias de artículos de lujo y las variaciones que cada temporada se reflejaron en la aparición de nuevas prendas, tejidos y colores. El «Mercure Galant», considerada la primera revista de moda, se publica en enero de 1678 en su suplemento trimestral «extraordinaire», las primeras noticias sobre moda.

«Siglo XVIII: la moda a todo color. Francia vs. Gran Bretaña» pone de manifiesto cómo la Corte de Versalles se erige en el centro de las novedades de la moda hasta finales del siglo XVIII, con María Antonieta como «reina de la moda», También en esta centuria se definen las características del figurín de moda, que triunfará en el XIX en forma de estampas coloreadas. En este periodo aparece por primera vez en España un periódico destinado al público femenino y con noticias de moda: «La pensadora gaditana», la única cabecera que se publicará en nuestro país hasta la última década del XVIII.

Las primeras

«Siglo XIX. El nacimiento de la prensa de moda (1790–1830)» cuenta que en este tiempo se generaliza en Europa la edición de periódicos y revistas dedicadas a la mujer y a la moda. En 1804 aparece «El Correo de las damas», un suplemento literario dedicado al público femenino, que abre las puertas a la aparición de nuevas cabeceras. En 1821 nace «El Periódico de las damas», la primera revista de moda en España, que toma como modelo otras similares como la londinense «The Lady’s Magazine» o la parisina «Le Journal des Dames». Durante el reinado de Isabel II (1833-1868) surgen más de una treintena de cabeceras dirigidas a una mujer tradicional, de clase alta y burguesa, un «ángel del hogar» centrada en su familia, a la que indicaban cómo debía vestirse para cada ocasión, siguiendo los modelos de la capital francesa. En 1833 sale a la luz el número uno del «Correo de las damas», cuyo primer redactor jefe fue Mariano José de Larra, que escribió textos sobre moda y teatro. Ocho años después nace «La moda elegante ilustrada», que contó entre sus suscriptoras con la reina Isabel. Otra revista de éxito es «El Correo de la moda», que se publica hasta 1893.

La exposición se cierra con «Moda fin de siglo, la democratización de la moda (1870–1900)», que hace hincapié en que el desarrollo de esta prensa se ve impulsado por la consolidación de una importante industria textil, que implanta una creciente mecanización en la producción, lo que lleva a un abaratamiento de los tejidos al mismo tiempo que favorece la generalización de un mensaje: «Consumir más y en menos tiempo». Algo que era posible gracias a la difusión de los figurines de moda a través de las revistas.