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José Sacristán dice adiós a los escenarios

El actor se bajará de las tablas tras finalizar la gira de «Señora de rojo sobre fondo gris»

El actor José Sacristán a su llegada a la gala de la 75 edición de las Medallas del Circulo de Escritores Cinematográficos (CEC), este lunes en el Palacio de la Prensa, en Madrid.
El actor José Sacristán a su llegada a la gala de la 75 edición de las Medallas del Circulo de Escritores Cinematográficos (CEC), este lunes en el Palacio de la Prensa, en Madrid.David FernándezEFE

No por esperada una información deja de ser noticia. Y es que el tiempo pasa para todos. También por el bueno de José Sacristán, sí. Aunque a la inmensa mayoría de mortales nos gustaría llegar a los 82 años en su estado, la realidad es que el actor no quiere «ignorar» el calendario vital (para desgracia de la platea).

Así lo confirmaba ayer el chinchonense durante la presentación de «Señora rojo sobre fondo gris» en Valencia, donde permanecerá hasta el 2 de febrero. En una gira en la que ya tiene cerrada fechas hasta bien entrado el 2021, el intérprete reconocía que esta sea «probablemente» el fin de su recorrido teatral por tener «serias dudas de que después de esto pueda encontrar algo que pueda interesarme para hacer teatro», puntualizaba, a la vez que dejaba una rendija abierta a la continuidad.

Sacristán reconocía que es una «satisfacción» como actor encontrarse con un personaje como el pintor que interpretará en la obra, Nicolás, por su «gráfico de estado de emoción». El monólgo escrito por Delibes, el primero de Sacristán a lo largo de su trayectoria, aborda la propia historia de Miguel Delibes junto a su mujer, donde describe lo importante que supuso Ángeles Castro en su vida y el proceso de la enfermedad que la condujo a una muerte inesperada a los 48 años.

Para Sacristán, la obra significa «acompañar a Miguel Delibes a mirar y mirarse en lo que tiene que ver con la noticia de la pérdida, y, a partir de ahí, de la memoria del amor, recuperar lo que fue la vida con esa persona». Una pieza de la que el intérprete destaca la prosa del también autor de «Cinco horas con Mario», cuyas líneas «están construidas como el Acueducto de Segovia o la Catedral de Burgos», pero que al mismo tiempo utiliza «un lenguaje cotidiano, próximo, accesible y hasta coloquial incluso».